Lea Garofalo, la esposa del capo que se divorci¨® y organiz¨® la revoluci¨®n contra la mafia calabresa
'Las buenas madres', de Alex Perry, cuenta la historia de varias mujeres, las ¨²nicas que han podido (y querido) plantar cara a la 'Ndrangheta


En Calabria existe una expresi¨®n para aquellos que la mafia hace desaparecer sin dejar rastro: ¡°lupara bianca¡± [escopeta blanca]. Esta forma de ocuparse de los chivatos, los enemigos o los inc¨®modos, afecta sobremanera a las mujeres que por una u otra raz¨®n se cruzan con el crimen organizado. Tal y como cuenta en Las buenas madres (Ariel. 2019), Alex Perry, las ¨²nicas que han podido (y querido) plantar cara a la?'Ndrangheta tienen rostro femenino. Son sus madres, sus esposas, sus vecinas y sus hijas, y han vencido al miedo para acabar ¡ªen muchas ocasiones¡ª fundidas a negro, en una oscuridad que no permite saber nada m¨¢s de ellas.

Perry, un periodista de la revista New Yorker, ha dedicado a?os a excavar en la historia de una regi¨®n aparentemente pobre, pero en la que viven 141 familias que se calcula que controlan gran parte del tr¨¢fico de coca¨ªna y hero¨ªna europeo y blanquean decenas de miles de millones de euros, ya sea de sus propias actividades o de las otras mafias, como la rusa. Los tent¨¢culos de la 'Ndrangheta abarcan los cinco continentes y controlan miles de comercios, empresas y tapaderas de todo tipo y pelaje. Sus or¨ªgenes son inciertos, pero nadie duda de su inmenso poder y del silencio que reina a su alrededor. Sin embargo, en la ¨²ltima d¨¦cada, las mujeres han capitaneado una revoluci¨®n que ha hecho mella en una sociedad acostumbrada a ejercer de mono de Confucio: nadie oye o ve nada. Y el que lo ve, calla.
Las buenas madres escoge como n¨²cleo narrativo y conceptual la historia de Lea Garofalo, la esposa de un capo de la mafia calabresa, que cansada de aguantar humillaciones y consciente del hecho de que nada cambia por s¨ª mismo, decide abandonar a su marido y empezar a colaborar con la fiscal¨ªa antimafia. La decisi¨®n conllevaba una sentencia de muerte. De eso Garofalo fue plenamente consciente cuando comenz¨® su relaci¨®n con Alessandra Cerreti, la poderosa fiscal, una mujer que creci¨® en una Sicilia asediada por los asesinatos propiciados por mafiosos o las matanzas entre los propios integrantes de los distintas facciones de los sindicatos del crimen organizado. Cerreti indaga en la desaparici¨®n de Garofalo y por el camino se pregunta qu¨¦ empuja a los calabreses de?la 'Ndrangheta a eliminar con fiereza (incluso m¨¢s de la acostumbrada) a sus esposas o sus hijas, como si nadie pudiera ser peor enemigo que ellas.
El autor, que ha indagado en la mafia de un modo casi intimista, hace algo m¨¢s que contar la historia de Garofalo, Maria Concetta Cacciola o Giuseppina Pesce, mujeres que lo arriesgaron todo por aspirar a algo mejor, ya fuera libertad, verdad o justicia. Perry desmonta la presunta invulnerabilidad de un sistema en el que disentir significa perder la vida, literalmente.
¡°La 'Ndrangheta siempre hab¨ªa confiado en sus invenciones. Y una de sus invenciones m¨¢s importantes era que no se pod¨ªa plantar cara a la 'Ndrangheta. Y mucho menos una mujer", apunta el libro. "Lea Garofalo, Giuseppina Pesce y Maria Concetta Cacciola hab¨ªan desenmascarado esa mentira. la reacci¨®n de?la 'Ndrangheta hab¨ªa sido implacable: las mujeres deb¨ªan morir. Y sus historias deb¨ªan volver a escribirse¡±, cuenta Perry.
La mafia calabresa lograba que algunas se retractaran, asustaba a las dem¨¢s y manten¨ªa con las mujeres que formaban sus familias una relaci¨®n como la que un negrero mantiene con su esclavo. Para Perry, y en t¨¦rminos puramente te¨®ricos, no existe una diferencia visible entre el modo en el que el fundamentalismo isl¨¢mico trata a las mujeres y la manera en la que la 'Ndrangheta hace lo propio: ninguna mujer puede moverse por s¨ª misma, siempre deben acompa?arlas hombres; muchas son maltratadas habitualmente y no tienen ni voz ni voto en su propia casa; hacer preguntas de m¨¢s o no transigir puede costarles la vida. A pesar de ello, insiste el autor, nadie ha hecho m¨¢s en los ¨²ltimos tiempos por destruir el andamiaje criminal que sostiene a la mafia que las mujeres de Calabria. Nadie ha luchado tanto, perdido tanto y resistido tanto como ellas.

El 19 de octubre de 2013, miles de personas rindieron homenaje a Lea Garofalo en Mil¨¢n. Centenares de calabresas acudieron por su cuenta al acto. Al acabar, una mujer, esposa de un capo de la 'Ndrangheta, se present¨® en una comisar¨ªa de la policia italiana. Quer¨ªa declarar contra su marido. ¡°Lea me ha ense?ado a ser valiente. Lea me ha ense?ado a tener coraje¡±.
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