Las termitas han construido la mayor estructura del planeta
En los ¨²ltimos 4.000 a?os han levantado m¨¢s de 200 millones de mont¨ªculos en el nordeste de Brasil
Durante milenios, un min¨²sculo insecto ha levantado una de las mayores estructuras jam¨¢s creadas por el ser vivo. Una especie de termitas, considerada una plaga en la ciudad, ha excavado millones de mont¨ªculos en el nordeste de Brasil. Aunque conocidos por los lugare?os, su extensi¨®n real no se ha podido determinar hasta que la deforestaci¨®n y los sat¨¦lites han desvelado su grandeza: m¨¢s de 230.000 kil¨®metros cuadrados salpicados de montones de tierra repartidos de forma regular, casi matem¨¢tica.
"Los mont¨ªculos siempre estuvieron bien escondidos entre la vegetaci¨®n de secano de la regi¨®n (la catinga) y en general apenas se pueden ver. Los de fuera solo los han podido observar despu¨¦s de que alguna porci¨®n de tierra fuera deforestada para pastos", dice el investigador de la Universidad Estatal de Feira de Santana (Brasil) y coautor del estudio, Roy Funch. "Algunos locales pensaban que los hab¨ªan levantado termitas, hormigas u otra criatura similar. Pero para muchos, simplemente estuvieron ah¨ª, formaciones naturales hechas por Dios que siempre hab¨ªan existido", a?ade.
Solo la deforestaci¨®n y el sat¨¦lite han permitido comprobar la enorme extensi¨®n de mont¨ªculos
Siempre no, pero s¨ª al menos desde hace m¨¢s de 3.800 a?os. La dataci¨®n de una muestra de murundus (como se conoce a estos mont¨ªculos en la zona) indica que muchos de ellos llevan milenios ah¨ª, lo que los convierte en una de las estructuras de origen biol¨®gico m¨¢s antiguas. Y tampoco son obra divina, sino de la?Syntermes dirus, una termita. Mejor dicho, de colonias y colonias de ellas. Pero no son sus nidos. Es la tierra que los insectos excavan mientras buscan hojas ca¨ªdas con las que alimentar a la colonia.
El estudio a fondo de los murundus, publicado ahora en Current Biology, muestra que hay m¨¢s de 200 millones repartidos por 230.000 kil¨®metros cuadrados de la catinga de los Estados brasile?os de Bah¨ªa y Minas Gerais, una extensi¨®n comparable a la que tiene todo Reino Unido. Los autores del estudio han estimado una densidad de 1.800 mont¨ªculos por kil¨®metro cuadrado.? "Es, con mucho, la estructura animal m¨¢s grande y extensa jam¨¢s encontrada", sostiene el entom¨®logo de la Universidad de Salford (Reino Unido) y coautor del estudio, Stephen Martin. Experto en insectos sociales, Martin ayud¨® a Funch a desvelar todos los misterios de los murundus.
Todo es ingente aqu¨ª. Cada mont¨ªculo est¨¢ formado por unos 50 metros c¨²bicos (m3) de suelo, as¨ª que las termitas han tenido que excavar unos 10 kil¨®metros c¨²bicos de tierra, el equivalente a la necesaria para levantar 4.000 pir¨¢mides como la de Guiza. Pero m¨¢s que la cantidad de tierra movida, lo que intriga a los cient¨ªficos es la regularidad. Con peque?as variaciones, los mont¨ªculos tienen una altura media de dos metros y medio y una base de nueve metros. Fascina a¨²n m¨¢s lo regularmente distribuidos que est¨¢n sobre el terreno. Los mont¨ªculos distan entre s¨ª una media de 20 metros, as¨ª que forman patrones geom¨¦tricos regulares visibles desde el aire o el espacio. "Vistos desde arriba, forman un patr¨®n, siempre aproximadamente con el di¨¢metro de dos mont¨ªculos de distancia entre uno y otro, y nunca sin tocarse", comenta Funch.
Las termitas han tenido que excavar unos 10 km3 de tierra, el equivalente a la necesaria para levantar 4.000 pir¨¢mides como la de Guiza
La intriga tiene que ver con din¨¢micas de car¨¢cter biol¨®gico. Seg¨²n los autores del estudio, las termitas liberan dos sustancias qu¨ªmicas que crear¨ªan una especie de mapa de feromonas que permitir¨ªa a las termitas "minimizar el tiempo del trayecto desde cualquier punto de la colonia hasta el mont¨ªculo de escombros m¨¢s cercano". Esto dar¨ªa el l¨ªmite inferior a la distribuci¨®n de los murundus. El exterior vendr¨ªa de la interacci¨®n entre los mapas de feromonas de las distintas colonias de termitas.
Este mecanismo relacionar¨ªa los murundus de Brasil con otras creaciones geom¨¦tricas naturales, como los c¨ªrculos de hadas de Namibia o Australia o los mima del norte de Am¨¦rica. En todos esos casos parece funcionar un proceso de difusi¨®n-reacci¨®n ya postulado por el matem¨¢tico, inform¨¢tico (y cada vez m¨¢s bi¨®logo) Alan Turing.
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