La controversia sobre las pseudoterapias divide a los psic¨®logos
M¨¢s de 1.300 titulados firman una carta contra la posici¨®n "extremadamente preocupante" del Consejo General de la Psicolog¨ªa
El mundo de la psicolog¨ªa ya estaba revuelto por la dudosa utilidad de determinadas t¨¦cnicas y tratamientos poco o nada respaldados por evidencias cient¨ªficas que probaran su utilidad. Y la llegada del plan del Gobierno de Pedro S¨¢nchez para combatir las pseudoterapias ha sido como agitar un avispero en el seno de la psicolog¨ªa espa?ola.
"Algunas de las que pueden ser consideradas pseudoterapias pueden suponer beneficios contrastados para la salud de los pacientes", afirma el Consejo
El Consejo General de Colegios Oficiales de Psic¨®logos (COP), el ¨®rgano que representa a los profesionales espa?oles, public¨® nada m¨¢s arrancar el a?o un posicionamiento sobre este plan gubernamental. En su texto, lamentaba que no se hubieran tenido en cuenta la mayor¨ªa de las aportaciones del Consejo, y propon¨ªa a?adir un ambiguo p¨¢rrafo que ha provocado preocupaci¨®n entre numerosos psic¨®logos. "Algunas de las que pueden ser consideradas pseudoterapias pueden suponer beneficios contrastados para la salud de los pacientes, cuando son utilizadas correctamente por profesionales psic¨®logos", dice el enunciado propuesto por los representantes de los psic¨®logos espa?oles.
Este posicionamiento, y concretamente esa propuesta, ha levantado ampollas entre el mundo de la psicolog¨ªa porque, consideran, defiende el uso de pseudoterapias siempre que las usen los profesionales. Un grupo de profesionales decidi¨® entonces responder p¨²blicamente ante el Consejo con una carta que ya han firmado m¨¢s de 1.300 titulados. En su misiva califican esa frase como "una afirmaci¨®n err¨®nea y extremadamente preocupante viniendo de un ¨®rgano que, entre otras responsabilidades, debe velar por la calidad de la ense?anza y la pr¨¢ctica de la psicolog¨ªa en todos los ¨¢mbitos".
Del mismo modo, dos sociedades cient¨ªficas han reaccionado con "preocupaci¨®n" y pidiendo aclaraciones al Consejo. Por un lado, la?Sociedad para el Avance del Estudio Cient¨ªfico del Comportamiento (SAVECC) "considera que esas afirmaciones contribuyen a hundir la credibilidad de los psic¨®logos y psic¨®logas como profesionales de la salud al solicitar una condici¨®n especial, arbitraria y vagamente definida". Por otro, la Sociedad Espa?ola de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y de la Salud (SEPCyS) se ha puesto en contacto con el Consejo para transmitirle que ese p¨¢rrafo les "genera una importante preocupaci¨®n en tanto va en contra del art¨ªculo 18 del c¨®digo deontol¨®gico de la psicolog¨ªa", donde se dice que los profesionales de la psicolog¨ªa "no utilizar¨¢n medios o procedimientos que no se hallen suficientemente contrastados". "Creemos que este tipo de afirmaciones da?an la profesi¨®n", asegura SEPCyS.
Dos sociedades cient¨ªficas han reaccionado con "preocupaci¨®n" porque ese tipo de afirmaciones "da?an a la profesi¨®n"
En respuesta a estas reacciones, el presidente del Consejo, Francisco Santolaya, asegura a EL PA?S que el borrador del plan gubernamental "es satisfactorio" y que comparte "plenamente el objetivo de definir y desarrollar acciones para proteger de manera integral a la ciudadan¨ªa de las terapias que no est¨¢n basadas en el conocimiento y la evidencia cient¨ªfica, y que puedan suponer un riesgo para la salud de las personas". "De ning¨²n modo el Consejo de la Psicolog¨ªa defiende que los psic¨®logos puedan utilizar pseudoterapias", asegura Santolaya en un correo electr¨®nico. "Este Consejo General de Colegios Oficiales de Psic¨®logos rechaza de plano el uso de pseudoterapias y comparte el objetivo del Plan de Protecci¨®n de la Salud frente a las pseudoterapias", zanja.
Desde el punto de vista del Consejo, el problema estar¨ªa en la necesidad de actualizar el listado de 139 pseudoterapias que el Ministerio de Sanidad public¨® en 2011. "El riesgo que encontramos es que pueda tomarse como referencia para la elaboraci¨®n del Plan un listado que circul¨® en el a?o 2011 y que, entendemos, requiere de actualizaci¨®n para garantizar que no se catalogan err¨®neamente tratamientos y t¨¦cnicas que hayan podido demostrar su eficacia en este periodo", asegura Santolaya. Seg¨²n explica, "la reacci¨®n suscitada puede tener que ver con que no se haya realizado una lectura completa de las comunicaciones" y espera que esta aclaraci¨®n "tranquilice a las personas que hayan podido alarmarse".
Con respecto a la frase que gener¨® la pol¨¦mica, el presidente del Consejo explica que no suger¨ªan que una pseudoterapia sea ¨²til simplemente porque la use un profesional: "Para que cualquier tratamiento o t¨¦cnica validada sea realmente eficaz, ha de ser aplicada por los profesionales que cuentan con los conocimientos y competencias para hacerlo. Esto es lo que el COP deseaba manifestar con esta afirmaci¨®n y lamentamos si la redacci¨®n se puede haber prestado a alguna mala interpretaci¨®n".
"El Consejo debe cerrar puertas que llevan abiertas mucho tiempo", asegura Pardo
Pero ?cu¨¢les son estas posibles "pseudoterapias" que estar¨ªan contempladas como tales en el listado de 2011 y que ahora se podr¨ªan reivindicar? Santolaya solo pone un ejemplo: "El listado referido incluye gen¨¦ricamente las t¨¦cnicas de relajaci¨®n, siendo que est¨¢ demostrada la eficacia de t¨¦cnicas tales como la relajaci¨®n muscular progresiva dentro de diferentes programas de intervenci¨®n".?
Estas explicaciones resultan "insuficientes" para los promotores de la carta, afirma Rebeca Pardo, psic¨®loga de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "Esa frase es peligrosa y debe rectificarse de forma mucho m¨¢s tajante", asegura Pardo, dado que ese texto es el que se ha remitido al Ministerio para su consideraci¨®n. Se trata de una controversia que viene de lejos en esta disciplina, como explica esta psic¨®loga sanitaria: "Es una discusi¨®n muy antigua, sobre todo porque desde algunos colegios profesionales se fomentan algunas de estas pr¨¢cticas pseudocient¨ªficas". Desde el grupo que ha promovido la recogida de firmas se demanda, al menos, claridad frente a aquellas terapias cuyo car¨¢cter pseudocient¨ªfico o esot¨¦rico est¨¢ ya hoy fuera de duda.
"Es un tema muy complejo, porque somos una disciplina con diversidad de enfoques que tienen distintos niveles de validez", advierte Pardo. No es algo que se vaya a poder resolver en un d¨ªa, asegura la psic¨®loga, que reconoce que en algunos casos todav¨ªa faltan estudios que aborden la validez de determinados tratamientos. No obstante, considera que el papel del Consejo ser¨¢ dif¨ªcil a la hora de abordar el plan contra las pseudoterapias, porque le corresponde "cerrar puertas que llevan abiertas mucho tiempo".
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