Mar¨ªa Dolores Cospedal o la pol¨ªtica era esto

Las salvas sobre Mar¨ªa Dolores de Cospedal, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas consultadas por este peri¨®dico, van a conocer un par¨®n a partir de la ¨²ltima grabaci¨®n difundida por Moncloa.com, en la cual Ignacio L¨®pez del Hierro, pareja de la secretaria general ¡ªentonces, el 22 de julio de 2009, todav¨ªa no estaban casados¡ª tiene la iniciativa de explicar al comisario Jos¨¦ Villarejo que ¡°su jefe est¨¢ de acuerdo en que se desarrolle esa l¨ªnea de actuaci¨®n¡±. Se refiere a las operaciones encomendadas en relaci¨®n al caso G¨¹rtel el d¨ªa anterior, 21 de julio de 2009, en el despacho de la secretaria general, en la planta s¨¦ptima de G¨¦nova 13, donde tambi¨¦n ten¨ªa su despacho Mariano Rajoy. Se infiere que ¡°su jefe¡± es Rajoy.

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Cospedal deja la pol¨ªtica, pero defiende sus reuniones con Villarejo

No se puede negar este hecho: Cospedal ha admitido que el contenido de las grabaciones difundidas es b¨¢sicamente cierto. Les ha dado patente de veracidad. Porque siempre ha dicho, ya desde la solicitud a Villarejo de un informe sobre las actividades de Javier Arenas, entonces vicesecretario de Pol¨ªtica Auton¨®mica y Local del Partido Popular, que ella estaba ¡°obligada¡± en su condici¨®n de secretaria general a desarrollar contactos como los que hab¨ªa mantenido con Villarejo.

En el comunicado que difunde el lunes pasado, al renunciar al Comit¨¦ Ejecutivo Nacional, vuelve a explicar esa posici¨®n.¡°Siempre lo hice pensando y sigo pensando que era mi obligaci¨®n como secretaria general para tener toda la informaci¨®n posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a mi formaci¨®n y en ese sentido actu¨¦, porque mi lucha contra la corrupci¨®n que pudiera afectar a mi partido ha sido siempre una prioridad en mi funci¨®n como secretaria general¡±, se?ala.

Precisamente, este reconocimiento ¡ªel de que entre sus funciones estaba hacer este tipo de gestiones y contrataciones¡ª pavimentaba el terreno para entender de que contaba con el respaldo de ¡°su jefe¡±, como dice su pareja L¨®pez del Hierro a Villarejo, sin que ¨¦ste se lo pregunte. En otras palabras, Copedal nos viene a explicar que la pol¨ªtica posee un lado oscuro y que una secretaria general tiene la obligaci¨®n de remangarse. Problema: lo que Cospedal presenta como una preocupaci¨®n por la corrupci¨®n que afectaba a su partido en realidad era una preocupaci¨®n por ensayar una t¨¢ctica defensiva para obstruir la labor de la justicia a trav¨¦s de un polic¨ªa que practicaba la deslealtad profesional. Villarejo ten¨ªa acceso a informes por su condici¨®n de miembro adscrito a la Direcci¨®n Adjunta Operativa (DAO) de la Polic¨ªa y comercializaba en el mercado esos conocimientos. Algunos chivatazos de Villarejo permitieron desbaratar operaciones de la Polic¨ªa y de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n encaminadas a atrapar al PP.

La realidad es, por tanto, muy diferente a lo que sostiene Cospedal: ella particip¨® en un esquema para burlar la acci¨®n judicial. Pero en ese lado oscuro hay, tambi¨¦n, otro objetivo a considerar. Y es que Cospedal quer¨ªa afirmar su control del partido. Y en aquellas fechas, un a?o despu¨¦s de conquistar el cetro de secretaria general, no las ten¨ªa todas consigo. Por no controlar, carec¨ªa de dominio nada menos que sobre la tesorer¨ªa nacional del PP, que estaba en manos de un hombre fiel a Rajoy: Luis B¨¢rcenas. Y tampoco su relaci¨®n con el ex secretario general Arenas era la de otros tiempos. A ambos, que, por cierto, eran amigos, necesitaba apartarlos. Y la imputaci¨®n de B¨¢rcenas en G¨¹rtel ¡ªno por la fabulosa fortuna de 48,2 millones de euros que entonces acumulaba en Suiza, cosa que no era conocida ni mucho menos p¨²blica en 2009¡ª fue esa ocasi¨®n. Y Villarejo, h¨¢bil manipulador, supo excitar sus peores instintos.

Javier de la Rosa, Mario Conde, Villarejo, y muchos otros, introdujeron de manera masiva los m¨¦todos detectivescos en las finanzas espa?olas y en la relaci¨®n entre las finanzas y la pol¨ªtica. Los partidos pol¨ªticos, en mayor o menor medida, seg¨²n los casos, siguieron esos pasos. En julio de 2010, Jorge Moragas ¡ªm¨¢s tarde director de gabinete de Rajoy en La Moncloa¡ª hizo de go between en la grabaci¨®n de las conversaciones de la presidenta del PP en Catalu?a, Alicia S¨¢nchez-Camacho, y la Mar¨ªa Victoria ?lvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola en el restaurante La Camarga de Barcelona. Cospedal, pues, nos ha contado que as¨ª estaban las cosas cuando ella se hizo cargo de la secretar¨ªa del PP. Y que, claro, su obligaci¨®n era bailar al son de esa m¨²sica.