Max Weber 1919: lucidez deslumbrante
Cualquier aspirante a ¡°hacer pol¨ªtica¡± deber¨ªa leer el libro ¡®La pol¨ªtica como profesi¨®n¡¯, donde el soci¨®logo alem¨¢n disecciona la ¨¦tica de la actividad p¨²blica y la relaci¨®n entre pensamiento y acci¨®n
Una buena amiga adquiri¨® hace pocas semanas la nueva, muy cuidada y reciente edici¨®n espa?ola del libro La pol¨ªtica como profesi¨®n y, de regreso a su casa, tuvo tiempo en el transporte p¨²blico de empezar a leerlo. De hecho, lament¨® llegar a su destino tan pronto, porque el texto la atrap¨® sin remedio. Y no es un texto sencillo. Esta persona lleg¨® desolada, y su comentario fue contundente. La lectura, hoy, de Max Weber y de ese texto en concreto nos da la medida del tiempo intelectual transcurrido desde Weber, del p¨¢ramo intelectual que muestran nuestras ¨¦lites pol¨ªticas, populistas o convencionales, y de la inquietante sensaci¨®n de que aquellos tiempos no volver¨¢n.
Este libro es el resultado de una conferencia pronunciada en M¨²nich en enero de 1919 y publicada en oto?o de ese mismo a?o. Despu¨¦s de una primera parte dedicada a plantear algo tan esencial para un cient¨ªfico social como es el contexto hist¨®rico, el texto analiza la idea de profesi¨®n; y la segunda, crucial, tiene que ver con la ¨¦tica, o si se prefiere, con la ¨¦tica de la actividad pol¨ªtica, la relaci¨®n entre pensamiento y acci¨®n.
Toda forma social conocida a lo largo de la historia ha necesitado ¡ªy ha producido¡ª sus formas de dominaci¨®n pol¨ªtica. Para ello, han sido necesarias tres condiciones. La primera es la de las formas de legitimaci¨®n de dicha dominaci¨®n pol¨ªtica; la segunda, las t¨¦cnicas y mecanismos que han adoptado dichas formas de dominaci¨®n para ser efectivas, y la tercera, el papel del individuo ¡ªde los individuos¡ª en la gesti¨®n de todo ello. La historia del pensamiento pol¨ªtico tiene que ver con la triangulaci¨®n de estas coordenadas. Y releer ahora (2019) a Weber te hace sentir modesto y humilde, porque tienes la sensaci¨®n de que ya dijo lo esencial de la cuesti¨®n.
La ¡°¨¦tica de las convicciones¡± deber¨ªa ser necesariamente ponderada por la ¡°¨¦tica de la responsabilidad
Dif¨ªcil decir m¨¢s en menos espacio, para definir la naturaleza ¨²ltima de la cosa p¨²blica. Y como bien dijo en su d¨ªa Raymond Aron, hay un v¨ªnculo importante entre Weber y la sacralizaci¨®n del Estado y sus funciones, as¨ª como su te¨®rica ¡°desvinculaci¨®n¡± de cuestiones morales o religiosas. Un excelente especialista en Max Weber (en el ¨¢mbito acad¨¦mico hispanoparlante), Joaqu¨ªn Abell¨¢n, ha publicado un excelente estudio introductorio sobre Max Weber y en concreto sobre el texto objeto de esta reflexi¨®n (Estudio preliminar, en Max Weber. La pol¨ªtica como profesi¨®n, Biblioteca Nueva, 2018).
Una de las cuestiones m¨¢s ¨²tiles ¡ªpara un lector no germano parlante¡ª es que nos da algunas aclaraciones sobre el t¨¦rmino beruf, concepto alem¨¢n de ¡°profesi¨®n¡±. En otras obras traducidas al castellano, otros autores citan este trabajo de Weber con el t¨ªtulo de La pol¨ªtica como vocaci¨®n. No es lo mismo, a primera vista y desde el lenguaje com¨²n. Afirma Abell¨¢n que no es un t¨¦rmino nada f¨¢cil de traducir, y nos remitimos a su autorizada capacidad para ello:
¡°La traducci¨®n castellana de beruf que da t¨ªtulo a las conferencias de Max Weber sobre la ciencia y sobre la pol¨ªtica no resulta en absoluto f¨¢cil, pues estamos ante un t¨¦rmino alem¨¢n con un contenido conceptual espec¨ªfico que no encuentra un paralelismo exacto en espa?ol. La dificultad en la traducci¨®n se corresponde precisamente con la constataci¨®n de Max Weber de que beruf es un concepto en cuya historia se registra un origen religioso protestante, que no tienen, sin embargo, los t¨¦rminos con que se traduce habitualmente beruf a los idiomas del mundo cat¨®lico¡±.
Seguramente aqu¨ª est¨¢ el n¨²cleo esencial de la cuesti¨®n, que adem¨¢s nos plantea otra cuesti¨®n tradicionalmente olvidada (o tratada de modo muy marginal), cu¨¢l es el papel sociol¨®gico que han desempe?ado las religiones en Europa, desde el punto de vista de la conformaci¨®n de nuestras diversas culturas c¨ªvicas o pol¨ªticas. En s¨ªntesis, y aqu¨ª la impronta de Lutero es indiscutible, la dimensi¨®n trascendente (religiosa) del trabajo cotidiano de uno es hacerlo bien, con esfuerzo, con integridad, en el seno de la sociedad que es la suya, de acuerdo con el lugar que Dios te ha dado en el mundo. No en un convento, no en una orden religiosa o en un monasterio. Para el protestantismo, debes hacerlo en el mundo como espacio social de tu vida individual.
En Europa, las religiones han contribuido a la conformaci¨®n de las diversas culturas c¨ªvicas o pol¨ªticas
En el mundo ¡ªcomo contexto social¡ª hay muchas injusticias, el mal existe, no siempre (de hecho muy pocas veces) hacer el bien tiene recompensa. Las propias religiones, como anhelos colectivos, tienen que desenvolverse entre el mal y el bien (que suele ser designado, en t¨¦rminos absolutos, como un Dios justo y todo poderoso). Estamos ante la no-racionalidad el mundo real, y la ¨¦tica de las convicciones no siempre ser¨¢ suficiente como gu¨ªa para el pol¨ªtico como profesional.
En concreto, no aporta soluciones viables apoyadas en la certeza de la justificaci¨®n de los medios necesarios para alcanzar los fines deseables, y en relaci¨®n con el contexto de su tiempo, por supuesto, aparece la cuesti¨®n de la violencia, a cargo de qui¨¦n, para qu¨¦ fines, y con qu¨¦ l¨ªmites. De modo que la ¡°¨¦tica de las convicciones¡± deber¨ªa ser necesariamente ponderada, en aquellos que optan por la pol¨ªtica como profesi¨®n, por la ¡°¨¦tica de la responsabilidad¡±, una adaptaci¨®n de los valores ¡°absolutos¡± a los l¨ªmites de una ¡°realidad¡± social heterog¨¦nea, pragm¨¢tica.
Como dice Weber: ¡°Nuestros partidos parlamentarios eran y son gremios. Cada discurso que se pronuncia en el pleno del Reichstag ha sido examinado previamente en el partido. Esto se nota en su inaudito aburrimiento¡±. Por ello, nuestro autor se pregunta por las formas que vayan a adoptar las diversas ¡°profesionalizaciones¡± que ofrecer¨¢ la pol¨ªtica en el futuro. Uno est¨¢ tentado de responder: ahora ya lo sabemos, las que nos vaticinaba Weber pero en mucho peor.
Es cierto que en el terreno de las conclusiones, Weber nos plantea un futuro tan l¨²cido como tenebroso, a la luz de lo que nosotros ahora sabemos sobre las d¨¦cadas posteriores a su conferencia: ¡°Lo que tenemos ante nosotros no es la alborada del est¨ªo, sino una noche polar de una dureza y una oscuridad glacial¡¡±. ¡°La pol¨ªtica (como profesi¨®n) significa horadar lenta y profundamente unas tablas duras con pasi¨®n y con distanciamiento al mismo tiempo...¡±. Y muchas m¨¢s ideas y argumentaciones de enorme valor que Max Weber nos dej¨® dichas y escritas en 1919. Deber¨ªa ser de obligado cumplimiento para todo aspirante a ¡°hacer pol¨ªtica¡±, y a optar por ¡°la pol¨ªtica como profesi¨®n¡±, leer este texto. Que no cabe en 140 o 280 caracteres.
Pere Vilanova es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad de Barcelona.
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