RR HH

Se necesitan muertos para una independencia. Se valorar¨¢n conocimientos b¨¢sicos de esloveno, juventud, pr¨¢ctica y or¨ªgenes humildes. Interesados, enviar curr¨ªculum a la atenci¨®n del president Torra, Generalitat de Catalunya. Discreci¨®n garantizada.

Bueno, no todo iba a ser malo. Valoremos la creaci¨®n s¨²bita de varias decenas de puestos de trabajo fijos en un panorama laboral donde la temporalidad es la norma. Todos los muertos de todas las guerras deber¨ªan cubrirse de este modo, por m¨¦ritos, para que no perezcan quienes no deben. De otro lado, poniendo a los ca¨ªdos por delante, sobre el mostrador, como el que saca el fajo de billetes antes de que le entreguen la mercanc¨ªa, se podr¨ªa suprimir el conflicto armado, con el ahorro consiguiente en el gasoil de los tanques, en los uniformes, en los obuses y en la reconstrucci¨®n de las ciudades bombardeadas. Sobre esto ¨²ltimo albergamos dudas, pues lo cierto es que la reconstrucci¨®n de Irak, por ejemplo, reactiv¨® la econom¨ªa de quienes la hab¨ªan destrozado. El fallo estuvo en no negociar previamente el n¨²mero de v¨ªctimas para convocar oposiciones a muerto, como debe ser.

Se agradece esta vuelta a las buenas costumbres, al concurso p¨²blico, en momentos en los que el intrusismo es la norma. Para morir por la patria lo primero que se precisa es ardor. No ardor de est¨®mago, se entiende, sino ese otro que provocan los himnos y el ondear de las banderas y que le hace a uno olvidar necesidades primordiales como la de comer todos los d¨ªas. Tampoco est¨¢ de m¨¢s combinar esa pasi¨®n con unas dosis de exaltaci¨®n de tipo religioso. Dios siempre ha maridado muy bien con la patria. Todo esto es para ayudar a los de recursos humanos en la selecci¨®n de aspirantes. De nada.