El est¨®mago
No solo se rompe un pa¨ªs desde el secesionismo y una izquierda aquejada de superioridad moral, tambi¨¦n desde el inter¨¦s por fomentar una divisi¨®n radical entre los ciudadanos
La parte positiva del cambio de gobierno en Andaluc¨ªa ser¨ªa solucionar la anomal¨ªa de que durante m¨¢s de tres d¨¦cadas est¨¦ un mismo partido en el poder. La democracia es alternancia y aquellas regiones donde no se producen estos relevos necesarios se sumen en formas m¨¢s o menos sutiles de clientelismo. La parte negativa es que para alcanzar el gobierno andaluz, los dos partidos que se reparten al votante conservador hayan pactado con una formaci¨®n cuya visi¨®n del pa¨ªs tiende a la ruptura nacional, algo que ellos se hartan de denunciar. No solo se rompe un pa¨ªs desde el secesionismo y una izquierda aquejada de superioridad moral, tambi¨¦n desde el inter¨¦s por fomentar una divisi¨®n radical entre los ciudadanos, a los que se obliga a desvincularse de la otra mitad y a relacionarse con ellos como enemigos a los que humillar. En Europa los partidos conservadores niegan ox¨ªgeno a las formaciones que les han crecido en el extremo derecha, pero la aritm¨¦tica parlamentaria termina por vencer a todo discurso racional.
Lo m¨¢s preocupante, sin embargo, es que en teor¨ªa econ¨®mica el mundo conservador vuelve al poder sin haberse planteado en estos a?os ning¨²n esfuerzo serio por reformular sus claves. Al menos los pensadores socialdem¨®cratas reconocen sus carencias para enfrentarse al cambio de paradigma tecnol¨®gico, al comercio virtual y a la destrucci¨®n de la clase media. Esforzarse por dar con reformas de sentido pr¨¢ctico para la ciudadan¨ªa ser¨ªa una prioridad. Pero desde los tanques de pensamiento neoliberales solo hay satisfacci¨®n y dogmatismo. Ni siquiera les basta comprobar c¨®mo Estados Unidos enfrent¨® la crisis financiera con mejores armas que la Europa del austericidio. Los recortes sociales y las reformas laborales para fabricar empleos basura que maquillen las estad¨ªsticas no son buena receta. Menos a¨²n bendecir la desigualdad con atajos contables como el de vender los pisos de protecci¨®n oficial a fondos buitre, algo que sucedi¨® en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid con gobiernos del PP. Aumentan los polos de radicalismo porque el miedo alimenta la fabricaci¨®n de salvapatrias, de liderazgos oportunistas bajo la careta de la mano dura que todo lo resuelve.
Para entender esta crisis de pensamiento basta asomarse a la lista de donantes que durante los ¨²ltimos a?os ha nutrido el mayor tanque intelectual de la derecha en nuestro pa¨ªs, la fundaci¨®n FAES. En plena crisis recibi¨® millones de aportaciones de la n¨®mina de empresas que en Espa?a tienen voz y mando. Se esperaban ideas, quiz¨¢ algo de imaginaci¨®n. Pero no llega nada. Y para rematar la jugada recibieron inyecciones de varios millones de euros de hasta cuatro ministerios. Es dinero p¨²blico que se destina a teorizar sobre lo terribles que son las subvenciones. Vamos, es como si el cepillo de la iglesia se utilizara para pagar a una escuela de ateos. Lo curioso es que nadie repara en el hecho de que quienes m¨¢s predican la mano dura menos se la aplican a s¨ª mismos. Sus teor¨ªas fomentan un mercado dopado para unos y machacado para los otros, con fiscalidades que fomentan agravios en los que, mira t¨² qu¨¦ coincidencia, el fuerte gana siempre al d¨¦bil por goleada. El poder necesita inteligencia. Si no, es solo un atajo para llev¨¢rselo crudo. Lo llaman think tank, pero tiene m¨¢s de tanque que de pensar. Eso s¨ª, el est¨®mago de los espa?oles traga con todo. En aparato digestivo no hay quien nos supere.
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