NHS: la destrucci¨®n de un mito
La insuficiencia financiera y la falta de profesionales deterioran el Servicio Nacional de Salud Brit¨¢nico
Hace tiempo que el National Health Service (NHS), el servicio p¨²blico de salud considerado de referencia en el mundo, dej¨® de ser la joya de la Corona brit¨¢nica. Las reformas estructurales emprendidas por Margaret Thatcher lo pusieron en la picota y ahora, tras nueve a?os de austeridad, est¨¢ al borde del colapso. Mientras los pol¨ªticos brit¨¢nicos chapotean en las aguas confusas del Brexit, el NHS se deteriora a velocidad asombrosa. Sus propios datos muestran que ya no son solo las esperas y aglomeraciones en urgencias o la falta de camas para ingresos. El deterioro afecta a la atenci¨®n del c¨¢ncer, cuya evoluci¨®n depende de un diagn¨®stico y tratamiento tempranos.
En el ¨²ltimo a?o, el n¨²mero de pacientes oncol¨®gicos en los que no se cumplen los plazos de diagn¨®stico e inicio de tratamiento fijados por el propio NHS se ha incrementado en un 60%. M¨¢s 18.000 pacientes sufren cada mes demoras superiores a las que fijan las normas internas, que son 14 d¨ªas para la primera visita del especialista y 31 para iniciar el tratamiento tras la confirmaci¨®n del diagn¨®stico. Entre abril y noviembre pasados, el n¨²mero de casos en los que no se cumplieron los plazos fue de 124.000, m¨¢s que en todo el a?o anterior.
Con un d¨¦ficit subyacente de 4.300 millones de libras, el NHS brit¨¢nico sufre de insuficiencia financiera y humana. En junio ten¨ªa 107.743 plazas sin cubrir, de las cuales 41.000 eran de enfermer¨ªa y 11.500 de m¨¦dicos. La falta de recursos incide en el funcionamiento hasta el punto de que un 14% de las operaciones programadas se cancelan en el ¨²ltimo minuto. En el ¨¢rea de Oxford los gestores se han planteado restringir la aceptaci¨®n de pacientes para quimioterapia por falta de enfermeras.
El Brexit puede ser la puntilla. La ca¨ªda prevista del PIB reducir¨¢ los ingresos p¨²blicos y la nueva situaci¨®n dificultar¨¢ la movilidad profesional. Ya ahora la sanidad brit¨¢nica se sostiene en gran parte por los profesionales extranjeros, que en algunos hospitales alcanzan el 30% de la plantilla. La revista The Lancet advirti¨® en 2011 en un editorial sobre la peligrosa deriva en la que pod¨ªa entrar el sistema p¨²blico de salud. Si hace 40 a?os, cuando estaba en su apogeo e inspir¨® la Ley General de Sanidad espa?ola, alguien hubiera sugerido que el m¨ªtico NHS iba a encontrarse en esta situaci¨®n, nadie lo hubiera cre¨ªdo. ?C¨®mo han podido los brit¨¢nicos dejar que ocurriera?
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