Emma Thompson: ¡°Soy atea porque la religi¨®n oprime a la mujer¡±
La consagrada actriz sigue peleando por la igualdad y la transparencia salarial en la industria de la que forma parte
Emma Thompson es buena en todo lo que hace. Salt¨® a la fama como actriz, pasi¨®n que le otorg¨® el Oscar con Regreso a Howards End (1992). Tambi¨¦n tiene un Oscar como escritora, adaptando a la pantalla la obra de Jane Austen Sentido y Sensibilidad (1995). Y como activista no se calla nunca. Pelea por la igualdad y la transparencia salarial en la industria de la que forma parte. Adem¨¢s, asume de manera personal las causas en las que cree, como lo demuestra la adopci¨®n de Tindyebwa Agaba, antes un ni?o soldado de Ruanda.
La proximidad a los 60 no frena a esta londinense, atea declarada y defensora de Greenpeace que acudi¨® en zapatillas a su nombramiento como dama y cuyo ¨²ltimo trabajo, un anuncio navide?o al que ha dado su voz, ha sido prohibido en la televisi¨®n en Islandia. El spot cuenta la historia de un peque?o orangut¨¢n de nombre Rang-tan que se adentra en el dormitorio de una ni?a tras escapar de la destrucci¨®n de la selva causada por los comerciantes de aceite de palma. Thompson, casada con el tambi¨¦n actor Greg Wise y madre de una ni?a, Gaia, estrena ahora El veredicto, pel¨ªcula basada en la novela de Ian McEwan donde interpreta a una juez del Tribunal Superior brit¨¢nico que tiene que tomar importantes decisiones sobre su vida y la de un menor.
Pregunta. Con lo mucho que la juzgan como actriz, ?es tambi¨¦n dada a juzgar?
Respuesta. Solo cuando te sientas en el lugar que ocupan los jueces en un tribunal, ah¨ª en alto, te das cuenta de lo f¨¢cil que es juzgar desde esa posici¨®n. Lo f¨¢cil que es sentirse por encima de todos.
P. Y como estrella, ?tambi¨¦n es f¨¢cil sentirse por encima de todos?
R. Supongo que es f¨¢cil y que yo tambi¨¦n cometo esos errores. Pero mi familia se encarga de bajarme los humos. Cuando disfrutas de una posici¨®n como la m¨ªa es bueno ir de vez en cuando a comprar leche. Y yo lo hago. Estoy segura de que en ocasiones soy una marimandona o una malcriada. Pero en casa me encargo de la cocina, de la compra y he limpiado alg¨²n ba?o que otro. Intento tener los pies en el suelo, pero claro que estoy muy mimada porque cuento con una asistente personal sin la que me ser¨ªa imposible hacer lo que hago.
P. Solo este a?o ha colaborado en un serie de televisi¨®n (Upstart Crow), en un telefilme (King Lear), ha hecho varios trabajos de voz y tiene dos estrenos, Johnny English Strikes Again y ahora El veredicto. ?Qu¨¦ hace cuando tiene un par de horas libres?
R. Duermo (risas). Te dir¨ªa que voy al cine, pero ya no hay pel¨ªculas que duren dos horas. Tampoco soy mucho de ver la tele aunque vi The Crown de un tir¨®n. Si tengo dos horas, leo. Me gustan las novelas hist¨®ricas como las de Philippa Gregory o el trabajo de esa gran escritora feminista Rebecca Solnit.
P. Su defensa de la igualdad, del feminismo, es muy anterior al movimiento #MeToo. ?Han mejorado en algo las cosas?
R . Cambian y no cambian. Sobre todo y ante todo soy una feminista que cree en los derechos de la mujer y en la igualdad. Y me es imposible sentir simpat¨ªa o fe en cualquier instituci¨®n que sistem¨¢ticamente oprima a la mujer. Por eso soy atea. Porque la religi¨®n cuenta con una larga historia de opresi¨®n de la mujer.
P. Uno de sus ¨²ltimos trabajos ha sido un anuncio para Greenpeace que ha vuelto a levantar la pol¨¦mica. Esta no es su primera colaboraci¨®n con la organizaci¨®n ecologista.
R.? Mantengo una relaci¨®n muy estrecha con Greenpeace. He viajado dos veces con ellos al ?rtico y el a?o que viene volveremos a trabajar juntos. Es una organizaci¨®n muy efectiva en parte por su postura pol¨ªtica, porque no les importa violar la ley y utilizar la desobediencia civil si con ello llaman la atenci¨®n a los problemas que nos acucian. Estamos tan enganchados a las energ¨ªas no renovables como lo estamos al tabaco. Y la soluci¨®n m¨¢s f¨¢cil y r¨¢pida para muchos de nuestros problemas es el boicot.
P. El Reino Unido vive momentos complicados con la implementaci¨®n del Brexit. ?C¨®mo est¨¢ siguiendo la recta final?
R: El mundo debe de pensar que hemos perdido la cabeza. Los resultados me sumieron en el pesar porque nac¨ª 14 a?os despu¨¦s del final de la Segunda Guerra Mundial. Todav¨ªa recuerdo el sentimiento de p¨¦rdida que se respiraba en Londres, en una Europa traumatizada por ambas guerras. La idea de fraccionar la uni¨®n me pone triste. Pero hay que darse cuenta que son muchos los que se sienten desencantados con el sistema. Los que se sienten ignorados por nuestro gobierno o por la uni¨®n de los pa¨ªses europeos. As¨ª que lo que nazca ahora tiene que ser una nueva uni¨®n, una mejor. Prefiero pensar que es un buen momento para que nazca algo nuevo. Me consuelo con ese pensamiento.
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