Perros peligrosos y gallos de pelea en un centro ecuestre de M¨¢laga

En teor¨ªa era un centro ecuestre, pero sus instalaciones albergaban gallos de pelea y perros potencialmente peligrosos en p¨¦simas condiciones higi¨¦nicas y sanitaras. Los animales no contaban con asistencia veterinaria y estaban rodeados de suciedad. Muchos de ellos tambi¨¦n carec¨ªan de agua y comida. Por todo ello, la Polic¨ªa Local de M¨¢laga ha denunciado a un hombre de 73 a?os, as¨ª como al propietario de varios galgos que se encontraba en dicho espacio en el momento de la inspecci¨®n.

La investigaci¨®n, desarrollada en colaboraci¨®n con la Sociedad Protectora de Animales y Plantas (SPAP) de M¨¢laga, permiti¨® a los agentes comprobar que el centro, inicialmente dedicado al alojamiento de caballos, estaba siendo utilizado tambi¨¦n como residencia animal sin permiso para ello. Los propietarios pagaban 50 euros por cada caballo alojado y 30 euros por cada perro a pesar de que era un entorno carente de higiene y seguridad para el esparcimiento de los animales. As¨ª, en el lugar se encontraron numerosos vertidos, escombros y muebles viejos. Adem¨¢s, la explotaci¨®n no estaba aislada del exterior de forma que era imposible tener un control eficaz de entradas y salidas de veh¨ªculos, personas y animales.

Los agentes tambi¨¦n comprobaron que ni siquiera el centro ecuestre cumpl¨ªa las condiciones m¨ªnimas en cuanto a ordenaci¨®n zoot¨¦cnica, sanitaria y de bienestar animal. De hecho, algunos de los caballos se encontraban en boxes cerrados con llave sin que el responsable del recinto dispusiera de copia.

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Una parte de las instalaciones estaba dedicada al hospedaje de perros, que ocupaban una nave cerrada que carec¨ªa de ventilaci¨®n e iluminaci¨®n suficientes, as¨ª como de canalizaci¨®n para la evacuaci¨®n de residuos, "lo que hac¨ªa que la suciedad quedase estancada y provocase un fuerte olor a heces", explican fuentes policiales, que destacan que la zona reun¨ªa todas las condiciones para la propagaci¨®n de plagas. De hecho, los agentes comprobaron como al menos uno de los animales mostraba lesiones compatibles con una enfermedad del tipo leishmaniosis y extrema delgadez, sin estar siendo tratado. El animal fue recogido posteriormente por personal del Centro Zoosanitario Municipal.

La perrera, adem¨¢s, estaba cerrada sin que ninguna de las personas responsables del centro tuviera las llaves ¡ªsolo dispon¨ªan de ellas los propietarios de los animales¡ª lo que dejaba a los perros desamparados ante cualquier emergencia. Tampoco exist¨ªa zona de aislamiento en caso de enfermedad contagiosa o supervisi¨®n veterinaria, ya que cada due?o se encargaba de la asistencia de sus perros. En total, se intervinieron durante la inspecci¨®n 18 perros, muchos sin la vacunaci¨®n obligatoria. Nueve de ellos eran potencialmente peligrosos, algo para lo que el centro tampoco ten¨ªa la autorizaci¨®n pertinente.

Igualmente, el supuesto centro ecuestre tambi¨¦n dispon¨ªa de un espacio para la explotaci¨®n av¨ªcola. Seg¨²n la Polic¨ªa Local, se encontraba en p¨¦simas condiciones y estaba compuesta a base de chapas, maderas y materiales de deshechos. Tampoco contaba con sistema de desag¨¹e. All¨ª conviv¨ªan medio centenar de aves, entre ellas una docena de gallos de pelea, del tipo Gallo Combatiente Espa?ol y alojados en jaulas individuales, por lo que la Polic¨ªa Local inform¨® a la Oficina Comarcal Agraria de la Junta de Andaluc¨ªa. Adem¨¢s, el propietario de las instalaciones fue denunciado por carecer de c¨®digo de identificaci¨®n, registro y libro de explotaci¨®n, as¨ª como por no mantener la distancia sanitaria con las zonas de alojamiento de caballos y perros.