Debate obligado

El presidente de la Generalitat solemniz¨® el pasado mi¨¦rcoles el rechazo a los Presupuestos, alegando la pasividad del presidente S¨¢nchez ante el proceso judicial al que se enfrentan los l¨ªderes que participaron en la proclamaci¨®n unilateral de la independencia de Catalu?a. Al mismo tiempo, los partidos integrados en el Govern anunciaban su disposici¨®n a alcanzar acuerdos con el Ejecutivo en diversas materias, incluida la presupuestaria. Esta doble estrategia de las fuerzas partidarias de la secesi¨®n de Catalu?a ha acentuado las dudas del Gobierno central acerca de si prolongar la legislatura, prorrogando los Presupuestos aprobados por el PP e introduciendo correcciones mediante decreto ley, o disolver las C¨¢maras y convocar elecciones.

El simple hecho de que el Gobierno central dude est¨¢ permitiendo a los partidos independentistas escamotear la respuesta a una pregunta esencial en estos momentos, y es a qu¨¦ razones obedece la flagrante contradicci¨®n de rechazar en bloque unos Presupuestos que, por otra parte, est¨¢n dispuestos a salvar en parte mediante acuerdos limitados. La hora es grave, en la medida en que 18 dirigentes pol¨ªticos se encuentran a la espera de juicio y conviene desterrar del debate pol¨ªtico las escenificaciones dirigidas a ocultar las realidades que est¨¢n en juego. Si los partidos independentistas proponen simult¨¢neamente rechazar y salvar los Presupuestos es porque prefieren seguir instalados en la ambig¨¹edad por razones electoralistas antes que reconocer ante los ciudadanos que confiaron en ellos que su programa de secesi¨®n carec¨ªa de las mayor¨ªas necesarias, que su aplicaci¨®n unilateral s¨®lo era posible mediante la comisi¨®n de delitos, y que las responsabilidades penales que ahora se sustancian judicialmente no pueden ser limitadas desde el Gobierno. Rechazando negociar las cuentas p¨²blicas, los independentistas fingen mantener el enfrentamiento con un Estado que, seg¨²n ellos, es autoritario, mientras que proponiendo colaborar en la aprobaci¨®n de enmiendas a los Presupuestos en vigor est¨¢n reconociendo la naturaleza democr¨¢tica de ese mismo Estado.

La opci¨®n de prorrogar los Presupuestos y salvar mediante decreto ley algunos de sus elementos supone profundizar en una anomal¨ªa institucional que consiste en normalizar como ordinarios procedimientos legislativos que el sistema constitucional contempla como extraordinarios. Los argumentos invocados por S¨¢nchez en la oposici¨®n, en el sentido de que el Gobierno de Rajoy deb¨ªa disolver las C¨¢maras de no conseguir la aprobaci¨®n de los Presupuestos, siguen siendo v¨¢lidos, lo mismo que las cr¨ªticas que le dirig¨ªa por el recurso excesivo al decreto ley. Desde el momento en que Ciudadanos se desmarc¨® del PP y abri¨® las puertas al debate, lo que cabe esperar de los grupos parlamentarios es que entren en el fondo de las cuentas del Gobierno, no que condicionen su posici¨®n a asuntos que deben ser abordados por otras v¨ªas.