El gobierno diet¨¦tico del mundo
Esa mesa llena de hamburguesas y pizzas en el comedor de la Casa Blanca es un buen emblema del desgobierno en EE UU y en el mundo
Esas mesas llenas de pizzas y hamburguesas dan la imagen misma del desastre al que se dirige el mundo bajo la batuta loca de Donald Trump, un pol¨ªtico que niega el cambio clim¨¢tico e ignora la trascendencia de nuestra alimentaci¨®n en el medio ambiente y en la salud. El presidente tuvo que comprar esta pasada semana montones de comida basura, pagada de su bolsillo, para no suspender la invitaci¨®n al equipo de f¨²tbol americano que ha ganado este a?o el campeonato universitario. Ese lamentable men¨² tiene explicaci¨®n: no hay nadie en las cocinas de la Casa Blanca, debido al cierre de la Administraci¨®n federal dictado por Trump como forma de presi¨®n al Congreso para que apruebe el presupuesto del pol¨¦mico muro de separaci¨®n en la frontera con M¨¦xico.
El presidente aprovech¨® el acontecimiento para fotografiarse ante tan horrendo buf¨¦ y declarar su gusto por la ¡°extraordinaria comida americana¡±. Pura casualidad, apenas unas horas m¨¢s tarde, la revista cient¨ªfica The Lancet presentaba el trabajo elaborado por un equipo de m¨¢s de 30 cient¨ªficos de todo el mundo con severas recomendaciones sobre la producci¨®n de alimentos y su consumo.
Con una sola de esas hamburguesas basta y sobra para una semana de dieta sana. Como todos sabemos y los cient¨ªficos corroboran, la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, dolencias t¨ªpicas de los pa¨ªses ricos, tienen relaci¨®n directa con el excesivo consumo de carne y de az¨²car y con el d¨¦ficit de frutas y verduras. El estudio no se limita a la dieta sana, sino que extiende la idea de dieta sostenible al conjunto del planeta, es decir, a los sistemas de producci¨®n y reciclaje de alimentos, atendiendo al uso de tierras arables, los recursos h¨ªdricos y a las emisiones contaminantes de origen agropecuario.
Si queremos vivir decentemente en un planeta con 10.000 millones de habitantes, tal como prev¨¦n algunas proyecciones para 2050, toda la cadena alimentaria, desde la producci¨®n hasta el reciclaje, exige una aut¨¦ntica revoluci¨®n. En caso contrario, el cambio clim¨¢tico, la contaminaci¨®n, la p¨¦rdida de biodiversidad y la proliferaci¨®n de dolencias vinculadas a la p¨¦sima alimentaci¨®n convertir¨¢n la vida sobre la tierra en insoportable, adem¨¢s de insostenible.
El desaf¨ªo pol¨ªtico es desaforado. Si Trump es el mejor ejemplo del desgobierno de la superpotencia, esa comida basura que tanto le gusta y exhibe en la Casa Blanca es el emblema del desgobierno diet¨¦tico mundial que clama por una urgente y dr¨¢stica correcci¨®n en nuestras formas de alimentarnos.
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