Andaluc¨ªa: la regla de tres
Rivera y Abascal fingen un desencuentro andaluz que Casado arbitrar¨¢ en otros escenarios electorales
El imperativo de la evacuaci¨®n del socialismo en Andaluc¨ªa convert¨ªa en teatrillo pol¨ªtico las desavenencias de Ciudadanos y Vox. Tanto ard¨ªa el debate en las redes sociales entre Rivera y Abascal, tanto prosperaba el acuerdo de ¡°las tres derechas¡± con la mediaci¨®n vaticana del PP. Son los populares los que acceden al requisito profil¨¢ctico de Ciudadanos ¡ªpactar con Vox, pero poco¡ª y los que habilitan al partido ultra en la mesa del Parlamento, un sacrificio estrat¨¦gico que garantiza la presidencia de Moreno y que establece los principios de un canon pol¨ªtico nacional.
Es entra?able, candoroso, el esfuerzo con que Ciudadanos reniega p¨²blicamente de un aliado necesario. Se ha producido, de facto, un acuerdo triangular ¡ªno hay investidura sin Vox, como no habr¨¢ legislatura sin sus apoyos¡ª, pero el cinismo contemporizador de Juan Mar¨ªn es el mismo que podr¨ªa objetarse a un jugador de billar americano que se vale de una bola (el PP) para introducir otra (Vox) en la tronera.
Ciudadanos y Vox practican sexo telef¨®nico. No llegan a tocarse, pero utilizan mensajeros interpuestos. Pablo Casado ser¨ªa el shabbos goy de Albert Rivera, o sea, el sujeto pagano, el gentil, al que puede recurrir un jud¨ªo ortodoxo para delegar y realizar las pr¨¢cticas prohibidas en el reposo del Sabbath. Hacerse se hacen, pero sin mancharse las manos.
La carambola sevillana ha suscitado en la izquierda las mayores sugestiones oscurantistas ¡ªla derechona, la derechona¡ª, pero el acuerdo program¨¢tico del PP y de Cs, expuesto a la testosterona de Vox, tanto puede homologarse a un h¨ªbrido socioliberal como es descriptivo de un cambio de inercia que penaliza la esclerosis del socialismo andaluz y amenaza el bienestar pol¨ªtico de S¨¢nchez.
El mejor salvoconducto del que dispone el presidente del Gobierno consiste en utilizar el monstruo del ¡°three party¡± ¡ªas¨ª lo ha llamado Zapatero¡ª como argamasa de la precaria coalici¨®n que lo condujo a la investidura. M¨¢s le conviene a los aliados ¡°indepes¡± la bandera de la rosa en la Moncloa que los mocasines de Pablo Casado, pero el hipot¨¦tico acuerdo de unos Presupuestos ¡ªcuando se acercan, se alejan, cuando se alejan, se acercan¡ª y los privilegios derivados al soberanismo podr¨ªan acorralar al propio S¨¢nchez en la represalia electoral que ya ha evacuado al PSOE de Andaluc¨ªa.
Se explica as¨ª la incertidumbre de las baron¨ªas y de los ayuntamientos socialistas en el inminente examen electoral de 2019. La capitulaci¨®n de San Telmo define un escenario premonitorio. No puede sustraerse Susana D¨ªaz a su responsabilidad espec¨ªfica, pero el cambio de ¨¦poca en Andaluc¨ªa sobrentiende un escarmiento a la gesti¨®n de la crisis catalana y predispone una nueva aritm¨¦tica de alianzas pol¨ªticas que convierte a Pablo Casado en principal aspirante a la Moncloa.
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