Confieso que he gobernado
S¨¢nchez est¨¢ acumulando todas las experiencias posibles ya no como presidente sino como expresidente, que es cuando se escriben los libros
Poco despu¨¦s de que Pedro S¨¢nchez llegase a La Moncloa, se me propuso un reportaje no sobre S¨¢nchez, sino sobre el poder a trav¨¦s de S¨¢nchez, que tanto hab¨ªa aspirado a ¨¦l y tantas veces hab¨ªa sido desahuciado por el sistema. Dije que no y acto seguido lo intent¨¦ porque esta profesi¨®n consiste en dos cosas: no creerse nunca nada, empezando por uno mismo, y llamar siempre por tel¨¦fono, aunque sea por vicio. No ser¨ªa la primera vez que alguien te dice que el presidente no se puede poner porque est¨¢ ordenando la invasi¨®n de Francia; con alcaldes me ha pasado, aunque no era concretamente Francia.
A la persona que escrib¨ª fue a Miguel ?ngel Oliver, secretario de Estado de Comunicaci¨®n, que aplaz¨® la cita porque estaba en unos cursos en Santander. Esos d¨ªas mantuvimos varios whatsapps amables en los que empezamos a interesarnos el uno por el otro, qu¨¦ libros est¨¢s leyendo, no dime t¨², t¨² primero. Se toc¨® tambi¨¦n la pol¨ªtica, nacional e internacional; tan buena relaci¨®n era que hasta pens¨¦ que el propio S¨¢nchez pod¨ªa escribir ese reportaje y firmarlo yo, al fin y al cabo el destino me debe una. Un d¨ªa en Londres llam¨¦ por fin a Oliver, ya con el objetivo de proponer unos d¨ªas merodeando al presidente para despu¨¦s ponerme a entrevistar a gente y sacar mis habitualmente disparatadas conclusiones. Hablamos media hora, nos ca¨ªmos bien, raj¨¦ bastante del PP para ponerlo como una moto y, cuando al final me pregunt¨® en qu¨¦ me pod¨ªa ayudar, dije: ¡°Hombre, Miguel ?ngel, no voy a llamar al ministro de Agricultura¡±. Y entonces aquel hombre con el que llevaba escribi¨¦ndome semanas y hablando media hora al tel¨¦fono dijo: ¡°Huy, no, yo soy Miguel ?ngel Cort¨¦s, senador del Partido Popular¡±.
A¨²n le hice hincapi¨¦ en que mantuviese aquel rid¨ªculo en secreto, sin saber ¨¦l que cuando pido esas cosas no es por verg¨¹enza, sino para contarlas yo. Y la historia de aquel trabajo, que resume mi vida y va camino de resumir mi paso por el periodismo, la zanj¨¦ all¨ª mismo; se empieza con esos malentendidos y se acaba haciendo un reportaje sobre Evo Morales.
Afortunadamente, Pedro S¨¢nchez ha publicado ya un libro a los seis meses de ser presidente del Gobierno que, seg¨²n la informaci¨®n proporcionada, emparenta con las biograf¨ªas de Gengis Kan. No soy bueno empezando reportajes, pero algo mejor se me da acabarlos, y aquel ten¨ªa las conclusiones escritas antes de los datos: estamos ante una especie pol¨ªtica de inter¨¦s indudable que ha desplazado el esp¨ªritu de Jim Morrison a la pol¨ªtica; Morrison, que llevaba muri¨¦ndose desde los 22 a?os, aguant¨® sobre los escenarios incluso mediante contorsiones improbables.
Lo que demuestra un libro a estas alturas, como esos que sacan los futbolistas a los 19 a?os titulados Mi vida,es que S¨¢nchez est¨¢ acumulando todas las experiencias posibles ya no como presidente, sino como expresidente. Eso ha repercutido en una hiperactividad tal que en una semana ha puesto con una mano un presidente en otro pa¨ªs y escrito con la otra un libro. Entre medias ha habido medidas que no sabemos cu¨¢nto nos van a mejorar la vida y otras que a¨²n no sabemos cu¨¢nto nos la pueden empeorar, incluidos cambios de paso que est¨¢n rompiendo la cintura al m¨¢s sanchista. El list¨®n ya est¨¢ tan alto que se espera una presentaci¨®n al estilo Aitana, de Operaci¨®n Triunfo, y varios consejos de coach para el d¨ªa en que los lectores quieran llegar a la secretar¨ªa general del PSOE o a La Moncloa, y sepan c¨®mo actuar despu¨¦s. Target hay.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.