Las tres palabras con las que una dise?adora palestina de 22 a?os quiere empoderar a las mujeres
Yasmeen Mjalli ha bordado en camisetas y cazadoras el mensaje ¡°Not your habibti¡± ("No soy tu querida")
"Not your habibti". O "No soy tu querida", traducido al castellano. Son solo tres palabras en una camiseta o bordadas en una cazadora de tejido vaquero, pero la dise?adora palestino-estadounidense Yasmeen Mjalli, quiere que este mensaje cambie la vida de sus compatriotas desde su peque?a tienda de Ramala, en la Cisjordania ocupada.
"Cuando una mujer se expone a tanto acoso en la calle, empieza a vestirse de forma protectora, se esconde tras su ropa", se?ala la joven 22 a?os que explica que con las prendas que dise?a para su marca BabyFist quiere "devolver la confianza a las mujeres".
La colecci¨®n se completa con sudaderas en tejidos lisos o bolsas de tela, dibujos de flores y siluetas de mujeres con hiyab acompa?adas con mensajes en ¨¢rabe e ingl¨¦s como "Cada rosa tiene su revoluci¨®n" y "La voz de las mujeres mueve monta?as".
La joven, diplomada en historia del arte, empez¨® a escribir este tipo de frases en su propia ropa, en reacci¨®n a las situaciones a las que se enfrent¨® al llegar a Cisjordania tras haber crecido en Estados Unidos en el seno de una familia palestina. "Recib¨ª comentarios, miradas insistentes y molestas, de las que hacen sentir que tu intimidad ha sido violada. Fui agredida en la calle", relata.
"Esta camiseta no va a detener el acoso ¡ªreconoce Mjalli¡ª, pero quiero recordar a todas ellas que forman parte de algo m¨¢s grande y que no est¨¢n solas".
Ya sea en Instagram, en talleres gratuitos que organiza en la tienda o en el espacios p¨²blicos donde se instala con una m¨¢quina de escribir, la joven ofrece a las palestinas un lugar para desahogarse con toda libertad.
Un 10% de los ingresos por ventas se env¨ªan a una asociaci¨®n local que ayuda a las mujeres y a diferentes proyectos locales, uno de los cuales consiste en que un m¨¦dico y voluntarios asistan a escuelas para educar a las ni?as sobre la menstruaci¨®n, una cuesti¨®n a¨²n tab¨² all¨ª.
Todas las prendas de BabyFist est¨¢n hechas en Cisjordania, mientras que las cazadoras se tejen en un taller en Gaza. "Estoy orgulloso de que las mujeres lleven puesto el fruto de mi trabajo", afirma Hasan Shehada, el director de la f¨¢brica situada en el enclave palestino.
No obstante, algunos conservadores se han pronunciado al respecto reprochando que las prendas atraen la atenci¨®n sobre el cuerpo de las mujeres con mensajes que consideran provocativos. Otros cr¨ªticos consideran que la lucha contra la ocupaci¨®n israel¨ª es la ¨²nica causa que merece ser llevada en p¨²blico.
"Estamos ocupados desde hace 70 a?os. Dos o tres generaciones de mujeres ya lo sufrieron y se les dice: 'Ustedes pueden esperar", cuenta la joven dise?adora. En su opini¨®n, los dos combates van juntos: "La ocupaci¨®n priva a los hombres de nuestra sociedad de todo sentido de control y de todo sentimiento de masculinidad y, de rebote, eso afecta a los derechos de las mujeres".
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