As¨ª ser¨¢n los ¡®medicanes¡¯, los huracanes del Mediterr¨¢neo

A medida que avance el siglo, el Mediterr¨¢neo ser¨¢ un mar cada vez m¨¢s peligroso. Con el calentamiento global, se ir¨¢ pareciendo a los mares tropicales. Estas nuevas condiciones facilitar¨¢n el desarrollo de ciclones extratropicales muy parecidos a los huracanes, los medicanes. Aunque los distintos modelos y simulaciones indican que habr¨¢ menos, los que haya ser¨¢n m¨¢s duraderos, intensos y portando mayor capacidad destructiva.

"El cambio clim¨¢tico est¨¢ convirtiendo al Mediterr¨¢neo en un entorno m¨¢s propicio para el desarrollo de huracanes", dice el investigador del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Juan Jes¨²s Gonz¨¢lez. Aclara enseguida que el t¨¦rmino medic¨¢n o medicanes? es una simplificaci¨®n y que en el Mediterr¨¢neo no se producen huracanes como los tropicales. Primero porque no es un mar tropical y, segundo, porque nunca tendr¨¢n la intensidad y magnitud de un hurac¨¢n de categor¨ªa 3 a 5. "Pero tienen la misma f¨ªsica", recuerda.

Los medicanes se forman en especial en el centro y este del Mediterr¨¢neo. A diferencia de los huracanes, apenas duran un d¨ªa, diluy¨¦ndose en entre 12 y 18 horas. Rara vez sus vientos superan los 100 Km/h y sus dimensiones son mucho m¨¢s reducidas. Adem¨¢s, la frecuencia de los medicanes es de uno o dos al a?o, frente a la temporada t¨ªpica de huracanes que, solo en el Atl¨¢ntico, suele superar los 10 con otras tantas tormentas tropicales. Pero unos y otros viven de la conflictiva interacci¨®n t¨¦rmica entre el mar y el aire. Unos y otros tienen esa particular forma de espiral de nubes arremolinadas girando al contrario que las agujas del reloj. Y en uno se puede ver el ojo del hurac¨¢n y en el otro el ojo del medic¨¢n.

El Mediterr¨¢neo se est¨¢ convirtiendo en un mar cada vez m¨¢s tropical

Todo eso est¨¢ cambiando. Un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores con Gonz¨¢lez al frente ha modelado la aparici¨®n y desarrollo de medicanes en el contexto del cambio clim¨¢tico. El modelo ha sido desarrollado por cient¨ªficos estadounidenses especializados en huracanes y usado ya para la simulaci¨®n y predicci¨®n de huracanes de hasta categor¨ªa 5. Primero corrieron el modelo hacia atr¨¢s, hasta 1985, viendo que reproduc¨ªa con gran fiabilidad los medicanes aparecidos desde entonces. Despu¨¦s, eligieron el escenario clim¨¢tico intermedio que se espera para el resto del siglo y lo corrieron hacia el futuro. Se encontraron con una buena noticia y las dem¨¢s malas.

"La frecuencia de medicanes ser¨¢ menor", comenta el investigador de la UCLM. Son borrascas que llegan al Mediterr¨¢neo desde el Atl¨¢ntico y se transforman en ciclones tropicales pero, con el calentamiento global, "se est¨¢ produciendo una expansi¨®n de los tr¨®picos y una traslaci¨®n en latitud de los subtr¨®picos, lo que implica que las borrascas lo tendr¨¢n m¨¢s dif¨ªcil para llegar", explica Gonz¨¢lez. As¨ª que la frecuencia descender¨¢, habiendo a?os en los que no aparecer¨¢ ning¨²n medic¨¢n.

Pero el resto de condiciones ser¨¢n peores, es decir, mejores para los medicanes. "El cambio clim¨¢tico est¨¢ haciendo que el Mediterr¨¢neo sea m¨¢s tropical y el mar es el que alimenta a un medic¨¢n", explica Gonz¨¢lez. Seg¨²n los resultados de su investigaci¨®n, aunque la frecuencia podr¨ªa reducirse en un 34%, el n¨²mero de medicanes que duren m¨¢s de 24 horas aumentar¨¢. "Podr¨¢n alcanzar vientos sostenidos de 125 Km/h y rachas con velocidades mayores, lo que entra en la categ¨ªa 1 de los huracanes", estima el investigador de la UCLM. El riesgo de un gran medic¨¢n ser¨¢ mayor en los inicios del oto?o y se concentrar¨¢n en especial en el mar J¨®nico, al este de la bota de Italia.

Con la mayor duraci¨®n y mayor intensidad de los vientos, el denominado ¨ªndice de disipaci¨®n de energ¨ªa tambi¨¦n aumentar¨¢ y esta es una medida que se relaciona con la capacidad destructora de estos ciclones. "Adem¨¢s, a diferencia de los huracanes que tienden a seguir una ruta rectil¨ªnea predecible, los medicanes tienen trayectorias m¨¢s ca¨®ticas e irregulares", avisa Gonz¨¢lez, cuya investigaci¨®n est¨¢ relacionada con el proyecto europeo SOCLIMPACT, dedicado a evaluar impactos del cambio clim¨¢tico en islas europeas.

La capacidad destructiva de estos ciclones es exponencial al aumento de velocidad del viento

"Sus conclusiones son similares a los resultados que hemos obtenido nosotros", relata el profesor de meteorolog¨ªa de la Universitat de les Illes Balears, Romu Romero, cuyo grupo lleva a?os investigando los medicanes. En 2017, y usando una metodolog¨ªa muy diferente apoyada en la generaci¨®n de ciclones sint¨¦ticos, estim¨® que, como en el trabajo de la UCLM, habr¨¢ una reducci¨®n de estos ciclones (entre un 5% y un 10%), pero, "cuando se formen, ser¨¢n m¨¢s intensos", a?ade.

En t¨¦rminos generales, la mayor¨ªa ser¨¢n d¨¦biles, con algunos moderados y unos pocos violentos. La clave aqu¨ª es el aumento de los vientos, que tienen efectos no lineales sobre la intensidad del medic¨¢n. "El poder destructor tiene mucho que ver con el transporte de la energ¨ªa cin¨¦tica: aumentos modestos en los vientos sostenidos en superficie pueden elevar exponencialmente su capacidad destructiva", recuerda Romero. En sus estimaciones, el Mediterr¨¢neo tendr¨¢ medicanes que podr¨ªan contener vientos de hasta 140-150 Km/h. Para Romero, "con el cambio clim¨¢tico, la probabilidad de que entren en la categor¨ªa 1 [de los huracanes] ya no ser¨¢ despreciable".