Paco
Ahora Francisco Calvo Serraller es, para los vivos, un arcano.
Coincidimos en la universidad madrile?a cuando todav¨ªa cantaba Marisol y siempre fue un hombre animoso y sagaz, pero en los ¨²ltimos meses recibi¨® el mazazo definitivo despu¨¦s de haber recibido tantos otros. Nos ve¨ªamos con frecuencia porque compart¨ªamos barrio y yo observaba su decaimiento con inquietud: cada d¨ªa era menos due?o de su cuerpo. Estoy persuadido de que acept¨® la muerte como una liberaci¨®n, no para ¨¦l, sino para aquellas personas que de ¨¦l cuidaban.
Para los amigos siempre fue Paco, aunque sus innumerables disc¨ªpulos lo llamaran Francisco Calvo Serraller. Ha sido uno de los m¨¢s sobresalientes pedagogos que ha dado la posguerra espa?ola en un terreno, el arte, que, como ¨¦l mismo, sufr¨ªa una enfermedad degenerativa. No se dedic¨® a los estudios art¨ªsticos por c¨¢lculo pr¨¢ctico, sino por pasi¨®n intelectual. El arte era un dep¨®sito de significados donde rebuscaba alg¨²n sentido para nuestra existencia. La vida es breve y, para ¨¦l, dram¨¢tica, por eso la urgencia de alg¨²n sentido es acuciante cuando se esfuma el consolador espejismo de la religi¨®n. Puede alguno creer que ser¨¢ la ciencia la que entienda nuestra radical insignificancia. Otros luchar¨¢n por mantener una vida digna a pesar de la nada que nos acecha. Pero los hay, como Paco, que no se resignan y encuentran en el arte un diccionario de la existencia a trav¨¦s de los siglos.
Acabo de leer lo que quiz¨¢s sea su ¨²ltimo escrito, el pr¨®logo a un curioso librito sobre El vino de la fiesta de San Mart¨ªn de Bruegel, breve e intenso texto de Alicia Rod¨¦s. Insiste Paco, por ¨²ltima vez, en el ¡°irreductible misterio¡± del arte, nuestro asidero final. Ahora ¨¦l es, para los vivos, un arcano. Tambi¨¦n, de alg¨²n modo, un signo tan insondable y magno como una obra de arte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.