Aquellos h¨¦roes

M¨¢s que cualquier investigaci¨®n hist¨®rica, varias pel¨ªculas ayudaron a los franceses a entender lo que hab¨ªa ocurrido durante la Ocupaci¨®n y a poner en duda el relato sobre el que se hab¨ªa fundado la posguerra. No se trataba de franceses heroicos combatiendo en la Resistencia contra los nazis, sino de algo mucho m¨¢s complicado, m¨¢s cercano a una guerra civil, en la que algunos colaboraron con los alemanes y otros se opusieron mientras una gran masa esperaba a que pasase la tormenta.

Por ese motivo le gustaba tanto a Fran?ois Truffaut un filme de Claude Berri titulado El viejo y el ni?o (1964). Relata la historia de un anciano profundamente antisemita ¡ªun mal muy extendido en la Francia de entonces¡ª que acoge a un ni?o jud¨ªo al que sus padres quieren esconder. El viejo se convierte en su abuelo adoptivo y entabla una relaci¨®n de afecto muy profunda con el menor. Truffaut sosten¨ªa que reflejaba lo que hab¨ªa ocurrido en Francia durante la Ocupaci¨®n, porque hablaba de personas que no hab¨ªan hecho nada, ni en un sentido ni en otro, que hab¨ªan dejado que el tiempo corriese, que en cierta medida hab¨ªan conseguido esquivar la historia.

Esto es algo que ha ocurrido en la mayor¨ªa de las dictaduras, sin ir m¨¢s lejos durante las largas y f¨¦tidas d¨¦cadas del franquismo. Por eso es tan importante ser justos y recordar a los que s¨ª hicieron algo, a los que se comprometieron. El domingo se rindi¨® homenaje en Madrid a Enrique Ruano, el estudiante de 21 a?os asesinado por la polic¨ªa y sobre el que luego el r¨¦gimen verti¨® todas las mentiras posibles para disimularlo como un suicidio. Y tambi¨¦n acaba de ganar el premio Comillas, que otorga Tusquets, un libro de Javier Padilla, A finales de enero, que recuerda la historia de Ruano y las de Javier Sauquillo, asesinado en la matanza de Atocha, y su mujer, Dolores Gonz¨¢lez, que sobrevivi¨® gravemente herida, en cuerpo y alma.

No olvidarles; destacar que lo que hicieron fue importante y valiente es una forma de rendirles homenaje. Pero otra manera de recordarles es tomarnos muy en serio la democracia por la que lucharon, darnos cuenta de que no est¨¢ garantizada, sino que hay que construirla d¨ªa a d¨ªa y reivindicarla frente a sus enemigos. No esperar, en fin, a una historia que pueda arrollarnos de nuevo como ocurri¨® con aquellos j¨®venes antifranquistas.