La escuela para afrancesar a los ni?os
Hoy es un centro como tantos, pero su historia es ¨²nica. La ?cole des Otages naci¨® en Saint Louis (Senegal) en 1861 para vigilar a los hijos de los jefes locales y formar personal de apoyo para la expansi¨®n colonial gala en ?frica
Cuando el director Assane Ndiaye entra en el aula, los 59 alumnos agolpados en un cuarto de la planta baja se levantan al comp¨¢s para saludarle, sin esconder su alegr¨ªa por la inesperada interrupci¨®n de la clase de franc¨¦s. Desde que colaps¨® hace unos a?os el balc¨®n que ornamentaba la parte alta del edificio y que oblig¨® a vaciar las dos plantas superiores, los estudiantes de la escuela Khayar Mbengue de Saint Louis (Senegal) tienen que arrimar ¡ªliteralmente¡ª el hombro. Solo el portal y algunas decoraciones de cer¨¢mica francesa quedan como testigos de la elegancia y el prestigio de la antigua ?cole des Otages [Escuela de Rehenes], que desempe?¨® un papel importante en la colonizaci¨®n de toda ?frica.
La humedad carcome la pintura de las paredes del despacho del director. ¡°Hemos intentado arreglarlo varias veces¡±, se justifica el responsable de la escuela durante los ¨²ltimos tres a?os. ¡°El Ministerio de Educaci¨®n sostiene que es el Ministerio de Cultura el que tiene que hacerse cargo del mantenimiento, y al rev¨¦s. Siempre dicen que hay programas, pero nunca se hace nada¡±. A sus espaldas, varias hojas de colores cuelgan con chinchetas de la pared, debajo de una banderita de Senegal. Pilas de papeles se acumulan delante de una enorme ventana que se asoma en la fachada de la calle. El suelo original del cuarto est¨¢ cubierto por una tarima para tapar a los agujeros. Ndiaye no estudi¨® en esta escuela, pero se ha documentado mucho sobre la historia.
La antigua ?cole des Otages hoy es un centro de ense?anza p¨²blica y mixto en el que estudian 374 alumnos de entre 6 y 14 a?os. El gobernador franc¨¦s Faidherbe lo cre¨® en 1855 como un experimento, institucionalizado en 1861, con el objetivo de vigilar a los hijos de los jefes locales para, de paso, mantener a sus padres a raya.
¡°Faidherbe sab¨ªa que hab¨ªa que luchar con armas, pero tambi¨¦n a trav¨¦s de la colonizaci¨®n cultural¡±, explica Ndiaye. El director ense?a fotos antiguas del edificio. La valla que lo rodea es la misma, pero por aquel entonces la calle en la que se encuentra no estaba asfaltada y el barrio estaba poblado por muchos ¨¢rboles.
El gobernador franc¨¦s Faidherbe cre¨® la escuela con el objetivo de vigilar a los hijos de los jefes locales para, de paso, mantener a sus padres a raya
A medida que la relaci¨®n con el entorno mejora, los franceses deciden librarse de ese nombre siniestro para borrar cualquier menci¨®n a los rehenes. Un grupo selecto de alumnos recib¨ªa formaci¨®n para ocuparse de los cargos menos importantes de la maquinaria p¨²blica, como los int¨¦rpretes. As¨ª, en 1861, la instituci¨®n pas¨® a llamarse Escuela para Hijos de los Jefes y Traductores.
¡°Ten¨ªan que reconocer la superioridad del blanco, cuya civilizaci¨®n les ha salvado de la crueldad sanguinaria y profesarle reconocimiento y, sobre todo, obediencia¡±, escribi¨® en un art¨ªculo el profesor Mamadou Moustapha Dieng, del departamento de Historia de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar.
¡°No se sabe mucho de la ¨¦poca de la ?cole des Otages¡±, asegura Ndiaye. ¡°Tenemos constancia de que los primeros ense?antes eran militares y que todos los alumnos eran j¨®venes sobre los 15 a?os que se quedaban unos cuatro a?os para aprender franc¨¦s, un poco de derecho, econom¨ªa, administraci¨®n¡ Los lugare?os estaban contentos porque sus hijos pod¨ªan estudiar y los colonos pod¨ªan contar con una administraci¨®n aut¨®ctona preparada para enviar tambi¨¦n a otras regiones bajo su mando¡±.
En 1872, la escuela cerr¨® por falta de fondos hasta volver a abrir en 1892 y trasladarse, una d¨¦cada despu¨¦s, al edificio que ocupa en la actualidad. ¡°El objetivo de la Escuela de Hijos de los Jefes es impregnar de civilizaci¨®n francesa los cerebros de los j¨®venes en un entorno que la tradici¨®n local rodea de respeto, para hacer de ellos m¨¢s adelante unos colaboradores de nuestro comando territorial¡±, dec¨ªa el gobernador Lamothe en 1893, seg¨²n relata el profesor Dieng en sus investigaciones.
En 1909, la instituci¨®n se convirti¨® en madrasa [centro de ense?anza superior musulmana] y desde los a?os treinta se consagr¨® a la ense?anza femenina. En 1965, adopt¨® el nombre y la funci¨®n que sigue llevando hoy en d¨ªa, cuando, en una ¨²nica clase, re¨²ne a 59 alumnos, el mismo n¨²mero que sumaba en total en 1903.
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