Falsos f¨¦nix y falsas falacias
Hay palabras que parecen f¨¦nix pero son dragones camuflados, y aparentes falacias que esconden verdades
Las palabras f¨¦nix, que -como la propia ¡°f¨¦nix¡±- no riman con ninguna otra, han sido comparadas con los n¨²meros primos; ?es una comparaci¨®n acertada o muy tra¨ªda por los pelos? No escasean en castellano, aunque algunas han dejado de serlo con la incorporaci¨®n de nuevos vocablos: neologismo relativos a las nuevas tecnolog¨ªas y barbarismos propiciados por la creciente interculturalidad. As¨ª, la semana pasada (ver comentarios) algunas de las propuestas de los lectores resultaron ser falsos f¨¦nix, como ¡°cenit¡±, que rima con ¡°bit¡±, o ¡°acimut¡±, que rima con ¡°kamut¡± (y tambi¨¦n con ¡°mamut¡±, por lo que hace mucho que dej¨® de ser f¨¦nix). Otras palabras ex f¨¦nix son ¡°cofre¡±, que desde hace unas d¨¦cadas rima con ¡°gofre¡±, o ¡°quisqui¡±, que rima con ¡°g¨¹isqui¡±. En el extremo opuesto de los falsos f¨¦nix, los t¨¦rminos de uso cotidiano y apariencia com¨²n que sin embargo s¨ª lo son, como ¡°¨¢rbol¡±, ¡°cuerpo¡±, ¡°muslo¡± o ¡°tiempo¡±.
Y hablando de singularidades ling¨¹¨ªsticas, merecen menci¨®n especial las palabras h¨¢pax, que son aquellas que aparecen una sola vez en un idioma, o en un libro, o en la obra de un autor (como el t¨¦rmino ¡°golem¡±, que aparece una sola vez en la Biblia). ?Hay alguna palabra h¨¢pax en este art¨ªculo (sin contar los t¨¦rminos entrecomillados)? ?Es ¡°h¨¢pax¡± una palabra f¨¦nix? ?Y en qu¨¦ contexto no trivial ser¨ªa ¡°f¨¦nix¡± una palabra h¨¢pax?
?Y las ideas f¨¦nix, las que no ¡°casan¡± con las dem¨¢s? Nuestros lectores han se?alado varias, como la superconductividad o el ¨¦ter. Pero tal vez la idea m¨¢s singular de la ciencia actual sea el concepto mismo de singularidad (con lo que ¡°singularidad¡± ser¨ªa, adem¨¢s, un t¨¦rmino autorreferente), del mismo modo que esas singularidades extremas que son los agujeros negros son los objetos m¨¢s singulares del universo. ?O no?
Falacias enga?osas y relojes acoplados
Y de los falsos f¨¦nix a las falsas falacias, que el matem¨¢tico y divulgador Ian Stewart llama ycallaf (fallacy al rev¨¦s). Como hemos visto en anteriores cap¨ªtulos de El juego de la ciencia, a veces no es f¨¢cil distinguir entre paradojas y falacias, y para complicar a¨²n m¨¢s las cosas est¨¢n las falacias aparentes y las ambiguas. Por ejemplo, la afirmaci¨®n ¡°En ezta frase ay quatro errores¡± ?es verdadera o falsa?
Adem¨¢s de excelentes libros de divulgaci¨®n matem¨¢tica, Ian Stewart ha publicado importantes trabajos sobre osciladores acoplados y sincronizaci¨®n biol¨®gica, un tema que se remonta a mediados del siglo XVII, cuando el gran f¨ªsico holand¨¦s Christiaan Huygens, inventor del reloj de p¨¦ndulo, observ¨® casualmente que un par de relojes que hab¨ªa construido hac¨ªa poco, y que estaban colgados en la pared a poca distancia el uno del otro, oscilaban de forma totalmente sincr¨®nica. Para descartar la posibilidad de una coincidencia fortuita, los desacompas¨® una y otra vez, pero los relojes siempre volv¨ªan a sincronizarse al poco rato, como si una mano invisible los acoplara. ?Por qu¨¦? ?Y qu¨¦ tiene eso que ver con la sincronizaci¨®n biol¨®gica?
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal
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