Las miserias de la paternidad, a golpe de hilarantes hilos de Twitter

?Qu¨¦ padre o madre no ha sufrido un episodio de v¨®mito infantil en el coche, se las ha visto canutas para terminar los deberes que el maestro ha mandado al ni?o de 3 a?os, o ha sentido temblores ante la perspectiva de una pillada en la noche de Reyes? Estos episodios tan comunes se convierten en hilarantes cuando los relata el tuitero con el alias Eugenio d'Ors. Tienen tanto ¨¦xito que desde que el pasado 9 de noviembre se viraliz¨® el hilo en el que contaba sus desventuras con Trapillo, la mascota de la clase de su hija peque?a, ha pasado de 8.000 seguidores a m¨¢s de 50.000. "Creo que gustan tanto porque la gente se identifica mucho. Est¨¢n hartos de ver todo superperfecto por la tele, y cuando alguien expone las miserias del d¨ªa a d¨ªa piensan: jajajajaja, no soy el ¨²nico o la ¨²nica. Yo creo que sentimos cierto alivio", explica, en una entrevista, c¨®mo no, v¨ªa mensajes directos de Twitter. As¨ª empieza la historia de Trapillo:

Despu¨¦s de un rato de intriga, la profesora de su hija le presenta a la mascota de la clase:

Pero no solo tienen que pasar el fin de semana con el peluche y sacarle fotos. Seguro que a muchos os suena esto:

Y estos no son todos los deberes:

Tambi¨¦n tienen que buscar fotos de la ni?a desde que naci¨® hasta la actualidad.

Y a¨²n hay m¨¢s. Para leer el hilo completo, pincha aqu¨ª.

Este tuitero, al que llamaremos Eugenio, pues prefiere preservar el anonimato, es padre de un ni?o de 10 a?os y de dos ni?as de 8 y 3. Sus mensajes no versan solo sobre su familia, aunque estos sean los que m¨¢s ¨¦xito tienen: "Escribo s¨¢tira pol¨ªtica, hilos de menoria hist¨®rica, chorradas... un poco de todo", afirma. De hecho, cuenta que hasta Trapillo, sus seguidores lo eran por los tuits pol¨ªticos. Incluso ha recibido amenazas por sus mensajes cr¨ªticos con el independentismo catal¨¢n, raz¨®n por la que no quiere dar datos que permitan identificarle. As¨ª que sus seguidores le conocen por su alias, que explica as¨ª: "Me gusta el escritor y la figura renovadora de Eugenio d'Ors, aunque tiene sus sombras. Es un catal¨¢n ilustre del que el independentismo no se ha podido apropiar porque lo odian".

Eugenio asegura que le importa "bastante poco" su creciente fama. "Es divertido, s¨ª, y a todos nos gusta ser le¨ªdos, pero luego pongo un tuit pol¨¦mico y pierdo 300 seguidores de golpe. Si me importara eso ser¨ªa desesperante".

A la que probablemente perder¨ªa de conocerse su alter ego tuitero ser¨ªa a la maestra de su hija, con la que la relaci¨®n est¨¢ ya algo tensa:

Puedes leer el hilo completo pinchando aqu¨ª.

Este tuitero, que vive en la provincia de Barcelona, no sabe si los padres de su colegio conocen su identidad secreta. "Yo no lo he dicho. Hablo poco con ellos, no soy de los que inspiran confianza y est¨¢n en los corrillos", afirma. Tampoco confraterniza en el grupo de WhatsApp, del que fue expulsado, como cont¨® tambi¨¦n en Twitter, en uno de sus hilos m¨¢s virales:

Si alguno est¨¢ tentado por conseguir tambi¨¦n la expulsi¨®n, puede pinchar aqu¨ª para leer la historia completa y coger ideas.

Otro de sus hilos m¨¢s compartidos ha sido este, en el que relata c¨®mo reaccion¨® cuando su hijo se despert¨® mientras colocaba los regalos de Reyes:

Pincha en el hilo o aqu¨ª para leer toda la historia.

Eugenio asegura que escribir los hilos no le sirve tanto de desahogo para el d¨ªa a d¨ªa con ni?os como leer los comentarios que generan. "Me parto de risa. De hecho, una de las razones de que se hagan virales es porque los comentarios forman parte importante del hilo. Todos ponen su granito de arena". Y es que "todos compartimos un 90% de nuestros problemas diarios", opina. Como lo divertido que es viajar en coche con ni?os peque?os.

Cuando al fin consiguen salir, por supuesto, con varias horas de retraso sobre la idea inicial...

Despu¨¦s de la correspondiente parada en boxes para limpiar y continuar el viaje con "esa mezcla perfumada de aloe vera (de las toallitas) m¨¢s v¨®mito matutino):

Y as¨ª. Puedes leer aqu¨ª c¨®mo acab¨® el viaje.

Y algunas de las experiencias que compartieron los lectores de la historia:

Pese a la cantidad de respuestas positivas que generan sus publicaciones, este tuitero, con cuenta desde 2013, cree que el ambiente en la red social se ha radicalizado mucho. "Las amenazas y los insultos est¨¢n a la orden del d¨ªa", describe. Tambi¨¦n califica de "surrealista" la utilizaci¨®n de reportes, es decir, denuncias a Twitter por el uso de palabras prohibidas para conseguir que se suspenda la cuenta a usuarios con los que no se est¨¢ de acuerdo. "A veces pueden suspenderte por una expresi¨®n t¨ªpica como: ME MUERO DE RISA, por incitar al autosuicidio".

Con trabajo y tres hijos peque?os ¡ª"lo que llevo peor son las peleas absurdas entre ellos y el desorden", confiesa¡ª lo sorprendente es que le d¨¦ tiempo a mantener tal intensidad tuitera. "Muchas veces escribo los hilos o los tuits en el tren, o hasta en el lavabo. Parece que le dedique tiempo pero no, lo que pasa es que tengo un trabajo que me permite parar cinco minutos, echar un vistazo, leer alguna noticia y lanzar un tuit", explica. Mal no le debe ir, porque le gustar¨ªa aumentar su descendencia. "Pero mi mujer me ha dicho BASTA YA LOCO". Tendr¨¢ que conformarse con seguir pariendo hilos hilarantes.