El camino de Maduro
El r¨¦gimen venezolano solo podr¨¢ seguir en el poder con la represi¨®n
El plazo exigido por la Uni¨®n Europea para que Nicol¨¢s Maduro convoque elecciones antes de reconocer al presidente interino, Juan Guaid¨®, parece estar cumpliendo los objetivos diplom¨¢ticos impl¨ªcitos de la iniciativa: reducir los riesgos de una confrontaci¨®n interna generalizada, dando ocasi¨®n a una salida pol¨ªtica con o sin mediaci¨®n de terceros, y evitar una irreparable divisi¨®n internacional que hubiera proyectado el conflicto m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Venezuela. Pero, por m¨¢s que el tiempo haya comenzado a correr contra Maduro, ning¨²n desenlace puede ser excluido. Su propuesta de convocar elecciones legislativas, no presidenciales como le reclama la UE, revela que ha tomado conciencia del callej¨®n sin salida en el que se encuentra, pero no de la fuerza de la oposici¨®n ni de la determinaci¨®n de la comunidad internacional.
El compromiso de la c¨²pula de las Fuerzas Armadas venezolanas con Maduro, mantenido formalmente desde el inicio de la crisis, no conserva el mismo significado antes y despu¨¦s de la elecci¨®n de Guaid¨® como presidente interino: el papel que desempe?an hoy los ej¨¦rcitos es solo el de contrapoder a una Asamblea en la que la oposici¨®n es mayoritaria, no el de ¨¢rbitro absoluto de la situaci¨®n, seg¨²n hab¨ªa venido sucediendo en el pasado. Cualquier intervenci¨®n a gran escala contra Guaid¨® o sus partidarios podr¨ªa inclinar la balanza interna a favor de Maduro, pero al coste de aislar definitivamente al r¨¦gimen y profundizar la bancarrota del pa¨ªs. Y por lo que respecta a la situaci¨®n de los generales y altos mandos militares, la amnist¨ªa ofrecida por Guaid¨® los enfrenta a la alternativa de consolidar en la nueva etapa que puede abrirse en Venezuela los beneficios de los exorbitantes privilegios con los que el chavismo los gan¨® para su causa, o, por el contrario, seguir increment¨¢ndolos a sabiendas de que ligan su suerte a la de un presidente crecientemente debilitado.
Otros editoriales
Hora decisiva en Venezuela (25/1/2019)
Las recientes medidas del Tribunal Supremo contra Guaid¨®, impidi¨¦ndole salir del pa¨ªs y bloqueando sus cuentas, no pueden ocultar que el margen de maniobra del que dispone Maduro es sustancialmente m¨¢s estrecho que en las crisis precedentes. En ese sentido, las detenciones de periodistas internacionales, como ha ocurrido con tres reporteros de la agencia Efe, son, adem¨¢s de un atentado intolerable contra la libertad de expresi¨®n, una muestra de la debilidad de su r¨¦gimen. La legitimidad democr¨¢tica que la revoluci¨®n bolivariana sol¨ªa invocar cuando sus partidarios ganaban en las urnas no se encuentra ahora en manos de Maduro, puesto que la argucia de inventar una c¨¢mara paralela para ser investido no ha privado de su representatividad a la Asamblea que ha elegido a Guaid¨®. Por otra parte, este no es uno m¨¢s de los l¨ªderes de la oposici¨®n a los que Maduro deten¨ªa y llevaba ante una justicia sometida al Ejecutivo, sino un presidente interino respaldado por la mayor¨ªa de los representantes electos de los venezolanos.
No es posible descartar que Maduro se haya propuesto sobrepasar el plazo que le ha se?alado la UE, imaginando vanamente que ese desaf¨ªo est¨¦ril equivaldr¨ªa a una victoria. En realidad, solo se tratar¨ªa de la forma menos inteligente de encajar una derrota definitiva. El riesgo de que la situaci¨®n pol¨ªtica se agrave si la violencia irrumpe en las movilizaciones pac¨ªficas convocadas por Guaid¨® es elevado, y puede multiplicarse a partir del momento en que, concluido el ultim¨¢tum europeo, el presidente interino sea reconocido y la Asamblea asuma la responsabilidad de convocar a los venezolanos a las urnas. El tiempo de Maduro ha quedado atr¨¢s, por m¨¢s que siga disponiendo de resortes para prolongar la agon¨ªa de Venezuela. Si finalmente consiguiera sobreponerse a la crisis ser¨ªa apoy¨¢ndose en la represi¨®n. Es decir, forzando la voluntad de la mayor¨ªa de los venezolanos que, representados en la Asamblea que ostenta la legitimidad democr¨¢tica, le han se?alado el camino: dejar paso a un presidente elegido con garant¨ªas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.