La ingeniera de Google que trabaja para que la tecnolog¨ªa no excluya por raza o g¨¦nero
?tica y tecnolog¨ªa deben estar m¨¢s unidas que nunca, afirma esta ingeniera irlandesa. Y esa es su misi¨®n en Google: garantizar que la innovaci¨®n no sea sin¨®nimo de transgresi¨®n
EN SU INSTITUTO de Dubl¨ªn, Jen Gennai ten¨ªa un profesor de matem¨¢ticas que no toleraba que sacase menos de un sobresaliente en su asignatura. Ella, le repet¨ªa, no pod¨ªa permitirse una nota menor. ¡°Fue una gran inyecci¨®n de confianza. Sobre todo teniendo en cuenta que, por lo general, la sociedad dictaba que a las mujeres no se nos pod¨ªan dar bien las matem¨¢ticas¡±.
En la universidad se matricul¨® en una doble licenciatura que combinaba ingenier¨ªa y negocios. En el Trinity College de entonces, recuerda, en las clases de ingenier¨ªa el 90% eran hombres. ¡°Al principio sent¨ª orgullo. A las chicas que est¨¢bamos ah¨ª se nos reconoc¨ªa como m¨¢s fuertes que las dem¨¢s, pero no tard¨¦ en darme cuenta de que no deber¨ªa ser as¨ª: mis compa?eros no ten¨ªan esa sensaci¨®n de triunfo, ?por qu¨¦ nosotras s¨ª? ?No se supone que somos iguales? Mi orgullo se transform¨® en enfado por ser juzgada por mi condici¨®n femenina en lugar de por mis capacidades¡±.
En esa ¨¦poca empezaron sus lecturas en torno a g¨¦nero e igualdad. ¡°Estaba claro que hab¨ªa diferencias, y yo, curiosa por naturaleza, quer¨ªa entenderlas y tratar de encontrar soluciones¡±. Y precisamente ese es uno de los cometidos de su trabajo: Gennai ¡ªque prefiere no desvelar su edad¡ª lidera el equipo de innovaci¨®n responsable en Google. ¡°Nuestro objetivo consiste en asegurarnos de que todos nuestro productos no tienen ning¨²n tipo de sesgos de raza, g¨¦nero, orientaci¨®n sexual, nivel adquisitivo¡ Nuestros usuarios son muy diversos y tenemos que velar por que esas diferencias no sean malinterpretadas por tecnolog¨ªas nuevas que se basan en la recolecci¨®n de datos del mundo real como el machine-learning y la inteligencia artificial¡±, resume. Por ejemplo, evitar que, en el caso de desarrollar una plataforma de empleo, se identifique solo como posibles candidatos a puestos directivos a hombres ¡ªdado que son quienes tradicionalmente han ocupado tales cargos¡ª o que sus sistemas de reconocimiento de voz identifiquen distintos acentos o incluso a personas con trastornos de habla como la tartamudez.
Los esfuerzos de Google forman parte de un clamor que, a la vista de fake news, desmanes en la privacidad de los usuarios y otros efectos indeseados, recorre Silicon Valley: es hora de que la industria atienda las implicaciones ¨¦ticas de sus productos. ¡°En la comunidad tecnol¨®gica hemos pecado de ingenuidad. Hemos actuado convencidos de que todo lo que hac¨ªamos iba a ser fant¨¢stico para todos, y eso no siempre ha sido verdad. Debemos responsabilizarnos de aquello que creamos¡±, razona Gennai. En su opini¨®n, las universidades deben reaccionar de inmediato para que la ¨¦tica sea una disciplina fundamental en los estudios tecnol¨®gicos. ¡°En mi ¨¦poca no se hablaba de ¨¦tica en el aula, pero ahora conocemos el impacto de los avances de la industria en la sociedad y debe ser un asunto central, no un mero accesorio a programas tan demandados como los de machine-learning¡±.
En Google hicieron p¨²blicos en junio de 2018 sus principios de inteligencia artificial, concebidos para regular la investigaci¨®n y el desarrollo de esa tecnolog¨ªa en la compa?¨ªa. Ahora la tarea de Gennai y su equipo consiste en garantizar que esos siete mandamientos se cumplen y en formar a los googlers. ¡°Nuestros ingenieros no han estudiado filosof¨ªa y no entienden qu¨¦ significa la ¨¦tica en su trabajo. Tenemos que ayudarles a que interioricen una serie de nociones sobre la materia para que sean capaces de aplicarlas a su d¨ªa a d¨ªa¡±.
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