El asesino en serie Ted Bundy: mort¨ªfero, carism¨¢tico y pol¨¦mico
La figura del criminal despierta la fascinaci¨®n del p¨²blico, animado por una serie documental y una pel¨ªcula protagonizada por Zac Efron
Aunque hayan pasado 30 a?os de su muerte, Ted Bundy mantiene su carisma. Este asesino en serie aterroriz¨® a Estados Unidos entre 1974 y 1978: mat¨®, al menos, a 30 mujeres (la cifra podr¨ªa ser hasta de 40) en ese tiempo, una de ellas menor de edad. Joven, apuesto, ambicioso, estudiante de derecho, con aspiraciones pol¨ªticas... El perfil de Ted Bundy no encajaba con el estereotipo de man¨ªaco homicida. ?l lo sab¨ªa. Por eso se aprovech¨® de su imagen para convertir su juicio ¡ªy su historia¡ª en un espect¨¢culo donde ¨¦l era el protagonista. Con el estreno de la serie Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy (Netflix), ha vuelto a pasar: parte de la audiencia ha descubierto que el monstruo les parece sexy. La plataforma de streaming ha mostrado su preocupaci¨®n y ha lanzado un mensaje: ¡°Hemos visto a muchas personas idealizando el aparente sex appeal de Ted Bundy. Queremos recordarles que existen miles de hombres guapos en el mundo y la mayor¨ªa de ellos no son convictos asesinos en serie¡°, publicaron en redes sociales desde la cuenta oficial de la compa?¨ªa.
I've seen a lot of talk about Ted Bundy¡¯s alleged hotness and would like to gently remind everyone that there are literally THOUSANDS of hot men on the service ¡ª almost all of whom are not convicted serial murderers
— Netflix US (@netflix) January 28, 2019
Superficialmente, Ted Bundy (Vermont, 1946) era objetivamente guapo. Bajo su porte atl¨¦tico, sus facciones angulosas y su sonrisa perfecta habitaban la manipulaci¨®n, la ira y la violencia. Tras su azul mirada solo hab¨ªa oscuridad: ¡°Cuando me estaba pegando, sus ojos se volvieron negros¡±, relata una mujer a la que Bundy intent¨® secuestrar. Consigui¨® escapar, fue clave en su procesamiento y, como otros protagonistas de la ¨¦poca, aparece en la docuserie dirigida por Joe Berlinger. La base de la serie son las m¨¢s de 100 horas de grabaci¨®n del propio Bundy analizando sus propios asesinatos, pero hablando en tercera persona; un trabajo realizado por los periodistas Stephen Michaud y Hugh Aynesworth en 1980, cuando el asesino estaba en el corredor de la muerte y ofreci¨® dar una serie de entrevistas.
Berlinger a?ade im¨¢genes de las noticias, entrevista a algunos de los protagonistas del caso y cuenta la historia del asesino en cuatro cap¨ªtulos remarcando el espect¨¢culo que rode¨® al personaje y el impacto social que tuvo el caso. ¡°Fue el primer juicio completamente televisado; la primera vez que Estados Unidos utilizaba asesinatos reales como entretenimiento¡±, dec¨ªa Berlinger antes del estreno. ¡°Ha habido muchos asesinos en serie en EE UU, pero Bundy siempre est¨¢ presente. Quer¨ªa intentar entender por qu¨¦ Bundy mantiene ese perverso estatus de casi una estrella del rock¡±, agregaba Berlinger, que tambi¨¦n ha dirigido una pel¨ªcula sobre el personaje: Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile, protagonizada por Zac Efron, a¨²n sin fecha de estreno en Espa?a.
Parece que ha resurgido cierta fascinaci¨®n por el personaje de Bundy. Pero la realidad es que, en su momento, el caso ya enganch¨® a toda la sociedad. En enero de 1974, con 27 a?os, Bundy empez¨® su carrera homicida: se col¨® en la habitaci¨®n de una estudiante de la Universidad de Washington, la golpe¨® con una pata met¨¢lica de su cama y la viol¨® con el mismo objeto. La chica sobrevivi¨® con da?o cerebral permanente. En seis meses se extendi¨® un reguero de sangre por la zona de Seattle con varias desapariciones de mujeres j¨®venes y, al menos, seis muertes.
Bundy se aprovechaba de su imagen para colarse en los sitios. Tambi¨¦n para que sus v¨ªctimas fueran directas a la boca del lobo: una de sus estrategias era fingir que iba con un cabestrillo y ped¨ªa a la chicas ayuda para llevar unas bolsas al maletero de su Volkswagen escarabajo beis. As¨ª, a pleno d¨ªa, y en un lago donde miles de personas disfrutaban de un agradable d¨ªa de sol, Bundy secuestr¨® a dos mujeres.
Hubo un momento en que la polic¨ªa lo valor¨® como sospechoso ¡ªsu exnovia llam¨® al reconocerle por la descripci¨®n de una superviviente¡ª, pero lo descartaron. No encajaba en el perfil. En agosto de 1975, en Utah, Bundy es detenido. Con decenas de muertes en varios Estados y varias acusaciones de secuestro, el caso era de inter¨¦s p¨²blico: peri¨®dicos, radios y televisiones siguieron el minuto a minuto. A todo el mundo le interesaba saber qui¨¦n era ese joven y apuesto asesino.
El primer juicio contra Bundy arranc¨® en febrero de 1976. El verano del a?o siguiente, en una vista en Aspen (Colorado), Bundy salt¨® por una ventana de la biblioteca del juzgado. Estuvo seis d¨ªas desaparecido. Seis meses despu¨¦s huy¨® de nuevo escabull¨¦ndose por un agujero que hizo en el techo de su celda. Era Navidad. Durante m¨¢s de 15 horas nadie se dio cuenta. Bundy cruz¨® el pa¨ªs y lleg¨® a Florida. En enero de 1978, el asesino atac¨® en menos de 15 minutos a cuatro mujeres en una hermandad universitaria. En su huida, viol¨® a otra mujer. Condujo 200 kil¨®metros e intent¨® secuestrar a una adolescente. Fall¨® y escogi¨® a una menor a la que asesin¨®. El 15 de febrero, un control policial en Pensacola identific¨® a Bundy, una de las diez personas m¨¢s buscadas del pa¨ªs.
Los asesinatos de Ted Bundy no solo sembraron el terror en siete Estados de EE UU , sino que tambi¨¦n marcaron una ¨¦poca e impactaron en la cultura popular. Pocos a?os despu¨¦s del caso, surgi¨® una oleada de cine de terror en la que los villanos eran asesinos en serie (el g¨¦nero slasher): Halloween, Viernes 13, Pesadilla en Elm Street. Rasgos de Bundy se atisban en personajes como Billy el ni?o de El silencio de los corderos; el pulcro Dexter Morgan (de la serie Dexter); o Patrick Bateman, de American Psycho. Porque adem¨¢s de popularizar la idea del homicida cr¨®nico, el caso Bundy dej¨® claro que cualquiera pod¨ªa ser el asesino. Incluso ese universitario tan mono que vive en el piso de abajo. Hagan caso a Netflix: no se enamoren de Ted Bundy.
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