?Para cu¨¢ndo un uniforme ¨²nico para ni?os y ni?as?
Galicia da la opci¨®n a las chicas a llevar pantal¨®n si lo desea. Ahora, la cuesti¨®n es si a trav¨¦s del uniforme se siguen perpetuando estereotipos y c¨®mo solucionar el problema
Galicia ser¨¢ la primera comunidad aut¨®noma en regular la eliminaci¨®n de la falda obligatoria para las ni?as en los centros escolares que exigen uso de uniforme. La regulaci¨®n es una novedad, pero no lo es la pr¨¢ctica, ya que algunos centros de ense?anza, tanto privados como p¨²blicos, ya daban la libre elecci¨®n de vestimenta a las alumnas. Para Alba Alonso, maestra y gran divulgadora de la educaci¨®n libre de estereotipos a trav¨¦s del proyecto Realkiddys, es una medida que llega algo tarde. ¡°La sociedad ya ha dado el paso y ya hay colegios que, gracias a iniciativas de madres y padres, han decidido dar el paso y permitir el uso de pantalones en las ni?as. Pero desde luego hacerlo oficial animar¨¢ a muchos m¨¢s centros a adherirse a ello y seguro que m¨¢s comunidades acabar¨¢n reproduciendo la idea¡±, opina.
Los colegios SEK International Schools iniciaron el pasado mes de septiembre un proyecto piloto en este sentido en uno de sus colegios, el madrile?o SEK International School Ciudalcampo. En ¨¦l, las alumnas de Secundaria y Bachillerato pueden elegir desde este curso si quieren hacer uso de pantal¨®n o de falda, una medida que se extender¨¢ al resto de centros para el curso 2019-2020. Desde el colegio informan de que el objetivo es ¡°fomentar la igualdad entre chicos y chicas, y eliminar diferencias entre sus roles¡± y dicen que esta opci¨®n ya cuenta con una amplia aceptaci¨®n entre las alumnas.
Mucho antes, desde el curso 2003-2004, en el colegio p¨²blico Monte de El Pardo de Madrid las alumnas de todas las etapas pueden elegir entre ambas vestimentas. As¨ª lo reflejan en su web: el uniforme de las ni?as, falda o pantal¨®n gris con polo blanco. Los ni?os pueden optar entre pantal¨®n largo o corto gris y polo blanco. Contaba su directora, Mar¨ªa Teresa Garc¨ªa Mart¨ªn, en otro art¨ªculo sobre el uniforme como prenda de discriminaci¨®n sexista, que la elecci¨®n del pantal¨®n es m¨¢s habitual entre las ni?as de menor edad pero que a medida que van creciendo, disminuye la opci¨®n de pantal¨®n.
Faldas, ?tambi¨¦n para ellos?
Cuenta Alba Alonso que los uniformes escolares comenzaron a utilizarse en las escuelas pertenecientes a ¨®rdenes religiosas durante el siglo XVI con el objetivo de distinguir entre pobres y ricos. Actualmente, en pleno siglo XXI, reconoce que los uniformes est¨¢n lejos de aquella diferenciaci¨®n y se busca con ello otras finalidades que van desde opuestos como el elitismo o el ahorro econ¨®mico de las familias. Sin embargo, la cuesti¨®n ahora es si a trav¨¦s del uniforme se siguen perpetuando estereotipos y c¨®mo solucionar este problema ya que, si pretendemos educar en igualdad, ?les obligamos a diferenciarse con la obligatoriedad de faldas y pantalones?
¡°A trav¨¦s del uniforme es muy claro que s¨ª se hace. No hay opciones. La falda impide movilidad, dinamismo. Es otra manera de restar acci¨®n a las ni?as y que acaben siendo m¨¢s pasivas mientras ven c¨®mo ellos suben a todas partes. La falda puede ser una opci¨®n, pero nunca deber¨ªa ser una obligaci¨®n. En el caso de las escuelas que no demandan uniforme tambi¨¦n observamos a ni?as cuyos "modelitos" les restan no solo movilidad, sino autonom¨ªa y comodidad¡± responde Alba Alonso.
Comparte este argumento Charo Altable, profesora em¨¦rita que actualmente realiza cursos de formaci¨®n sobre igualdad y miembro de la junta directiva de la Asociaci¨®n por la coeducaci¨®n, para quien la falda no debe ser nunca obligatoria: ¡°Las mujeres, y esto vale tambi¨¦n para las ni?as y adolescentes, hemos elegido y elegimos muchas veces los pantalones por comodidad, para poder correr, saltar y sentarnos como queramos y para vencer al fr¨ªo. No tiene sentido que la falda sea obligatoria en los uniformes de escolares y deber¨ªa ser siempre opcional¡±. Cuenta Altable que los chicos tambi¨¦n deber¨ªan poder hacer lo que deseen en ese sentido y que acabar con la falda obligatoria para las ni?as y j¨®venes ¡°es un gesto que ayuda a no discriminar¡±.
Destaca Alba Alonso que, aunque actualmente en nuestra sociedad los ni?os no visten faldas, le parece correcto que un ni?o ¡°desee expresar su g¨¦nero llevando una falda¡±. Sin embargo, cree que a¨²n queda camino por recorrer como sociedad en este sentido, como ¡°tambi¨¦n hubo un tiempo en el cual ni?as y mujeres no llevaban pantalones¡±. Y es que, lo cierto es que hubo que esperar a pasar la mitad del siglo XX para que la moda femenina incluyera el pantal¨®n como una prenda m¨¢s a disposici¨®n de las mujeres.
?Ser¨ªa un uniforme neutro la soluci¨®n m¨¢s adecuada? ¡°En el momento que das opciones para todos ya lo haces neutro. Un uniforme debe ser c¨®modo, pr¨¢ctico en su limpieza y planchado porque se va a usar con mucha frecuencia y acorde a la meteorolog¨ªa. Que ni?as y ni?os no puedan llevar pantal¨®n corto en verano no tiene sentido. Que las ni?as tengan que llevar falda cuando hace un fr¨ªo que pela tampoco es l¨®gico. M¨¢s que neutralidad lo que necesitamos en esta sociedad es sentido com¨²n¡±, responde la fundadora de Realkiddys.
M¨¢s all¨¢ va Agust¨ªn Zaragoz¨¢ Granell, profesor de Filosof¨ªa en el IES Blasco Ib¨¢?ez de Cullera (Val¨¨ncia) y agente de igualdad de la Asociaci¨®n para la coeducaci¨®n, quien considera que ninguna imposici¨®n es positiva y cree que el alumnado deber¨ªa elegir libremente su vestimenta: ¡°La imposici¨®n de la falda a las chicas ha sido una de las marcas de g¨¦nero significativas en una sociedad patriarcal y machista. La alternativa m¨¢s inteligente consiste en dar libertad a las chicas y chicos para que escojan su estilo propio, que es, en cierto modo, la apuesta por la diversidad. La uniformidad siempre maltrata a la libertad. Es maravilloso entrar en el aula y ver una juventud plural, diferente, heterog¨¦nea, distinta, cada cual con sus particularidades¡±.
Coeducaci¨®n para eliminar estereotipos
Vivimos en una sociedad que abraza estereotipos de g¨¦nero; estereotipos que modifican nuestras conductas y que, por tanto, tienen consecuencias en el futuro. Ya desde la infancia la familia como primer agente de socializaci¨®n de los ni?os y las ni?as se convierte en un importante transmisor de estereotipos. Despu¨¦s, la escuela, el otro lugar en el que construyen sus valores y su personalidad a trav¨¦s de los que son all¨ª sus referentes: maestros y compa?eros.
Parte de la soluci¨®n al fin de los estereotipos pasa para Charo Altable por la coeducaci¨®n en las escuelas, un proceso que se inicia con el diagn¨®stico y el an¨¢lisis de la pr¨¢ctica escolar y de los contenidos, para despu¨¦s elaborar ¡°un plan de intervenci¨®n sistem¨¢tica sin las barreras de los estereotipos de g¨¦nero, hacia una construcci¨®n com¨²n y no enfrentada¡±. Se?ala Agust¨ªn Zaragoz¨¢ que la escuela sigue anclada en ¡°un paradigma educativo machista¡± y que la coeducaci¨®n es la herramienta necesaria para combatirlo. ¡°Nos faltan mujeres en los libros de texto y el machismo impregna el d¨ªa a d¨ªa. Lo vemos en los patios ¨Cque siguen bajo la tiran¨ªa del f¨²tbol¨C, en que apenas hay un compromiso firme contra la violencia de g¨¦nero o en que las chicas siguen recibiendo mensajes sexistas¡±, cuenta.
?Est¨¢n las escuelas preparadas para educar en igualdad de g¨¦nero? Responde Alba Alonso que hay una parte del profesorado que est¨¢ haciendo grandes esfuerzos por coeducar. Menciona que en Facebook hay un grupo llamado "Claustro Virtual de Coeducaci¨®n" donde se comparten recursos, se solventan dudas y se hacen propuestas interesantes relacionadas con esta tem¨¢tica; grupo que fue el germen del primer Congreso Internacional en Coeducaci¨®n y G¨¦nero celebrado el pasado mes de octubre en el auditorio de la Universidad Carlos III. Sin embargo, afirma que en el mismo grupo tambi¨¦n se constata el desaliento de algunos docentes que no tienen apoyo en sus centros o que comparten el camino con docentes que ¡°aunque no ponen impedimentos, act¨²an como si eso no fuera con ellos¡±. Para Alonso, ¡°a¨²n muchos docentes piensan que educar sin estereotipos de g¨¦nero es algo de la profe "de igualdad" del cole o bien ¨²nicamente para poner un check en la actividad de los d¨ªas 25 de noviembre y 8 de marzo¡±.
Y no s¨®lo las escuelas. La reeducaci¨®n de las familias en cuanto a estereotipos para acompa?ar el trabajo de los maestros es fundamental. ¡°La educaci¨®n de la escuela y la de casa deben ir de la mano, es un trabajo en equipo. Pero no siempre ocurre as¨ª. Por eso formar a padres y madres es un paso que nos queda por hacer. Son tan importantes como el profesorado en esta lucha contra los estereotipos. En muchos casos es simple dejadez y desconocimiento de lo negativos que son los estereotipos y la educaci¨®n diferenciada por sexos, por eso nuestra labor es que la coeducaci¨®n llegue a todas las esferas, que traspase el aula¡±, concluye Alba Alonso.
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