La familia
Es un buen momento para comprobar la distancia entre la farfolla sobre lo espa?ol y la realidad de este pa¨ªs
A mi amigo le toc¨® hacerse cargo de los divorcios en una ¨¦poca y en una familia en la que esas cosas no pasaban. Buscar abogadas para la hermana o el hermano, explic¨¢rselo a los padres, proteger a los sobrinos del vendaval emocional y animar las cenas de Nochebuena normalizando la nueva realidad. Luego le toc¨® cuidar del primo yonqui que arras¨® con lo que hab¨ªa en la casa familiar, que dej¨® muda de dolor a la abuela, lo sac¨® de la c¨¢rcel tras el ¨²ltimo atraco en una farmacia, vivi¨® con ¨¦l los tratamientos de desintoxicaci¨®n, las fugas, las reca¨ªdas, la hepatitis, la salvaci¨®n final.
A las amigas de mi amigo les toc¨® acompa?ar a abortar a su sobrina mayor y entrar acojonadas a la cl¨ªnica porque dos polic¨ªas vigilaban la entrada cercana de una embajada. Y entonces el aborto no era una opci¨®n libre. A ¨¦l le toc¨® tambi¨¦n ser el primero en conocer a la pareja gay del t¨ªo soltero, fue ¨¦l quien le anim¨® a salir del armario, a presentarlo en casa, a que poco a poco los peque?os empezaran a llamarlo t¨ªo tambi¨¦n.
Y cuando se aprob¨® la ley del matrimonio igualitario organiz¨® con ellos aquella boda tan llena de emoci¨®n como de dificultades familiares y se encarg¨® de que los mayores encontraran su sitio en aquel jolgorio que no entend¨ªan. M¨¢s recientemente, le ha tocado estar atento a los descalabros que la crisis iba provocando en esta casa y en aquella, tapando agujeros y sin Gordo de la Loter¨ªa.
Mi amigo no monta un bel¨¦n en su casa en estas fechas, como dice Teodoro Garc¨ªa Egea, el nuevo secretario general del PP, que hacen los espa?oles. No, mi amigo no monta un bel¨¦n, pero no conozco a nadie que haya hecho m¨¢s por la familia espa?ola que ¨¦l. Acumula, como todos a cierta edad, una buena colecci¨®n de fracasos y estropicios, est¨¢ lleno de contradicciones, vive razonablemente feliz con su pareja, atiende a hijos de varios matrimonios, suyos y de ella, y esta semana no sale de la cocina. Espa?ol, muy espa?ol, un gran espa?ol.
Estas fiestas entra?ables nos vienen de perlas este a?o para hacer fact checking. Para que cada cual compruebe, en su mesa, la distancia entre toda esa farfolla que vuelve a circular sobre qu¨¦ es ser espa?ol-espa?ol-espa?ol y la realidad de este pa¨ªs.
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