Sir James Dyson, el ¡®rey de las aspiradoras¡¯, acusado de hip¨®crita y desertor
El multimillonario empresario brit¨¢nico es un defensor del Brexit duro y est¨¢ recibiendo duras cr¨ªticas de pol¨ªticos y compatriotas por el traslado de los cuarteles generales de su empresa a Singapur
Hip¨®crita y desertor, as¨ª de duros son los calificativos que han aparecido en titulares de la prensa brit¨¢nica y que comparten pol¨ªticos y gran parte de la opini¨®n p¨²blica del Reino Unido sobre James Dyson, el empresario que se hizo multimillonario revolucionando el mercado de las aspiradoras y que adem¨¢s es el mayor terrateniente del Reino Unido.
Dyson ha pasado de ejemplo de empresario, hombre hecho a s¨ª mismo y revolucionario en un corto lapso de tiempo, el mismo que ha tardado en comunicar los planes que tiene para trasladar su gigante de la tecnolog¨ªa del condado ingl¨¦s de Wiltshire a Singapur. En hecho que podr¨ªa enmarcarse dentro de una estrategia empresarial dolorosa para su pa¨ªs de origen si a esta decisi¨®n no se uniera que ha sido un activo defensor del Brexit duro.
James Dyson, que recibi¨® el t¨ªtulo de Sir de manos de la reina Isabel II, es una de las 50 personas y familias incluidas en la lista elaborada por el diario Sunday Times de los que pagan m¨¢s impuestos al a?o en Gran Breta?a. Los 128 millones de libras (m¨¢s de 147 millones de euros) que abon¨® a la Hacienda de su pa¨ªs el a?o pasado y que dan idea de su poder¨ªo econ¨®mico.
The Times dedica dedic¨® recientemente un amplio art¨ªculo al empresario y terrateniente que titulaba ¡°Inventor, granjero, propietario de una casa se?orial¡ desertor: ?Qui¨¦n es James Dyson?¡± y resum¨ªa las preguntas que se hace la sociedad brit¨¢nica ante su decisi¨®n. Ocupa el duod¨¦cimo lugar en la lista de hombres m¨¢s ricos de Gran Breta?a y la semana pasada anunci¨® que su compa?¨ªa tuvo beneficios de 1.100 millones de libras (m¨¢s de 1.265 millones de euros). Posee m¨¢s tierras que la propia reina de Inglaterra, vi?edos en Francia, un yate de ¨¦poca de los a?os 30 que perteneci¨® al rey Carlos II de Ruman¨ªa en cuya restauraci¨®n invirti¨® a?os, un jet privado, una casa en Gloucerstershire de 51 habitaciones, una casa de campo en Chelsea, otra en Singapur y un ¨¢tico en Nueva York valorado en m¨¢s de 65 millones de euros.
Nada de esto le ha servido para zafarse de las cr¨ªticas cuando su compa?¨ªa anunci¨® que mover¨ªa su cuartel general a Singapur, porque todos recuerdan su vehemencia defendiendo que la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea facilitar¨ªa las cosas a su pa¨ªs para moverse m¨¢s y mejor por el mundo. Tampoco le ha valido de nada que su director ejecutivo, Jim Rowan, argumentara que el motivo de este cambio nada ten¨ªa que ver con el Brexit o los impuestos sino para ¡°asegurarse de que estar¨¢n preparados para el futuro¡±. Ni siquiera la insistencia sobre que continuar¨¢n pagando sus impuestos en Gran Breta?a e ¡°investigando en Malmesbury, Bristol y Londres¡±. La clase pol¨ªtica le ha calificado de hip¨®crita y muchos de los clientes brit¨¢nicos de su empresa se cuestionan su honestidad para con su pa¨ªs de origen.
En noviembre de 2018 el empresario anunci¨® que ten¨ªa un pr¨®ximo objetivo en su futuro empresarial: el coche el¨¦ctrico y que hab¨ªa aportado 2.000 millones de libras de su propio bolsillo para investigar en un campo en el que esperaba poder tener su primer modelo de autom¨®vil para 2021. Entonces ya desat¨® una oleada de cr¨ªticas en su pa¨ªs porque la planta de producci¨®n de esta nueva l¨ªnea de negocio se establecer¨ªa en Singapur. Ahora quien resumi¨® su posici¨®n hacia Europa con un rotundo ¡°nos vamos a marchar y si quieres vendernos tus coches y tus lavadoras y tu vino y tu champ¨¢n, hablaremos, pero mientras te sigas comportando as¨ª, no lo haremos¡±, tendr¨¢ que estudiar si es capaz de que sus ¨²ltimas decisiones no se vuelvan contra su negocio. Por muy visionario y revolucionario que haya sido con sus inventos en el pasado y en el futuro pr¨®ximo.
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