Catalu?a : la rendija

La torpeza tiene siempre su precio, en pol¨ªtica como en toda actividad social. Es as¨ª como en la tragedia que nos conmueve, el crimen de Laura Luelmo, resulta inevitable subrayar la torpeza de la Guardia Civil, dejando que los d¨ªas pasaran sin registrar la casa de enfrente, vivienda de un vecino sospechoso por s¨ª mismo.

En una cuesti¨®n, ahora pol¨ªtica, otra manifestaci¨®n de torpeza, el agrio planteamiento del ¡°155 ya¡± en el Congreso por parte de PP y Ciudadanos, sin posibilidades de ¨¦xito, ha creado los supuestos para que el doble gesto de Pedro S¨¢nchez en Barcelona aparezca como ¨²nica v¨ªa disponible para encontrar una salida al laberinto catal¨¢n. Las penosas im¨¢genes de un Gobierno que tiene que ser protegido por un ej¨¦rcito para celebrar su Consejo de Ministros o de un presidente obligado a sonre¨ªr y hacer concesiones a un tipo como Quim Torra, quedan justificadas por la obstinaci¨®n de sus adversarios pol¨ªticos al erigir un muro destinado a hacer inevitable el enfrentamiento. Y yo a?adir¨ªa que a medio plazo la independencia traum¨¢tica de Catalu?a.

Los Presupuestos importan, pero tambi¨¦n son incuestionables los esfuerzos de S¨¢nchez por crear un ambiente donde Gobierno y Govern afronten la incompatibilidad entre soberan¨ªa catalana y vinculaci¨®n espa?ola: ¡°El conflicto¡±. La redacci¨®n del comunicado conjunto prefigura ya un cauce, consistente en esbozar una convergencia de objetivos, mediante t¨¦rminos de significaci¨®n dual, es decir, jugando con su polisemia. ¡°Una respuesta pol¨ªtica a las demandas de los ciudadanos de Catalu?a¡±, remite por un lado al ¡°pueblo catal¨¢n¡± del independentismo; por otro a la ciudadan¨ªa, base de la democracia. El ¡°marco de la seguridad jur¨ªdica¡± es visto aqu¨ª como la innominada Constituci¨®n, sin unilateralidad; para Torra implica una soluci¨®n legal estrictamente catalana, evitando la interferencia constitucional. En l¨ªnea con la alusi¨®n previa a una propuesta ¡°con un amplio apoyo en la sociedad catalana¡±, que enlaza con la de Pedro S¨¢nchez de ¡°un nuevo autogobierno votado por el 70% de los catalanes¡±, evitando as¨ª tanto el t¨¦rmino maldito de Estatuto como la independencia. Pero voto significa refer¨¦ndum catal¨¢n, indudable punto de encuentro.

El camino est¨¢ sembrado de obst¨¢culos, incluida la guerra abierta declarada por PP y Ciudadanos. La fragmentaci¨®n constitucionalista es total, ante la cohesi¨®n indepe. Pudo verse el 21-D: discursos y movilizaciones de masas ¡°antirr¨¦gimen¡±, violencia sistem¨¢tica CDR , presos, contienda de s¨ªmbolos.

Apenas el horizonte conciliador tiene perfiles y borrosos: una soberan¨ªa cuasi-estatal de Catalu?a en el marco de un Estado dual. Y entonces, ?qu¨¦ hacer con Euskadi y las dem¨¢s autonom¨ªas para evitar una disgregaci¨®n generalizada?