Am¨¦rica
Por fortuna para nuestro pa¨ªs, el presidente ha asumido seriamente el problema, y ha reconocido a Juan Guaid¨®, porque representa la democracia sin apellidos
Am¨¦rica signific¨® para la Corona espa?ola convertirse en un Imperio. La mala gobernanza, y las aspiraciones de la burgues¨ªa criolla, hicieron que esa construcci¨®n absurda que es siempre un imperio se desmoronara.
Mucho despu¨¦s, Espa?a sigue sin entender demasiado bien lo que pasa en Am¨¦rica. Y la izquierda, a su manera, ha hecho gala de una incomprensi¨®n importante.
Alfonso Guerra ha dado recientemente buena muestra de ello al hacer una muy desafortunada comparaci¨®n entre el r¨¦gimen autoritario de Nicol¨¢s Maduro y el Chile golpista de Pinochet. El curr¨ªculo de Guerra permite olvidar estas consideraciones, pero abunda en el asunto de la confusi¨®n sobre Am¨¦rica.
Esa incomprensi¨®n empez¨® mucho antes, pero culmin¨® con la propuesta revolucionaria del Che Guevara. La mayor¨ªa de la izquierda espa?ola ¡ªcomo casi toda la del mundo¡ª, cay¨® en la misma trampa, impulsada por el aura rom¨¢ntica que envolv¨ªa al personaje: minusvalorar la democracia para sobrevalorar una revoluci¨®n que luego qued¨® claro que solo servir¨ªa a las ¨¦lites comunistas. La democracia ten¨ªa apellidos, era burguesa, por ejemplo.
A¨²n pervive esa enfermedad. Una buena parte de Podemos o de Izquierda Unida la padece. No hay m¨¢s que o¨ªr sus torpes circunloquios que intentan en vano evitar la palabra dictadura para referirse a Maduro.
La derecha ha perdido la raz¨®n con tal de no alinearse con Pedro S¨¢nchez. En eso, Albert Rivera ha competido con Pablo Casado para ver qui¨¦n dec¨ªa la mayor insensatez. Venezuela les ha servido a los dos para justificar barbaridades.
Por fortuna para nuestro pa¨ªs, el presidente ha asumido seriamente el problema, y ha reconocido a Juan Guaid¨®, porque representa la democracia sin apellidos. Los latinoamericanos han sido tratados esta vez como seres adultos por el Gobierno espa?ol. Cosa que no siempre ha sucedido.
Venezuela ha comenzado un camino dif¨ªcil para recuperar la democracia. En ese camino va a necesitar de ayuda material para superar la miseria provocada por la corrupci¨®n y por la disparatada gesti¨®n petrol¨ªfera del chavismo. Y tambi¨¦n apoyo pol¨ªtico de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. De ambos apoyos tiene que ser Espa?a garante.
Pero siempre teniendo claro que los venezolanos son mayores de edad y saben qu¨¦ es la democracia.
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