¡®Spain is not different¡¯
El triunfo de Vox puede ser infinitamente mayor si consiguen que nos apliquemos el cuento
![Rueda de prensa en Sevilla del presidente de Vox, Santiago Abascal, y el candidato a la presidencia de la Junta, Francisco Serrano.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KCHG2AL7ZV5ZOLQXUE6IPSWEB4.jpg?auth=97dc1a3d04c64442a4612f9bb792c2c2ff09bd7b61b87c90ff6f347116cc0ce3&width=414)
Nunca fuimos diferentes. Y ahora ya convergemos hasta el tu¨¦tano con el resto de Europa. Los votantes de Vox emergen en Andaluc¨ªa, la comunidad que m¨¢s ha votado en esta democracia a la izquierda. Ya est¨¢n aqu¨ª, en las instituciones, los amigos de Le Pen.
Su llegada trastoca todo el panorama pol¨ªtico, aunque todav¨ªa no sabemos si es un fuego de artificio, como tantos otros hemos visto, o si ha venido para quedarse. Pero llama la atenci¨®n la ligereza de los argumentos con los que se analiza y reclaman actuaciones pol¨ªticas para que el fen¨®meno no crezca. Ojo con lo que hacemos que los ultras se enfadan, no le demos de comer al monstruo, no sea que.
Parece fuera de toda duda que muchos espa?oles se han sentido heridos por la propaganda despectiva que los independentistas catalanes hiperventilados han hecho correr como causas para la ruptura. Espa?oles de todos los colores, progresistas tambi¨¦n, y desde antes del 6 y 7 de septiembre de 2017. Y que en el oto?o de la ruptura constitucional vieron peligrar adem¨¢s el delicado equilibrio con el que se hab¨ªa articulado un pa¨ªs con una historia bien complicada detr¨¢s. Probablemente, en Andaluc¨ªa acabamos de comprobar la dimensi¨®n de esa herida y ese temor.
No falta quien atribuye al movimiento feminista la reacci¨®n de hombres atemorizados por¡ por¡ ?por qu¨¦ exactamente? No se sabe bien. Es como si a los obreros que reclamaban la jornada de ocho horas a finales del siglo XIX se les acusara del auge de los totalitarismos.
Curiosamente, se analiza mucho menos y se buscan menos soluciones al miedo que provoca el descontrol de la econom¨ªa globalizada que empobrece sin esperanza y dinamita la democracia. O a los pol¨ªticos que no saben remediarlo y disfrazan su impotencia o su incapacidad de ret¨®rica vac¨ªa.
M¨¢s all¨¢ de la censura al espect¨¢culo de mendigar el apoyo a los Presupuestos Generales, quienes sobre la crisis catalana piden acabar con la pol¨ªtica de distensi¨®n, ?a qu¨¦ se refieren exactamente? Quienes hablan del feminismo como multiplicador de reaccionarios, ?qu¨¦ esperan que hagan las mujeres cuando las acosan, agreden o discriminan? Vox ha sacado 12 diputados en el Parlamento andaluz; son muchos m¨¢s de lo esperado pero solo 12 de 109. Ahora bien, su triunfo puede ser infinitamente mayor si consiguen que nos apliquemos el cuento.
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