Bananas
Uno no se imagina a Guaid¨® lanzando contra Maduro los insultos cursis del mon¨®logo de Pablo Casado
Los imagino abandonados al nihilismo, inyect¨¢ndose absenta y recitando a Leopoldo Mar¨ªa Panero (¡°contra Dios he apostado desde esta esquina insomne¡±) mientras sue?an con incendiar su despacho. O en un continuo jolgorio hedonista, sexo, champ¨¢n y drogas finas, carcaje¨¢ndose de lo que no est¨¢ escrito. O en la meditaci¨®n trascendental, vaci¨¢ndose y sintiendo c¨®mo el cosmos acaricia cada uno de sus ¨¢tomos. Me los imagino de muchas maneras, pero no trabajando con entusiasmo. Ojo, no digo que no trabajen. Pero deben de hacerlo como aquellos diplom¨¢ticos japoneses que acudieron a ?Washington para negociar mientras sus aviones volaban ya, cargados de bombas, hacia Pearl Harbor: hier¨¢ticos e intentando pensar en otra cosa.
Hablo de esa gente que cobra por difundir una buena imagen del pa¨ªs. Son bastantes. Los de la Marca Espa?a, los de las embajadas, los representantes comerciales, qu¨¦ s¨¦ yo. En todas partes cuecen habas y bananas. Vivo en Latinoam¨¦rica y s¨¦ lo que me digo. Pero no creo que ning¨²n miembro de la OCDE, por acotar las cosas, padezca tal disociaci¨®n entre su realidad y las fantas¨ªas (o pesadillas) que proyecta. Entre lo que es y su imagen exterior.
Quitando los ¨¦xitos deportivos, la corrupci¨®n pol¨ªtica ha sido durante a?os la principal fuente de noticias internacionales sobre Espa?a. Mala publicidad. La corrupci¨®n y, luego, el proceso catal¨¢n: de lejos alcanza a percibirse el delirio xen¨®fobo y la quiebra de la convivencia en Catalu?a, pero tambi¨¦n las fotos de polic¨ªas contra urnas. Y se oyen las quejas del independentismo sobre la supuesta opresi¨®n del imperialismo castellano (p¨²dicamente llamado ¡°?¡± en el argot local) y las amargas condiciones de vida en, pongamos, Barcelona, esa ciudad a la que ning¨²n turista quiere ir porque es horrible y, adem¨¢s, hay demasiados turistas. No hablemos ya del Empord¨¤, ese gulag de catalanes sometidos a la oscuridad, la depresi¨®n y la desesperanza ?Qu¨¦ pensar¨¢ el observador remoto? ?Es posible explicar al mundo eso que est¨¢ pasando, y que alguien lo entienda?
Espa?a participa ahora (veremos si con alg¨²n ¨¦xito) en las iniciativas internacionales para remediar el desastre venezolano. Dice, como la oposici¨®n local y la mayor parte de Europa y Am¨¦rica, que el presidente es ileg¨ªtimo y propone la r¨¢pida convocatoria de elecciones para situar al frente del Gobierno a alguien realmente representativo. Ahora mismo tenemos en Madrid la manifestaci¨®n contra el relator, sea eso lo que sea. La derecha convocante dice que el presidente es ileg¨ªtimo y propone la r¨¢pida convocatoria de elecciones para situar al frente del Gobierno a alguien realmente representativo. Vaya, qu¨¦ coincidencia.
Conviene precisar algo: pese a la brutalidad del r¨¦gimen chavista, pese a la crisis econ¨®mica y humanitaria que ha provocado, pese a la desesperaci¨®n general, uno no se imagina a Juan Guaid¨® lanzando contra Maduro la retah¨ªla de insultos cursis con que Pablo Casado truf¨® el inenarrable mon¨®logo por el que ser¨¢ siempre recordado. Se?ores que promocionan la imagen de Espa?a, as¨²manlo: el debate pol¨ªtico venezolano suena m¨¢s elegante que el espa?ol. ?Quieren m¨¢s? Dec¨ªamos que Rajoy se agarraba al poder como Bukowski al botell¨ªn, pero ah¨ª tienen a Pedro S¨¢nchez. ?Dec¨ªamos que Rajoy no hac¨ªa nada? S¨¢nchez despliega una actividad fren¨¦tica y consigue hacer a¨²n menos. Con un relator en la mesa, adem¨¢s.
Se?oras y se?ores que promocionan la imagen de Espa?a, les acompa?o en el sentimiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Presidencia Gobierno
- Gobierno de Espa?a
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- PP
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Autodeterminaci¨®n
- Generalitat Catalu?a
- Catalu?a
- Parlamento
- Partidos pol¨ªticos
- Juan Guaid¨®
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Gobierno
- Am¨¦rica
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Hugo Ch¨¢vez
- Nicol¨¢s Maduro
- Asamblea Constituyente Venezuela
- Opini¨®n
- Pedro S¨¢nchez
- Juicio al Proc¨¦s
- Pablo Casado
- Venezuela
- Ideas