Veintea?eras y poderosas
Fabiana Rosales, Georgina Rodr¨ªguez y Rosal¨ªa, tres mujeres en primera l¨ªnea
Acabo de leer la entrevista de Georgina Rodr¨ªguez, novia y madre de la hija de Cristiano Ronaldo, en ?Hola! revelando a sus 25 a?os, que existe una generaci¨®n de veintea?eros que tienen fama, dinero. Y poder.
A Georgina la acompa?an Fabiana Rosales, la esposa de Juan Guaid¨® y Rosal¨ªa, la cantante de las u?as largas y los ¨¦xitos trascendentes, ambas de 26 a?os. Georgina responde al ?Hola! posando vestida con un mono negro hiperce?ido y descalza como le gusta al ?Hola! para sus grandes confesiones. Un dram¨¢tico estilo entre Kim Kardashian y un poco Maria Callas llorando a Onassis (una referencia que Georgina probablemente no entender¨¢). As¨ª vestida, lamenta la muerte de su padre en Argentina. Las poses en las fotograf¨ªas confunden porque no se sabe si est¨¢ triste o m¨¢s bien cabreada. Creo que Georgina, en realidad, posa casi siempre con gesto aburrido porque es el gesto al que recurren las veintea?eras poderosas para pretender trascendencia y sentido com¨²n cuando todo lo que las rodea no tiene nada de com¨²n. Y sigue manteniendo ese gesto de fastidio infinito cuando confirma que su padre muri¨® el mismo d¨ªa que ella cumpl¨ªa 25 a?os y una portada de ?Hola!, aparte de su colecci¨®n de casas, de ropa, relojes y una ni?a prometedora. Por todo eso tendr¨ªa que cambiar de gesto. Y empezar a sonre¨ªr. Eso s¨ª, manteniendo la coordinaci¨®n en el vestuario con su novio.
Cumplir 25 es comprometido. Y, m¨¢s a¨²n, cuando llegas a ellos en medio de una crisis pol¨ªtica y humanitaria, como Fabiana Rosales, la esposa de Juan Guaid¨®, el hombre de moda y presidente interino de Venezuela. Su compromiso se confirma en el v¨ªdeo que circula en las redes donde durante ocho minutos, Fabiana nos explica su ideolog¨ªa consiguiendo no mencionar en un solo segundo a Nicol¨¢s Maduro. Es magistral. Fabiana sustituye revoluci¨®n bolivariana por ¡°el involucrarse¡±. Que desea cambiar y transformar la realidad al tiempo que se echa el largo cabello hacia atr¨¢s, un gesto t¨ªpico de las Miss Venezuela antes y despu¨¦s del chavismo. La acompa?a una m¨²sica triunfalista pero suave y unos primeros planos donde Fabiana, muy profesional, insiste en que el gobierno que su marido ha puesto contra las cuerdas, ¡°nos hizo tocar fondo en el dolor. Pero el pa¨ªs retom¨® la esperanza. Creo que este pa¨ªs se est¨¢ esforzando en reconstruir¡±. Cada palabra est¨¢ muy bien hilada, casi como coordinada entre Fabiana y un buen equipo de guionistas que probablemente hayan escrito alg¨²n cap¨ªtulo de Homeland, esa serie que nos ense?¨® las tripas de la oficina central de la CIA en Langley, Virginia. No puedes evitar pensar que, despu¨¦s de todo lo que el chavismo ha hecho sufrir a Venezuela, la historia se repite y la respuesta del socialismo del siglo XXI es la derecha del siglo XXI: enfrentar a la atrocidad con un discurso calculado y perfectamente ejecutado.
Este tr¨ªo de veintea?eras con fama y poder, la completa la cantante Rosal¨ªa. Me alegra que Rosal¨ªa exista entre nosotros y que a sus 26 a?os transforme cada una de sus actuaciones en algo ¨²nico y cargado de simbolismo para cualquier generaci¨®n. Su poder es su talento y es algo que nos hipnotiza. Su actuaci¨®n durante los Goya me emocion¨® mientras la ve¨ªa en un descanso del Hay Festival en Cartagena de Indias, el prestigioso evento literario. Al d¨ªa siguiente, escritores de Colombia y de Noruega, hablaban de ella, de sus u?as, de su voz, del coro catal¨¢n que la acompa?aba. Eso es poder, crear una imagen de Espa?a que sabe y suena bien.
Pedro S¨¢nchez, que no tiene veinte pero que todav¨ªa es presidente, decidi¨® ser la portada de su propio libro antes que ceder ese protagonismo a alg¨²n s¨ªmbolo o paisaje rom¨¢ntico. Hasta donde yo s¨¦, en el mundo editorial, el autor jam¨¢s puede escoger sus portadas. Es una pelea perdida con la editorial, que siempre te convence que ellos saben m¨¢s de marketing que t¨². Cuando publiqu¨¦ Morir de Glamour, mi editorial insisti¨® en que adornara la portada con un gesto ¡°de esos divinos tuyos¡±. No me ve¨ªa como un modelo de GQ, como luce S¨¢nchez, pero siempre sent¨ª un poquito de pudor cuando ten¨ªa que firmar ejemplares en la Feria del Libro. Otros escritores al ver mi portada gritaban: ¡°Inmoral, autor medi¨¢tico¡±. Quiz¨¢s ten¨ªan un poquito de raz¨®n y nunca m¨¢s permit¨ª ser mi propia portada. Y esos escritores agresivos cambiaron de actitud y empezaron a ser ellos sus portadas.
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