Cada vez m¨¢s r¨¢pido
Cuando el mundo cambia tan deprisa, es hora de pararse a leer
Cada vez m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s cantidad, desde m¨¢s dispositivos, a trav¨¦s de m¨¢s medios. La conectividad ha abierto el grifo de la informaci¨®n, pero de una manera tan brusca que las noticias llegan a los ciudadanos arrastrando confusi¨®n, medias verdades o incluso mentiras completas. Cuando el mundo cambia tan deprisa, es hora de pararse a leer.
¡°Cuando se produce una inundaci¨®n, una riada, lo primero que falta a la poblaci¨®n es el agua potable. Parece una iron¨ªa, pero as¨ª sucede. Con la informaci¨®n ha ocurrido algo similar. Ante la riada de informaciones variadas, m¨²ltiples, casi masivas, torrenciales, resulta complicado encontrar informaci¨®n potable, razonada, precisa, contrastada¡±, expone escritor, periodista y director de cine?David Trueba, firma habitual de la secci¨®n de Opini¨®n de EL PA?S. Internet es el principal canal de comunicaci¨®n y a trav¨¦s de ¨¦l se vierte un volumen ingente de noticias. El tiempo que los lectores pasan conectados var¨ªa seg¨²n el estudio y el pa¨ªs, pero la plataforma Hootsuite estima que los espa?oles invierten 5 horas y 20 minutos al d¨ªa en la Red y este dato no para de crecer.
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El embiste de los impactos informativos en este y otros canales es tal que puede incluso llegar a determinar el voto de los usuarios, tal y como se ha visto en el caso de la venta de datos de Facebook a la compa?¨ªa Cambridge Analytica. En demasiadas ocasiones, empleando incluso lo que se ha denominado como posverdad. Trueba se?ala que ¡°desde las oficinas de prensa, desde las empresas de propaganda, desde las asesor¨ªas de imagen se lanzan a diario informaciones que pretenden inundar los cauces medi¨¢ticos¡±. Y afirma: ¡°Lo han logrado¡±. Recuerda que, en este contexto, ¡°el trabajo period¨ªstico adquiere una importancia mayor que nunca¡±.
Daniel Innerarity, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Pol¨ªtica e investigador Ikerbasque en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, recuerda en EL PA?S que ¡°no sabemos qu¨¦ puede significar una ciudadan¨ªa cr¨ªtica en un entorno poblado por basura informativa¡± y a?ade que ¡°la democracia es lenta y geogr¨¢fica mientras que las nuevas tecnolog¨ªas se caracterizan por la aceleraci¨®n y la deslocalizaci¨®n¡±. En ese desequilibrio voraz, cada vez se hace m¨¢s necesario contar con medios de referencia, espacios seguros a los que acudir con confianza.
Trueba defiende que ¡°los medios han sido el peor enemigo de su propia esencia. Con quince a?os de retraso comenzaron a darse cuenta de ello. Y solo porque no les sal¨ªan las cuentas. Ha sido triste, pero tiene remedio¡±. El director considera que ¡°la primera condici¨®n para superar una enfermedad es reconocerla, diagnosticarla y dejar de pensar que con un buen estado de ¨¢nimo eres capaz de vencer cualquier virus¡±. Incide en que se necesita observaci¨®n y reflexi¨®n. ¡°El resto es un vano intento de seguir las modas. Por ese camino los monopolios de la Red se han hecho con todo el poder bajo la f¨®rmula del encantamiento. Algo as¨ª como un Hamelin informativo¡±.
Parte de ese encantamiento consiste en poner un cors¨¦ a las noticias. La informaci¨®n que reciben muchos lectores se queda en un titular. Trueba advierte que ¡°el medio es el mensaje; por lo tanto, si el modelo es el de p¨ªldora o titular atractivo, es normal que la noticia se adapte a esa reducci¨®n para el consumo. El peligro es intentar meter a una persona en un traje sin mangas ni perneras. Lo disminuyes hasta negarle su sentido ¨²ltimo. As¨ª la informaci¨®n, cuando no es desplegada y analizada, deja de ser informaci¨®n para convertirse en emoci¨®n¡±.
EL PA?S tiende la mano a sus lectores, les invita a conocer no solo los hechos, sino todo su contexto. Como escribe el periodista Eduardo Su¨¢rez, ganador del Premio Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez de Periodismo, ¡°en un espacio p¨²blico lleno de voces interesadas, los buenos reporteros son casi los ¨²nicos actores cuya ¨²nica misi¨®n es el servicio p¨²blico: asegurarse de que los ciudadanos pueden distinguir la mentira de la verdad¡±. El diario ofrece adem¨¢s el an¨¢lisis de sus profesionales, de expertos y de sus firmas de la secci¨®n de Opini¨®n. Brinda a los lectores las herramientas necesarias para la reflexi¨®n y la cr¨ªtica.
Aunque parece imposible cerrar el grifo informativo, como defend¨ªa el fil¨®sofo y soci¨®logo Zygmunt Bauman, ¡°s¨ª hay muchas cosas que dependen de nuestro consentimiento o resistencia a la equ¨ªvoca forma que hasta la fecha ha adoptado la globalizaci¨®n¡±.
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