Qui¨¦n gana y qui¨¦n pierde en el pacto de Carmena y Errej¨®n

Todos los pactos pol¨ªticos suelen venderse como ocasiones de win-win, de oportunidades que suman y no restan a ninguna de las partes, pero el acuerdo alcanzado entre Manuela Carmena e ??igo Errej¨®n s¨ª tiene perdedores. Grandes perdedores.

El primer ganador neto, el maestro win-win de esta ocasi¨®n, es Errej¨®n, quien, al haber sido arrojado de la cumbre del partido y haber perdido la confianza de la superioridad podemita, solo gana: visibilidad, posible contagio del calor popular que rodea a Carmena y proyecci¨®n nacional bajo los focos de un desaf¨ªo a Pablo Iglesias.

La siguiente posible ganadora es Carmena, que si bien no parece necesitar la compa?¨ªa elegida, ampl¨ªa con este gesto el desaf¨ªo y el distanciamiento de Iglesias, de los Anticapitalistas y de un modelo de Podemos que quiere primar el peso del partido sobre el de sus figuras (mientras las figuras no sean las que est¨¢n en la cumbre).

El perdedor indiscutible es quien est¨¢ sentado en esa cumbre, Pablo Iglesias, que ve desmenuzarse el alcance de sus posibilidades precisamente por la actuaci¨®n de las figuras. Figuras expulsadas del olimpo, como Errej¨®n, o figuras elegidas pero no sometidas a sus designios, como Carmena, empiezan a actuar por su cuenta. Y eso activa todas las alertas antitsunami en un partido que emergi¨® con fuerza, pero que necesit¨® apoyarse en figuras relevantes como la propia Carmena y Ada Colau para acariciar el poder.

Adelante Andaluc¨ªa sufri¨® en sus carnes el resultado de su estrategia, que pas¨® por negar de tal forma la posibilidad de apoyar a Susana D¨ªaz, inconsciente de que en solitario tampoco pod¨ªa ofrecer una alternativa, que se le volvi¨® en contra. El PSOE hab¨ªa cometido sus propios errores, por supuesto, en Sevilla y en Madrid, pero aquel envalentonamiento sin duda no ayud¨® a la rama andaluza de Podemos.

El partido de Iglesias se enfrenta a sus propios techos, l¨ªmites, egos y errores en una hora definitiva. Los preparativos de unas municipales y auton¨®micas en las que los focos han decidido alumbrar el pacto de las tres derechas que ya se ha puesto en pie en Andaluc¨ªa. El win-win que un d¨ªa fue Podemos, en suma, arriesga ser un win-lose. O un lose-lose.