La Espa?a fallida de Josemari Aznar

Curiosa conferencia ideol¨®gica, la del PP: no ha lanzado al mercado ni una sola idea nueva. Si acaso, el empe?o de revestir a la nueva direcci¨®n de ropaje aznarista. O la recuperaci¨®n ic¨®nica de la s¨ªntesis de todo el pasado como cemento armado de la etapa Casado.

Pero la s¨ªntesis requiere alguna C: la Conjura de los protagonistas, o al menos su Complicidad, y si eso es imposible, una m¨ªnima Coincidencia. Cuando no en ideas, al menos en t¨¢cticas.

No hubo coincidencia, sino floraci¨®n de las disensiones, de la fractura espiritual interna: entre la (encomiable) moderaci¨®n y el elogio (inquietante) de la aproximaci¨®n a los ultras; entre la (bendita) repulsa del ¡°sectarismo¡± y el (t¨¦trico) implorar de los votos ¡°que Espa?a necesita¡± (sic), como una madrastra, como un volkgeist imperativo superior al libre albedr¨ªo de los ciudadanos.

Este concili¨¢bulo sin finalidad distinta a la de decorar la querencia preelectoral de poder marca, al rev¨¦s, la descoincidencia. Es el signo de los tiempos. No coincidieron siquiera en el ba?o, por azar, el senequista Rajoy y el prusiano Aznar. Como tampoco hab¨ªan coincidido Moreno y Mar¨ªn con los del espa?ol¨ªsimo Smith para solemnizar su clandestino pacto andaluz a tres.

No coincid¨ªa con Casado su exrival Soraya, que pasaba por all¨ª, en tenue coincidencia con la sombra de Mariano, el ¨²nico coincidente con alguien que no fuera solo su ex jefe de Gabinete. Coincidi¨® con Ana Pastor, en lo m¨¢s gracioso del evento, otra Pastor haciendo de entrevistadora. Y con el moderado N¨²?ez Feij¨®o, el que m¨¢s desaf¨ªa la alianza con los fachas, coincidiendo con Merkel o Juncker, valiente para los tiempos que corren. No coincid¨ªan los nuevos candidatos de Madrid ni con sus corruptos, pero alabados, predecesores. Ni Gonz¨¢lez Pons m¨¢s que con el ins¨®lito recuerdo de la m¨¢rtir Rita Barber¨¢, Dios la tenga en los cielos ya que los suyos la enviaron al infierno.

Dios ilumine tambi¨¦n a este Casado que se agarra a la fallida Espa?a de Josemari Aznar: la de la ETA alabada, si conven¨ªa, como ¡°movimiento nacional de liberaci¨®n¡±; la de la exculpaci¨®n de los yihadistas del 11-M; la de los pactos genuflexos con Pujol tras cantarle ¡°enano, habla en castellano¡±; la de casi todos sus ministros compitiendo en corrupci¨®n; la de la boda de la ni?a y la G¨¹rtel; la de las quebradas autopistas radiales; la de la sumisi¨®n de las Azores; la de Miguel Blesa y Juan Villalonga y Francisco Gonz¨¢lez. Y la de Ana Botella y sus privatizaciones de viviendas para favorecer desahucios. Lloraba de emoci¨®n, ella.