Osteoporosis, la enfermedad silenciosa
Cerca de dos millones de mujeres presentan esta enfermedad en Espa?a. Una prevalencia que aumenta con la edad y que se estima padece una de cada cuatro postmenop¨¢usicas
La protagonista de este art¨ªculo no es otra que mi madre. Y tiene osteoporosis. Con 80 a?os, su relaci¨®n con esta enfermedad esquel¨¦tica no es actual, comenz¨® unas d¨¦cadas atr¨¢s cuando los dolores en la zona baja de la espalda y, sobre todo, en cada uno de los extremos de las caderas empezaron a hacerse constantes. Las consultas al m¨¦dico de cabecera se hicieron m¨¢s continuas y durante los a?os siguientes la realizaci¨®n de varias radiograf¨ªas de la zona afectada confirm¨® la disminuci¨®n progresiva de la densidad de masa ¨®sea. La osteoporosis provoc¨®, hace m¨¢s de un a?o, el que tuviera que ser intervenida quir¨²rgicamente de urgencias por rotura de la cadera derecha. No sufri¨® un traspi¨¦, ni se golpe¨®, ni hizo un mal gesto, ni se cay¨®¡ simplemente, se ¡°rompi¨®¡±.
Mi madre forma parte de los cerca de dos millones de mujeres que presentan osteoporosis en nuestro pa¨ªs. Una prevalencia que aumenta con la edad y que se estima padece una de cada cuatro mujeres postmenop¨¢usica (a partir de los 50 a?os, aproximadamente). Un porcentaje que aumenta al 40% en mujeres con edades comprendidas entre los 70 y 79 a?os. En el caso de los hombres, esta enfermedad afecta al 11,3%.
Dalifer Freites, reumat¨®loga del Hospital Nuestra Se?ora del Rosario, dice que ¡°la osteoporosis no suele dar ning¨²n s¨ªntoma hasta que no se producen las fracturas. Pueden producir adem¨¢s de dolor otros s¨ªntomas o secuelas como la disminuci¨®n de la estatura o deformidad de la columna, en el caso de las fracturas vertebrales. Las fracturas de cadera necesitan hospitalizaci¨®n e intervenci¨®n en pr¨¢cticamente todos los casos¡±. Las localizaciones m¨¢s frecuentes de las fracturas por fragilidad (espont¨¢neas, sin golpe previo directo) son la columna vertebral, la cadera, el antebrazo distal (mu?eca) y el h¨²mero proximal.
Perfil del paciente con osteoporosis
El tipo de paciente m¨¢s proclive a padecer osteoporosis, afirma Pablo de Lucas, cirujano ortop¨¦dico, es una mujer que fuma, lleva una vida sedentaria, con una mala alimentaci¨®n que consume bebidas alcoh¨®licas y que est¨¢ en la menopausia o premenopausia. ¡°Todos estos factores influyen, sin duda, en el desarrollo de la enfermedad, pero tambi¨¦n se pueden establecer causas gen¨¦ticas, enfermedades metab¨®licas o aquellas en el que el uso de corticoides ha sido amplio y durante mucho tiempo¡±, sostiene de Lucas.
Seg¨²n afirma Dalifer Freites, los pacientes con diagn¨®stico de osteoporosis ir¨¢n aumentando debido a la estrecha relaci¨®n con el progresivo envejecimiento de la poblaci¨®n. En este sentido, el Global Burden of Diseases ha demostrado que el impacto de las fracturas osteopor¨®ticas en la salud, desde el punto de vista de morbimortalidad y disminuci¨®n de la calidad de vida, es elevado.
Un impacto, el de las fracturas por osteoporosis, que ha supuesto un coste para el sistema sanitario espa?ol de 4.200 millones de euros en 2017 y que se prev¨¦ aumente hasta los 5.500 millones en 2030, seg¨²n datos facilitados durante el encuentro informativo sobre Salud de la Mujer: Impacto socioecon¨®mico de la fractura por osteoporosis, impulsado por FHOEMO, SEIOMM y AECOSAR, con la colaboraci¨®n de la farmac¨¦utica biotecnol¨®gica AMGEN y la biofarmac¨¦utica UCB.
La osteoporosis est¨¢ considerada una epidemia mundial en mujeres postmenop¨¢usicas. De hecho, se calcula que en el mundo se produce una fractura por fragilidad derivada de la osteoporosis cada tres segundos. Su incidencia en Espa?a es de 330.000 fracturas osteopor¨®ticas en 2017 y se estima que aumentar¨¢n a 420.000 en 2030. Por ese motivo el doctor Santiago Palacios, presidente de FHOEMO, ha recalcado ¡°la necesidad de crear unidades especializadas de fractura con equipos multidisciplinares en todos los hospitales donde se puedan diagnosticar y tratar todos los aspectos de la osteoporosis¡±.
El trabajo multidisciplinar esencial en su diagn¨®stico
El diagn¨®stico de esta enfermedad ha mejorado en los ¨²ltimos a?os con el cribaje en asistencia primaria y en la prevenci¨®n de causas secundarias y se cuenta con un gran abanico de herramientas para su diagn¨®stico y as¨ª adaptar el tratamiento. Pero, pese a estas mejoras, Dalifer Freites insiste en la necesidad de que ¡°los pacientes sean identificados por el profesional sanitario mediante una estrategia de b¨²squeda de caso, basada en el antecedente de una o m¨¢s fracturas por fragilidad, y la correcta evaluaci¨®n de los factores de riesgo cl¨ªnicos significativos (edad avanzada, bajo peso, antecedentes personales y familiares de fractura, tratamiento con corticoides, h¨¢bito tab¨¢quico o consumo de alcohol). En determinados grupos de pacientes, principalmente ancianos y mujeres posmenop¨¢usicas, debemos mantener un grado de sospecha y realizar la b¨²squeda de estos factores de riesgo de forma activa¡±.
Por ello, Dalifer Freites reitera que ¡°el trabajo multidisciplinar en el manejo de las fracturas osteopor¨®ticas es fundamental. Una gran parte de los individuos mayores de 50 a?os, con fractura aguda despu¨¦s de una ca¨ªda no son estudiados o tratados para prevenir otras fracturas¡±. Actualmente, argumenta esta experta en reumatolog¨ªa, ¡°existen unidades que se encargan de estudiar y tratar a los pacientes con fractura por fragilidad (bajo impacto) para as¨ª reducir el riesgo de nuevas fracturas. Estas unidades suelen contar con la participaci¨®n de profesionales de varias especialidades m¨¦dicas, la acci¨®n de enfermer¨ªa y de rehabilitadores. Estudios publicados demuestran que este tipo de unidades en comparaci¨®n con la asistencia est¨¢ndar, reducen la mortalidad debido a la menor incidencia de nuevas fracturas¡±.
?Cu¨¢les son las recomendaciones que tanto hombres como mujeres deber¨ªan poner en la pr¨¢ctica en su d¨ªa a d¨ªa para mantener los huesos en las mejores condiciones posibles? En opini¨®n de Santiago Palacios, es necesario un concepto global de mantenimiento a lo largo de toda la vida para intentar llegar a una edad avanzada con la m¨¢xima masa ¨®sea. Unos requerimientos, que tal y como apunta el presidente de Fhoemo, ¡°aumentan seg¨²n la edad, de tal manera que el mantenimiento del ejercicio f¨ªsico, la ingesta de calcio (1200 mgr/d¨ªa), vitamina D (800UI/d¨ªa) y la toma de prote¨ªna para el mantenimiento de la masa muscular, son imprescindibles¡±.
Adem¨¢s, los expertos coinciden en se?alar que la infancia desempe?a un papel importante en la prevenci¨®n de la osteoporosis en un futuro porque la masa ¨®sea se va logrando a lo largo de la infancia y la adolescencia y continua m¨¢s all¨¢ de alcanzada la estatura final, hasta que se completa el ¡°pico de masa ¨®sea¡±, normalmente, entre los 20 y 30 a?os. A partir de este momento, existe una p¨¦rdida natural de masa ¨®sea. Por ello, Dalifer Freites reitera ¡°la importancia de promover h¨¢bitos de vida saludable, especialmente en la adolescencia, debido a que es la ¨¦poca de la vida en la que se adquiere masa ¨®sea, que supondr¨¢ la reserva para el futuro¡±.
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