Dejaci¨®n del idioma
La lengua sirve para mucho m¨¢s que para comunicarnos. Es una forma de estar en el mundo
Se nos llena la boca presumiendo del creciente peso del espa?ol en el mundo. Que si es la segunda lengua materna por n¨²mero de hablantes; que si est¨¢ entre los que m¨¢s se ense?a, como segundo idioma, junto con el franc¨¦s y el chino; que si es el tercero m¨¢s utilizado en la Red. Semejante complacencia, sin embargo, no parece corresponderse con el uso cada vez m¨¢s err¨¢tico que hacemos de ¨¦l.
Para empezar, porque pese a algunos intentos institucionales, entre amplias capas de la sociedad espa?ola todav¨ªa no ha calado que la riqueza y el potencial del espa?ol proceden de su enorme diversidad, tanto regional como, sobre todo, por su vertiente americana. No hace muchos d¨ªas se supo que Netflix hab¨ªa traducido al espa?ol ¡°de Espa?a¡± los di¨¢logos de la maravillosa Roma de Alfonso Cuar¨®n. La empresa dio marcha atr¨¢s ante la pol¨¦mica, pero fue todo un s¨ªntoma de una distancia que no deber¨ªa existir.
Esa misma sociedad asiste impasible al maltrato cotidiano de la lengua, ya sea por la constante intromisi¨®n de incontables e innecesarios t¨¦rminos procedentes del ingl¨¦s o por el desprecio manifiesto de los usuarios. (Algunas perlas habituales: ¡°aplicar¡± a un trabajo, ¡°poner en valor¡±, ¡°preveer¡±).
Mundo tecnol¨®gico aparte ¡ªpor razones obvias; ojal¨¢ la innovaci¨®n global fuera m¨¢s hispanohablante¡ª, esta realidad se extiende por todos los ¨¢mbitos. El de la empresa se lleva la palma, pero tambi¨¦n el de la moda, el del entretenimiento, por no hablar de los propios medios de comunicaci¨®n y las redes sociales.
Es significativo lo que ocurre en el terreno de las relaciones internacionales. En teor¨ªa, nuestra lengua es la segunda m¨¢s importante y la tercera de trabajo en Naciones Unidas. En la pr¨¢ctica, su uso es tan reducido ¡ªseg¨²n el propio Instituto Cervantes¡ª que resulta casi inapreciable. No deber¨ªa extra?ar teniendo en cuenta el escaso apoyo que reciben las organizaciones y las publicaciones dedicadas a intentar explicar y analizar el mundo en espa?ol.
La importancia estrat¨¦gica de un idioma como herramienta fundamental de poder blando es m¨¢s que reconocida, pero, como todo, hay que gestionarla. Con menor n¨²mero de hablantes, la francofon¨ªa y la lusofon¨ªa se han convertido en armas poderosas de la acci¨®n exterior francesa y portuguesa. Mientras, parece que el espa?ol debe seguir confiando en su potencial natural.
Bajo el t¨ªtulo El espa?ol se cuida solo, un reciente documento del Real Instituto Elcano alerta de la miop¨ªa de no contar con una visi¨®n clara sobre la geopol¨ªtica del idioma y de no actuar coordinada con el resto de pa¨ªses hispanohablantes para potenciar este gran activo. Porque la lengua sirve para mucho m¨¢s que para comunicarnos. Es una forma de estar en el mundo.
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