?Apaciguamiento o humillaci¨®n?

Se acaba de celebrar el centenario del Armisticio que puso fin a la Gran Guerra bajo un ominoso clima de temor a la regresi¨®n, pues hoy Occidente est¨¢ de nuevo polarizado por el acoso del nacional-populismo a las democracias liberales. Un nacional-populismo que tambi¨¦n impone su agenda en la democracia espa?ola, desde que el 15M rompi¨® la alternancia bipartidista mientras CDC adoptaba el secesionismo como cortina de camuflaje. Y dada la terrible herencia del periodo de entreguerras, cuando el nacionalismo v?lkisch arras¨® a Europa, no es extra?o que tambi¨¦n aqu¨ª hayamos recurrido a la reductio ad Hitlerum para argumentar nuestras contiendas pol¨ªticas.

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Rebeli¨®n

EDITORIAL | Debate obligado

Los secesionistas ali?an su relato con la descalificaci¨®n sin matices de todo lo relativo al Estado espa?ol, tachado de fascista por el mero hecho de serlo. Pero lo mismo hacen los unionistas, que denigran a los indepes tach¨¢ndolos de nazis indiscriminadamente. Y es tal su com¨²n obcecaci¨®n por fascistizar y nazificar al adversario que ambos bandos coinciden en tachar de traidores a los ¡°equidistantes¡± no alineados, bajo el principio de que quien no est¨¢ conmigo est¨¢ contra m¨ª. Pues al parecer, la ¡°equidistancia¡± es un pecado todav¨ªa m¨¢s imperdonable que el extremismo del adversario. Y para justificar el presunto crimen cometido por el equidistante se apela de nuevo a la reductio ad Hitlerum, tras identificar la equidistancia con la ¡°pol¨ªtica de apaciguamiento¡± frente al nazismo seguida en 1938 por el premier Chamberlain en la Conferencia de M¨²nich. Que es lo que le recuerdan ahora al presidente S¨¢nchez cuando busca la distensi¨®n del conflicto catal¨¢n, acus¨¢ndole de apaciguador y equidistante. Y lo mismo hace el secesionismo radical con los moderados de ERC que aceptan el di¨¢logo con Madrit, acusados de equidistantes y apaciguadores.

Ahora bien, puestos a recurrir a la memoria hist¨®rica europea del siglo XX, para extraer de ella argumentos o marcos (frames) con los que encuadrar nuestros argumentos, adem¨¢s del denostado ¡°apaciguamiento¡± de 1938 tambi¨¦n deber¨ªamos recordar las terribles consecuencias de la ¡°humillaci¨®n¡± que se impuso a los alemanes con el Tratado de Versalles de 1919 para castigarlos como ¨²nicos culpables de la Gran Guerra, lo que posibilit¨® el triunfo electoral de Hitler en 1932. Y el centenario de ese Tratado, que conden¨® a los alemanes a unas reparaciones de guerra imposibles de satisfacer, se va a celebrar a la vez que el juicio en el Tribunal Supremo contra los responsables del fallido intento de secesi¨®n durante los Hechos de Octubre de 2017. Hoy son muy ruidosas las voces que reclaman una sentencia dur¨ªsima contra los acusados, a fin de que resulte tan ejemplar y aleccionadora que jam¨¢s vuelvan a repetirse hechos semejantes. Pero para parte del pueblo catal¨¢n, eso supondr¨¢ una humillaci¨®n comparable a la que sufrieron los alemanes en 1919, lo que podr¨ªa propiciar el triunfo electoral del secesionismo por mayor¨ªa de votos. ?Merecer¨ªa la pena?