Si ya es un reto nacer con discapacidad mental, imagine en un pa¨ªs pobre
Una mujer camerunesa cruza el continente caminando y nadando para poder dar una educaci¨®n a su hija con autismo
La camerunesa Alima Ngoutme no recibi¨® respuesta alguna cuando naci¨® su hija en 2004 en la ciudad de Duala, al suroeste del pa¨ªs. ¡°No se mov¨ªa, no lloraba¡±, cuenta la mujer. Ning¨²n m¨¦dico le explic¨® en aquel entonces que su hija Lamina padec¨ªa autismo y ten¨ªa una discapacidad intelectual. Tuvo que darse cuenta sola, ya que no hab¨ªa especialistas que la guiaran. Pero el drama no se qued¨® ah¨ª. Ella era joven, ten¨ªa 19 a?os cuando naci¨® la ni?a, por lo que a¨²n estaba estudiando. ¡°Mis compa?eras dejaron de saludarme y de prestarme los libros¡±, dice. Su entorno considera la discapacidad como un castigo divino. Muchas madres suelen ser abandonadas por sus maridos. No fue el caso de Alima, que s¨ª recibi¨® el apoyo de su esposo y de la abuela de la ni?a. Este apoyo fue clave cuando la camerunesa decidi¨® partir sola, por tierra y por mar, rumbo a Europa para darle una educaci¨®n a su hija.
Tras una larga traves¨ªa por medio continente, Alima logr¨® llegar a Espa?a. Se asent¨® en Madrid, comenz¨® a trabajar, mientras su hija permanec¨ªa con la abuela en Camer¨²n. Tard¨® seis a?os en poder reagruparse con Lamina. ¡°Me mantuve fuerte, nunca baj¨¦ la guardia. Ten¨ªa claro que har¨ªa de mi hija alguien en un mundo en el que no hab¨ªa sitio para ella¡±, explica desde el festival Conciencia Afro donde intervino a finales de septiembre. Desde que la ni?a lleg¨® a Espa?a, su madre dice que no se separa de ella. Ha recuperado la sonrisa y tiene amigos. Es libre. ¡°En ?frica muchas madres esconden a sus hijos, y las entiendo, porque en la calle les tiran piedras¡±, cuenta.?
En Camer¨²n se estima que dos de 23 millones de habitantes padecen alguna discapacidad
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) estima que, en Camer¨²n, dos de 23 millones de habitantes padecen alguna discapacidad, pero no existen pol¨ªticas ni planes estrat¨¦gicos para tratar a las personas con discapacidad mental. A lo que se suma que padecer una enfermedad mental es un estigma. ¡°Cre¨¦ la asociaci¨®n Mirando por ?frica para sacar a esos ni?os de sus encierros¡±, explica Alima Ngoutme. En 2015, cuatro a?os despu¨¦s de crear su asociaci¨®n, la camerunesa organiz¨® un viaje a Duala con psic¨®logos, psicopedagogos y educadores voluntarios con el objetivo de concienciar al entorno m¨¢s cercano de ni?os con discapacidad intelectual y conseguir los apoyos suficientes para abrir un centro para los menores y sus madres. Tambi¨¦n document¨® la experiencia a trav¨¦s de un documental realizado por la periodista?Silvia Mui?a.?
Al llegar a Duala, el primer paso fue ir puerta por puerta para encontrar a los ni?os. ¡°Era la ¨²nica manera de llegar a las madres, ya que los tienen metidos siempre en casa¡±, explica Alima. Todos los vecinos saben donde vive alg¨²n ni?o con discapacidad. Muchos creen que ¨¦sta es contagiosa, por lo que evitan el contacto con esos peque?os. ¡°Mi cu?ada me dijo que mi hijo era un vampiro¡±, le contaba una de las madres.?El v¨ªdeo (ver arriba) es un recorrido por la historia de Alima?Ngoutme y su traves¨ªa para hacer llegar su mensaje a otras madres de ni?os con discapacidad mental en Camer¨²n. "Ojal¨¢ podamos construir la primera escuela de educaci¨®n especial para ellos y sus madres", concluye?Ngoutme.
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