La cumbre iberoamericana 2018: multilaterismo en tiempos adversos
El mundo sufre una oleada aislacionista y antipluralista, dos tendencias que por desgracia suelen ir de la mano. En todas las regiones se observan s¨ªntomas de repliegue nacional y gestos de rechazo al multilateralismo
?Por qu¨¦ es importante la Cumbre Iberoamericana de Guatemala? Primero, porque es una oportunidad ¨²nica de que los jefes de Gobierno de Am¨¦rica Latina se vean y hablen entre s¨ª, con la compa?¨ªa de Espa?a y Portugal. Segundo, porque van a fijar una hoja de ruta com¨²n hacia los grandes objetivos de la humanidad para 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Y tercero, porque van a mejorar su propia integraci¨®n latinoamericana y sus relaciones con Europa.
El mundo sufre una oleada aislacionista y antipluralista, dos tendencias que por desgracia suelen ir de la mano. Pr¨¢cticamente en todas las regiones se observan s¨ªntomas de repliegue nacional y gestos de rechazo al multilateralismo. EE UU abandona sus compromisos en materia de libre comercio, cambio clim¨¢tico y contenci¨®n de armas nucleares, y muestra su desconfianza hacia Naciones Unidas y hacia sus socios tradicionales de la OTAN y la UE. En Europa, el nacionalismo y el populismo conciben el embri¨®n de una alianza que pretende socavar desde dentro el proyecto comunitario y la democracia liberal, mientras Reino Unido se desliza por la pendiente del Brexit. En Asia, China consolida su poder sin disimular sus objetivos de predominio geoestrat¨¦gico y su visi¨®n del orden mundial, donde la democracia, los derechos humanos y la cooperaci¨®n internacional son aspectos secundarios, cuando no prescindibles. Rusia y Turqu¨ªa, encerradas en sus derivas autoritarias, buscan reforzar sus respectivas ¨¢reas de influencia, aun al precio de incrementar peligrosamente la inestabilidad internacional.
Am¨¦rica Latina vive su propia versi¨®n de estas tendencias, y el deterioro de la situaci¨®n en dos pa¨ªses con especial carga simb¨®lica, Venezuela y Nicaragua, est¨¢ empa?ando las relaciones entre los pa¨ªses de toda la regi¨®n. Ese tensionamiento progresivo, ha redundado en el bloqueo o el desprestigio de la mayor¨ªa de instituciones de integraci¨®n regional, desde UNASUR a CELAC, pasando por el ALBA y la OEA.
Como consecuencia de esa situaci¨®n tambi¨¦n las relaciones de la regi¨®n con Europa han experimentado un frenazo. Las Cumbres de jefes de Estado y de Gobierno UE-CELAC, que comenzaron en 2013 con un impulso prometedor, est¨¢n en este momento suspendidas, y los canales de desarrollo de la Alianza Estrat¨¦gica Birregional, ralentizados o interrumpidos. Adem¨¢s, el Acuerdo UE-Mercosur sigue encallado en una negociaci¨®n t¨¦cnica interminable.
En medio de este panorama, la continuidad de las Cumbres Iberoamericanas supone una apuesta por el multilateralismo contra el viento y la marea de los tiempos que corren. Una apuesta que permite adem¨¢s mantener el contacto entre Europa y Am¨¦rica Latina, ya que ese espacio re¨²ne a pa¨ªses de ambas regiones. La doble condici¨®n de Espa?a y Portugal, que son parte de la comunidad iberoamericana a la vez que miembros de la Uni¨®n Europea, ha permitido hist¨®ricamente a estos dos pa¨ªses jugar un papel de gozne entre regiones. A la vista del actual bloqueo de la relaci¨®n birregional, ese papel es ahora m¨¢s urgente y clave que nunca.
Las Cumbres Iberoamericanas llevan 27 a?os sentando a la misma mesa a jefes de Estado y de Gobierno de 22 pa¨ªses. Se trata del ¨²nico foro de di¨¢logo iberoamericano al m¨¢ximo nivel que ha venido reuni¨¦ndose ininterrumpidamente durante casi tres d¨¦cadas, que mantiene su actividad de forma constante a trav¨¦s de su ¨®rgano permanente entre Cumbres -la Secretar¨ªa General Iberoamericana (SEGIB), que actualmente desempe?a Rebeca Grynspan- y que no ha expulsado ni vetado a ninguno de sus Estados miembro. Todo ello dota a este foro de un plus de legitimidad basado en la continuidad en el tiempo, el pluralismo de sus componentes y el uso del di¨¢logo como ¨²nico mecanismo de interrelaci¨®n. A esto se a?ade una legitimidad de ejercicio derivada de la configuraci¨®n de las Cumbres como espacio de cooperaci¨®n orientados a buscar soluciones concretas para los problemas de los miembros de la comunidad.
Los pr¨®ximos 15 y 16 de noviembre tendr¨¢ lugar en Antigua (Guatemala) la XXVI Cumbre Iberoamericana, bajo el lema ¡°Una Iberoam¨¦rica pr¨®spera, inclusiva y sostenible¡±. El propio t¨ªtulo escogido contiene ya una cierta declaraci¨®n de intenciones. Al hablar de prosperidad se alude al desarrollo y a la voluntad de que todos los pa¨ªses de la comunidad dejen atr¨¢s definitivamente la pobreza, pero tambi¨¦n al esfuerzo por alcanzar un nivel de bienestar equiparable al de los pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta, superando la trampa de la renta media y el abismo de la desigualdad social, y asentando el crecimiento sobre bases s¨®lidas y duraderas. La referencia a la inclusividad implica una visi¨®n plural en la que tienen cabida todos y todas sin distinci¨®n ni discriminaci¨®n por razones de clase, g¨¦nero, religi¨®n, etnia, opini¨®n o cualesquiera otros factores; una visi¨®n que contrasta abiertamente con los planteamientos de quienes aspiran a crear sociedades cerradas, homog¨¦neas y enfrentadas entre s¨ª, agitando las banderas del miedo, el odio y el prejuicio hacia el otro. Por ¨²ltimo, la apelaci¨®n a la sostenibilidad contiene una doble alusi¨®n econ¨®mica y ecol¨®gica: sostenible es el modelo que proporciona bienestar de manera continuada en el tiempo, sin poner en peligro los recursos naturales que existen en el entorno y a nivel global.
La apuesta de la Cumbre de este a?o es, por lo tanto, clara: multilateralismo, pluralismo y cooperaci¨®n para hacer frente a los retos del futuro, desde el cambio clim¨¢tico al desarrollo, pasando por la lucha contra las desigualdades de toda ¨ªndole. Retos que nos afectan y nos comprometen a todos en tiempos peligrosos de nacionalismos populistas.
Ram¨®n J¨¢uregui Atondo es eurodiputado y co-Presidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana
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