10 pistas para entender Saint Louis
Algunas claves sobre esta peculiar ciudad senegalesa, desde su historia o su naturaleza a su vibrante vida cultural, pasando por la econom¨ªa, las migraciones, la erosi¨®n costera o la mendicidad infantil
Aqu¨ª se instal¨® la primera capital de Senegal y Mauritania. Un lugar ¨²nico desde el punto de vista medioambiental y paisaj¨ªstico, enmarcado entre los brazos del r¨ªo Senegal en su desembocadura, clasificado por la Unesco como Patrimonio Mundial. Pero en Saint Louis no faltan los contrastes: se enfrenta al peligro de la erosi¨®n costera y es una zona de alta emigraci¨®n ¡ªinterna, subregional y hacia Europa¡ª. He aqu¨ª 10 claves para entender esta peculiar ciudad, desde la historia a la naturaleza, pasando por la econom¨ªa, la mendicidad infantil y su vibrante vida cultural.
1. Historia. Poblada por pueblos pescadores, la isla de Ndar (Saint Louis) fue el punto de asentamiento de los primeros colonos franceses en 1659 y donde se instal¨® la primera capital de Senegal y Mauritania hasta 1957. Numerosos comerciantes galos establecieron aqu¨ª sus comptoir, hangares donde transformaban y almacenaban productos como la goma ar¨¢biga y que funcionaban tambi¨¦n de puerto para la trata de esclavos. Para salvaguardar sus fortunas, se instaur¨® un tipo de matrimonio con j¨®venes locales, conocidas como signares, y del que surgi¨® una importante comunidad mestiza, que mantiene poder y posici¨®n hasta la actualidad.
2. La pesca. La primera actividad econ¨®mica de Saint Louis gira en torno a la pesca. El barrio de Guet Ndar, situado en la Lengua de Barbarie y de apenas 500 metros de ancho, acoge m¨¢s de 25.000 personas que viven de este sector, que se ejerce artesanalmente y cuya venta se realiza en su gran parte en Saint Louis y alrededores. Adem¨¢s de por su gran densidad de poblaci¨®n, el barrio es conocido por su fuerte idiosincrasia, siendo clave para todos los procesos de gobernanza de la ciudad. Las mujeres guetndariennes, muy poderosas y bien organizadas, se dedican esencialmente a la transformaci¨®n del pescado, ahumado o salado, para su conservaci¨®n y venta en el interior de la regi¨®n. En este barrio nace el ceebujen, plato t¨ªpico senegal¨¦s, y que se dice fue inventado por Penda Mbaye, una mujer de Guet Ndar que a?adi¨® el pescado a la receta del arroz.
3. Emigraci¨®n. La econom¨ªa local conoci¨® un fuerte impacto en la primera mitad de los 2000 con la llegada de grandes barcos extranjeros que realizaban extracciones industriales fruto de acuerdos de pesca con el Estado senegal¨¦s. Los pescadores, que antes faenaban delante de sus casas, se fueron quedando sin peces, por lo que buscaron alternativas de supervivencia. Saint Louis y la comuna costera de Ndiebene Gandiol representan una zona de alta emigraci¨®n, tanto interna ¡ªa zonas como Dakar, la Petite C?te o Casamance¡ª, como subregional ¡ªfundamentalmente a Mauritania¡ª, y hacia Europa. Se dice que los propietarios de los barcos llegaron tan al norte en busca de peces que avistaron las luces de las islas Canarias, y de ah¨ª surgieron las primeras traves¨ªas hacia las costas espa?olas. En los a?os 2006-2007 lo que se conoce como la crisis de los cayucos, unos 50.000 j¨®venes africanos, la mayor¨ªa senegaleses, cruzaron el Atl¨¢ntico a bordo de estas embarcaciones. A consecuencia de esto, muchos hogares est¨¢n encabezados por mujeres de maridos ausentes que tienen que gestionar familias numerosas y muchas cargas sociales.
4. Erosi¨®n costera. Adem¨¢s de este fen¨®meno, la poblaci¨®n costera de Saint Louis tiene que enfrentarse a otra eventualidad fruto del cambio clim¨¢tico y de una desafortunada intervenci¨®n humana. La subida del nivel del mar est¨¢, desde hace unos a?os, comi¨¦ndose parte del territorio, habiendo tenido que trasladar a m¨¢s de 1.000 personas a una zona de realojo temporal y dejando a casi 10.000 personas en situaci¨®n de riesgo inmediato. Por otra parte, las poblaciones del sur de la regi¨®n (comuna de Ndiebene Gandiol) se ven tambi¨¦n afectadas por el impacto de la apertura de una brecha en la Langue de Barbarie, una estrecha banda de arena que separa el r¨ªo Senegal del oc¨¦ano Atl¨¢ntico de 30 kil¨®metros de largo hacia el sur desde Mauritania. En 2003, ante la amenaza de inundaciones a causa de la subida del cauce del r¨ªo en ¨¦poca de lluvias, el Gobierno senegal¨¦s decide abrir una peque?a franja de cuatro metros en la Langue para facilitar la salida del agua al oc¨¦ano. Dos d¨ªas despu¨¦s, hab¨ªa alcanzado un ancho de 80 metros y hoy en d¨ªa sobrepasa los siete kil¨®metros y se va desplazando hacia el sur, habi¨¦ndose llevado por delante dos pueblos y un importante repertorio de da?os materiales, ecol¨®gicos, econ¨®micos y sociales, al exponer ese territorio directamente al mar abierto.
El mayor reclamo tur¨ªstico de la ciudad es ella misma, clasificada en 2000 por la Unesco como Patrimonio Mundial
5. Naturaleza. El departamento de Saint Louis es un lugar ¨²nico desde el punto de vista medioambiental y paisaj¨ªstico, enmarcado entre los brazos del r¨ªo Senegal en su desembocadura. Cuenta con dos parques nacionales incluidos en la lista de Patrimonio Mundial: el del Dioujd ¡ªfrontera con el mauritano parque de Diawling¡ª y el Parque Nacional de la Langue de Barbarie, donde en las ¨¦pocas fr¨ªas los p¨¢jaros migratorios regalan espect¨¢culos singulares y se albergan importantes colonias de especies raras de ver como el flamenco enano o el ¨¢guila pescadora. Como reto para que la zona alcance su potencial de belleza est¨¢ la gesti¨®n de basuras, un grave problema que afecta a m¨¢s puntos del continente, pero que aqu¨ª alcanza situaciones alarmantes que atentan contra la salubridad.
6. Cultura. La isla de Saint Louis es un escenario perfecto para el desarrollo de iniciativas culturales. Grandes eventos internacionales como el consolidado Festival de Jazz, que este a?o celebra su 27? edici¨®n, el Festival DuoSolo de danza contempor¨¢nea o el Festival de Cine Documental de Creaci¨®n son las citas m¨¢s llamativas de la ciudad, pero durante todo el a?o esta es escenario de manifestaciones de lo m¨¢s diversas y creativas de cuentacuentos, escultura, pintura, dise?o y, sobre todo, m¨²sica y baile. En 2018 abri¨® sus puertas el Mupho, el primer museo dedicado a la fotograf¨ªa en Senegal. Un importante n¨²cleo de estos artistas, as¨ª como la comunidad bloguera de la ciudad y un sector de la juventud comprometida, vehiculan un discurso ligado a la recuperaci¨®n de lo propio, a la descolonizaci¨®n de las mentes y a un compromiso ciudadano sobre cuestiones sociales a trav¨¦s del arte pero tambi¨¦n de las redes sociales.
7. Patrimonio Mundial. El mayor reclamo tur¨ªstico de la ciudad es ella misma: clasificada en 2000 por la Unesco como Patrimonio Mundial, la propiedad designada cubre toda el ¨¢rea de la Isla de Saint Louis y el puente Faidherbe. En su clasificaci¨®n jugaron a favor cuestiones de ordenaci¨®n territorial, como su esquema regular ortogonal o su sistema de muelles; y arquitect¨®nicas, como las magn¨ªficas casas balconadas o las casas bajas portuguesas; pero uno de los criterios de selecci¨®n fue de ¨ªndole human¨ªstica ya que la ciudad reflejaba un punto de encuentro entre diferentes culturas, seg¨²n la visi¨®n de la ¨¦poca. Para su conservaci¨®n, que presenta muchos retos, diferentes actores, institucionales y de la sociedad civil se movilizan durante todo el a?o en su puesta en valor, visibilidad y mantenimiento. Pese a esto, el reconocimiento de la Unesco, vinculado claramente con la dominaci¨®n colonial francesa en ?frica, no deja de ser pol¨¦mico para otras muchas personas a quienes les incomoda que se ensalce ese periodo de la historia.
8. El valle del r¨ªo Senegal. La isla de Saint Louis es quiz¨¢ la parte m¨¢s visible de un r¨ªo que nace en Guinea (en la zona conocida como Fouta Jalon) y pasa por tres pa¨ªses m¨¢s para ganar las aguas del Atl¨¢ntico. En su parte senegalesa, el r¨ªo Senegal es una fuente de vida para las comunidades que se instalan en sus riberas, a escasos metros de Mauritania, y donde cultivan principalmente arroz y otros cereales de subsistencia as¨ª como productos hort¨ªcolas en ¨¦poca de decrecida del caudal. Esta zona es clave para la pol¨ªtica agr¨ªcola del pa¨ªs, que se ha fijado un plan de autosuficiencia de arroz (principal alimento de la poblaci¨®n y que en 2014 importaba en un 84%) para 2020 contando en gran parte con la producci¨®n del Valle del Senegal. Este r¨ªo tiene tambi¨¦n mucha historia que contar: los fuertes de Dagana y Podor, las mezquitas de arena del Fouta y las poblaciones pastoras n¨®madas con sus grandes reba?os de ceb¨²es son tambi¨¦n un reclamo para el turismo m¨¢s aventurero.
9. Mendicidad infantil. Si ver a un ni?o con un bote vac¨ªo de tomate pidiendo dinero o comida no es raro en ning¨²n n¨²cleo urbano de Senegal, en Saint Louis el fen¨®meno de la mendicidad infantil es una verdadera lacra. La regi¨®n de Saint Louis es conocida por su espiritualidad, habiendo numerosos gu¨ªas religiosos que han instalado escuelas cor¨¢nicas en la ciudad. Se calcula que actualmente podr¨ªa haber unos 14.000 menores viviendo en estas escuelas (daaras) bajo la custodia de un l¨ªder religioso (marab¨²), que muchas veces les obliga a mendigar y les mantiene en penosas condiciones de salubridad, alimentaci¨®n y protecci¨®n. La complejidad en la erradicaci¨®n de este fen¨®meno pasa por entender el valor social que tradicionalmente tiene la pr¨¢ctica del aprendizaje del Cor¨¢n en manos de una persona de referencia, influenciado ahora por un contexto de ¨¦xodo rural (muchos de los ni?os vienen de regiones del interior del pa¨ªs o incluso de otros pa¨ªses), de pobreza, de interferencia de valores mercantilistas y de la mala fe de algunas personas que han malversado esta antigua pr¨¢ctica para su propio beneficio. En la ciudad, numerosas asociaciones trabajan en la defensa de los derechos de estos ni?os intermediando con sus marab¨²es, acondicionando sus alojamientos o aportando ropa o comida.
10. La otra Saint Louis. A escasos metros de la fotog¨¦nica ciudad colonial vive la otra Saint Louis. La de los mercados y puestecitos de madera en medio de la carretera, sin aceras, con problemas de saneamiento, con taxis por todas partes y con casas menos homog¨¦neas pero quiz¨¢ m¨¢s adaptadas a las realidades de gentes que se reinventan diariamente para sobrevivir en un contexto urbano cada vez m¨¢s competitivo. El ¨¦xodo rural atrae a este otro Saint Louis (conocido como Sor) a decenas de j¨®venes al a?o que dejan la agricultura y el pastoreo del interior de la regi¨®n en busca de un futuro diferente: empleos en la administraci¨®n, en empresas formalizadas o no, estudios en la Universidad Gaston Berger y con un panorama abierto hoy en d¨ªa a las posibilidades que ofrecer¨¢n los recientemente encontrados yacimientos de gas y petr¨®leo, en ¡°principio de fase de explotaci¨®n¡±, y que obligar¨¢n en los pr¨®ximos meses a repensar el desarrollo local.
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