La Iberoam¨¦rica desconcertada
El foro bianual continuar¨¢ siendo desaprovechado, funcionando a medio gas, mientras los acuerdos no se cumplan y la integraci¨®n dependa de las afinidades pol¨ªticas
Despu¨¦s de tantos a?os de elocuencia y buenas intenciones, cabr¨ªa esperar una cuenta de resultados m¨¢s provechosa, pero la cumbre iberoamericana de Antigua se perdi¨® de nuevo en el regate corto y la filiaci¨®n ideol¨®gica. Los intereses nacionales volvieron a imponerse a los comunitarios, consolidando una polarizaci¨®n cr¨®nica y corrosiva. Las cumbres demandan un electroshock institucional. El foro bianual seguir¨¢ desaprovechado si no se cumplen los acuerdos y la integraci¨®n depende de afinidades pol¨ªticas.
M¨¢s all¨¢ del preceptivo compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno con el multilateralismo y una Iberoam¨¦rica pr¨®spera, inclusiva y sostenible, la reuni¨®n de Guatemala fue rutinaria, sin estrategias salv¨ªficas, y desbordada medi¨¢ticamente por la caravana migratoria hacia EE UU.
Los objetivos de la cumbre fundacional, celebrada en Guadalajara en 1991, parecen inalcanzables. Sus promotores hilvanaron la deseable relaci¨®n de la comunidad iberoamericana de naciones, y consagraron el foro como un espacio com¨²n de principios, concertaci¨®n pol¨ªtica y cooperaci¨®n, que deber¨ªa ser dotado de contenido.
Objetivo alcanzado en la vigesimosexta, pero a la inversa: la concertaci¨®n gir¨® hacia el desconcierto, y la integraci¨®n, hacia la pasividad o el bloqueo. Am¨¦rica Latina se mueve lastrada por los vaivenes, los ciclos de gobierno contradictorios y modelos de desarrollo anclados en la provisionalidad. Las cumbres son ¨²tiles porque el di¨¢logo siempre lo es, pero los resultados son tan imperceptibles como frustrantes. Las cambiantes siglas del asociacionismo latinoamericano constatan su err¨¢tico rumbo.
La regi¨®n ha multiplicado el ingreso per c¨¢pita, hay menos pobres y m¨¢s clase media, pero el bienestar llega a cuentagotas, sin explotar el impulso de las iniciativas acertadamente concebidas en las cumbres.
La intervenci¨®n de Espa?a y Portugal es cap¨ªtulo aparte en un subcontinente cuyas sociedades son tan r¨¢pidas en la identificaci¨®n y reclamaci¨®n de derechos como proclives al incumplimiento de las obligaciones. Probablemente sea una traslaci¨®n de las carencias de su clase pol¨ªtica, capaz de bordar constituciones y leyes, pero incapaz de desarrollarlas en asuntos medulares y con sentido de Estado, frecuentemente invocado a beneficio de inventario.
Pocas regiones comparten tantos problemas y soluciones. La idiosincrasia, historia, geograf¨ªa, vicios y virtudes en com¨²n debieran carburar la uni¨®n so?ada por Bol¨ªvar y Mart¨ª, pero no lo consiguen; la alianza dif¨ªcilmente cuajar¨¢ con servidumbres ideol¨®gicas y prevenciones. La integraci¨®n econ¨®mica no prosperar¨¢ mientras no depuren las reglas de juego, las desconfianzas, las rigideces y la relaci¨®n con EE UU.
La cumbre iberoamericana naci¨® dos a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, con casi toda Am¨¦rica Latina en democracia, y dispuesta a coaligarse para afrontar la globalizaci¨®n. Desde entonces, el mundo ha evolucionado radicalmente. El foro tambi¨¦n debe hacerlo, adapt¨¢ndose a las exigencias de una ciudadan¨ªa vigilante y con derecho a la impaciencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.