Una emprendedora sortea con sus bordados el cerco econ¨®mico de Palestina
Natalie Tahhan vende desde Jerusal¨¦n dise?os que reinterpretan la moda tradicional
La industria de la alta costura cotiza al alza en Oriente Medio y ?frica del Norte, donde cada vez m¨¢s j¨®venes dise?adores apuestan por aunar modernidad y tradici¨®n en sus creaciones. En una regi¨®n para la que el Banco Mundial augura un crecimiento moderado anual del 2%, el sector de la moda crece a un ritmo del 6% y seg¨²n el ¨²ltimo estudio del Consejo de Dise?o y Moda de Dubai ¡ªla plataforma creada por el Gobierno de los Emiratos para impulsar las start-up en este campo¡ª el sector podr¨ªa crecer por encima del 7%.
La dise?adora palestina Natalie Tahhan, de 28 a?os, es una de esas emprendedoras a las que la plataforma con sede en Dubai dio cobertura para internacionalizar su trabajo. Tras estudiar en el London College of Fashion de la Universidad de las Artes de Londres y trabajar en la industria de la moda para distintas marcas en el Golfo P¨¦rsico y Europa ¡ªentre ellas Adidas y Qasimi¡ª decidi¨® regresar a Jerusal¨¦n para crear su propia firma. ¡°Me di cuenta de que en esta ciudad ese mercado era pr¨¢cticamente inexistente. La situaci¨®n pol¨ªtica hace que sea muy dif¨ªcil sacar adelante proyectos con pa¨ªses ¨¢rabes que requieren agilidad en la distribuci¨®n pero, por otra parte, para nuestros clientes es un valor a?adido tener creaciones hechas en Jerusal¨¦n¡±, explica la dise?adora en su estudio de Beit Hanina, en Jerusal¨¦n Este.
Reconoce que esas dificultades le llevaron en sus comienzos a cargar sus dise?os en una maleta y volar a Qatar para distibuirlos puerta a puerta sin asumir los riesgos que supone hacer env¨ªos internacionales desde la Ciudad Santa. ¡°Las l¨ªneas de distribuci¨®n palestinas son muy limitadas. La principal ruta hacia los mercados ¨¢rabes es v¨ªa Amm¨¢n pero es muy lenta. Cuando ofreces alta costura, dise?os exclusivos de prendas como nuestras capas, que cuestan 550 d¨®lares, los clientes no quieren esperar¡±, cuenta Tahhan. Por eso su firma distribuye desde Doha, la capital catar¨ª. ¡°As¨ª podemos garantizar la entrega puerta a puerta en casi cualquier parte del mundo en 48 horas. Algo, hoy por hoy, imposible desde Jerusal¨¦n¡±, asegura.
Como muchas de las nuevas empresas del sector de la moda, Tahhan vende a trav¨¦s de Internet y de las redes sociales. Su ropa est¨¢ inspirada en los bordados tradicionales palestinos, que se hac¨ªan artesanalmente en el siglo XIX en ciudades como Jerusal¨¦n, Ramala, Jaffa, Hebr¨®n, Nablus o Gaza. Los diferentes colores y dibujos delatan su procedencia, pero en las prendas de Tahhan no hay ni rastro del punto de cruz cosido a mano, con lo que son mucho m¨¢s ligeras y llevaderas que las cl¨¢sicas. ¡°He querido rescatar una de nuestras se?as de identidad y modernizarla. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas podemos fabricar telas de alt¨ªsima calidad con esos antiguos dise?os impresos digitalmente en seda¡±, explica la joven emprendedora mientras muestra una capa con dibujos en tonos rosas y blancos sobre seda y sat¨¦n lista para enviar a su estudio en Qatar.
Los dise?os y las prendas se hacen en Jerusal¨¦n ¡ªTahhan trabaja estrechamente con la Asociaci¨®n de Mujeres alMortaqa situada tambi¨¦n en Beit Hanina¡ª pero la impresi¨®n digital de telas la externaliz¨® a una compa?¨ªa catar¨ª porque en el territorio palestino no encontr¨® a nadie que pudiera hacerlo con la calidad que buscaba. ¡°Es una complicaci¨®n m¨¢s pero hoy en d¨ªa podemos enviar los dise?os y verificar la impresi¨®n en tiempo real. Las mujeres locales se encargan de coser las prendas y rematarlas a la perfecci¨®n. Mis colecciones son peque?as y exclusivas¡±, dice. Su ¨²ltimo trabajo, m¨¢s vanguardista, recuerda a la moda de los a?os 60.
Los j¨®venes emprendedores como Natalie Tahhan apenas encuentran l¨ªneas de financiaci¨®n oficiales. La mayor¨ªa tienen apoyo de sus familiares y amigos, o recurren a entidades como la Fundaci¨®n al-Qattan, o a fil¨¢ntropos millonarios como Bashar Masri, fundador de la ciudad de Rawabi que, adem¨¢s de ser la primera localidad creada en Cisjordania en 50 a?os de ocupaci¨®n, pretende convertirse en un vivero de empresas tecnol¨®gicas que ayude a parar el ¨¦xodo de j¨®venes talentos.
¡°Inicialmente mi p¨²blico objetivo eran palestinos exiliados que no pueden regresar y buscan vestir algo especial que les conecte con su tierra. Pero cada vez m¨¢s mujeres de otros lugares se interesan por nuestras creaciones¡±, cuenta la dise?adora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.