Cinco formas de poner la funda al edred¨®n n¨®rdico m¨¢s simples y r¨¢pidas que la tuya, seg¨²n Youtube
Desde el m¨¦todo "salchicha" al de las pinzas, con sus v¨ªdeos, y ordenados por nivel de dificultad
No se ha calculado, pero es posible que el acto de colocar una funda de edred¨®n n¨®rdico queme tantas calor¨ªas como media hora de spinning. Tambi¨¦n afecta psicol¨®gicamente, pues a uno le invade la sensaci¨®n de que los objetos de casa se han sublevado e intentan estrangularlo. Cierto es que se trata de una operaci¨®n que puede acometerse acompa?ado; de hecho, contar con ayuda la facilita bastante; pero es probable que la pareja acabe discutiendo como en esas tardes amargas en Ikea.
Qu¨¦ vamos a hacerle: vivimos en un mundo imperfecto, e incluso un gran invento como los edredones, ligeros, mullidos y con una probada cualidad calefactora, tienen su parte negativa, en este caso, la complejidad inherente al hecho de cubrirlos con su correspondiente funda. Por suerte, existe YouTube, y con ¨¦l, hordas de personas dispuestas a compartir sus trucos para una amplia gama de situaciones cotidianas, tambi¨¦n en lo tocante al asunto que nos ocupa. As¨ª, igual que hay 11 maneras de sentirse solo (como escribi¨® Richard Yates) y 11 maneras de ponerse un sombrero (como cant¨® Miguel Bos¨¦), hemos sabido que hay cinco maneras de ponerle la funda a un edred¨®n, bastante m¨¢s sencillas que la que usamos habitualmente.
El m¨¦todo salchicha
Dificultad: 2 sobre 5
Es, de largo, el m¨¢s popular en Internet. Lo hemos llamado "salchicha" porque es la forma que adoptan edred¨®n y funda una vez enrollados, pero lo primero que hay que hacer es juntar ambos como si fu¨¦ramos a prepararnos un s¨¢ndwich sobre la cama. Es decir, comenzaremos extendiendo la funda y, acto seguido, encima de ella, el edred¨®n. Esto, que en los v¨ªdeos parece sencillo, no lo es: requiere un juego de mu?ecas propio de campeones de futbol¨ªn, para que al lanzar la funda al vuelo esta caiga sobre la cama abarc¨¢ndola en su totalidad. Completado el paso previo, procederemos a enrollar la masa resultante, hasta que se nos quede una forma parecida, pues s¨ª, a una salchicha. Despu¨¦s, lo que hay que hacer es introducir las manos en cada uno de los extremos del cilindro, agarrar las esquinas y comenzar a desenrollarlo del rev¨¦s, de tal forma que una vez desplegado solo nos quede meternos dentro y echarnos una reparadora cabezada.
El m¨¦todo rollito de primavera
Dificultad: 2 sobre 5
Siguiendo con el s¨ªmil gastron¨®mico, es una adaptaci¨®n m¨¢s inteligente y expeditiva del m¨¦todo salchicha, por cuanto implica tambi¨¦n enrollar la funda sobre el edred¨®n, pero con inesperado desenlace. En vez de girar completamente el conjunto hasta formar un canutillo, basta con plegarlo tres veces, como hacemos con los folios cuando vamos a meterlos en un sobre; a continuaci¨®n ¡ªy aqu¨ª viene la jugada maestra¡ª, hay que despellejar progresivamente el rollo, o lo que es lo mismo, ir despegando con mano sabia la funda del edred¨®n cual tripa de embutido, desde el lateral, para lo que tendremos que hacer rodar el bloque en sentido transversal. En menos de un minuto, como asegura este v¨ªdeo, y casi sin darnos cuenta, edred¨®n y funda estar¨¢n integrados en feliz armon¨ªa.
El m¨¦todo del rev¨¦s
Dificultad: 3 sobre 5
Esta t¨¦cnica aconseja, en primer lugar, explorar el interior de la funda con las manos hasta llegar a los extremos del lado opuesto; una vez localizados, hay que cogerlos y extraerlos, lo que equivale a poner la pieza del rev¨¦s. Sin soltar dichos extremos, cada mano agarrar¨¢, adem¨¢s, una esquina del edred¨®n. Es decir, en cada mano, que hace las veces de pinza, debemos tener sujetos dos trozos de tela: una esquina de la funda (del rev¨¦s) y una esquina del edred¨®n. Ahora, y manteniendo la postura de inicio del baile de la jota, llega el cl¨ªmax del proceso. Imagina ese aleteo con el que los indios de las pel¨ªculas ondeaban sus mantas para lanzar se?ales de humo; bien, pues haz lo mismo pero aplic¨¢ndole una energ¨ªa de alrededor de 10.000 julios, para que, con un solo y brusco aspaviento, ambas piezas se eleven en el aire y, al mismo tiempo, en raz¨®n de la inercia provocada por dicha energ¨ªa, la funda cubra enteramente el edred¨®n. Si se hace todos los d¨ªas, garantiza unos brazos como los de Chris Hemsworth.
El m¨¦todo izquierda/derecha
Dificultad: 3 sobre 5
No tiene mucho misterio ni difiere mucho del cl¨¢sico sistema que todos intentamos en casa, el primero que a cualquiera se le pasa por la cabeza: exige utilizar la abertura de la funda para ir introduciendo paulatinamente el edred¨®n hasta hacer coincidir los extremos. Eso, que a la mayor¨ªa de mortales suele suponer el pasaporte a alguna contractura, cuando no una amenaza para la integridad de la lampara y cualquier objeto decorativo que se halle en un radio de dos metros, el entra?able caballero del v¨ªdeo (no dir¨¢s que no inspira confianza) nos ense?a a hacerlo limpiamente y en poco m¨¢s de un minuto. La clave est¨¢, creemos, en utilizar bien los espacios y, en concreto, la propia cama para que nos sirva de apoyo a toda la maniobra.
El m¨¦todo de las pinzas
Dificultad: 4 sobre 5
Este es para los desconfiados, aquellos que hacen un agujero en la pared con una broca del 9 para colgar una foto tama?o carn¨¦, o quienes cierran la puerta con siete llaves aunque solo bajen a comprar el pan. Entendemos que quieren tenerlo todo atado y bien atado, de modo que el uso de pinzas de las que se utilizan para sellar bolsas con alimentos es su soluci¨®n. El primer paso es desplegar la funda sobre la cama, del rev¨¦s y con la abertura mirando al cabecero. Se coloca encima el edred¨®n, tambi¨¦n estirado, y se mete la mano por la abertura de la funda hasta coger la punta; es entonces cuando hay que juntarla con la esquina correspondiente del edred¨®n, extraer ambas y fijarlas con una de las pinzas. Se hace lo mismo con las cuatro esquinas, empleando siempre la abertura de la funda para meter las manos. Al estirar el batiburrilo se revelar¨¢ que la funda cubre perfectamente el edred¨®n, y con gran precisi¨®n, adem¨¢s. Se recomienda quitar las pinzas al t¨¦rmino de la intervenci¨®n.
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