M¨²sica celestial y diplomacia
La ¡°neutralidad positiva¡± de la jerarqu¨ªa cat¨®lica durante el cerco al chavismo resulta moralmente punible
Durante el hundimiento del Titanic, el 14 de abril de 1912, la banda de Wallace Hartley combati¨® el p¨¢nico del pasaje, con un repertorio de valses, m¨²sica popular y ragtime. Solo la inundaci¨®n de la cubierta de botes, poco antes de que el buque se partiera en dos, acall¨® los violines. Parec¨ªa insumergible hasta el fatal error de conducci¨®n; Venezuela se va a pique arrastrada por su capit¨¢n y el ca?oneo gringo. Era casi imposible arruinar el pa¨ªs petrolero, pero Maduro y su tripulaci¨®n lo consiguieron.
La heroicidad de los ocho m¨²sicos del transatl¨¢ntico de la White Star Line contrasta con el medroso comportamiento de Francisco y la coral vaticana durante el naufragio de Venezuela, cuyo primer oficial pidi¨® la mediaci¨®n papal, invocando a Cristo en vano, cuando el ¨²ltimo iceberg plantado por la Casa Blanca en el Orinoco revent¨® las cuadernas del r¨¦gimen y el agua le llega al cuello.
Lejos de sumarse activamente a quienes pretenden evitar un derramamiento de sangre en Venezuela, mediante la negociaci¨®n, la renuncia bolivariana al totalitarismo y la convocatoria de elecciones generales, la ¡°neutralidad positiva¡± de la jerarqu¨ªa cat¨®lica durante el cerco al chavismo resulta moralmente punible. El calendario ayuda a entenderlo. El primero de febrero, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo que ¡°este no es el momento para el di¨¢logo¡± en Venezuela, sino ¡°el momento para la acci¨®n¡±. ?Y qu¨¦ dijo el rebelde Francisco ante una declaraci¨®n claramente anticristiana? Ni p¨ªo. Tanto hablar de paz, di¨¢logo, amor, concordia, como medios para resolver conflictos y cuando llega el momento de demostrar que tales afirmaciones no son ret¨®ricas, solo hay silencio. Inmediatamente despu¨¦s de que Pence apuntillara el di¨¢logo, los portavoces de Guaid¨® se sumaron: ¡°No hay nada que negociar¡±. Unos d¨ªas despu¨¦s, el 5 de febrero, la guinda: ¡°Estoy dispuesto a ser mediador, si las dos partes me aceptan¡±. Pero bueno, ?su Santidad est¨¢ sordo o se hace el sordo? Debe ser la ¨²nica persona que no se ha enterado de que la oposici¨®n y el cardenal venezolano Baltazar Porras han dicho que no a cualquier iniciativa de di¨¢logo.
No ha debido ser informado de que la pasada semana comenz¨® en Montevideo una reuni¨®n internacional, auspiciada por M¨¦xico y Uruguay, para buscar mecanismos que eviten una confrontaci¨®n armada. ?Le costaba mucho haberse sumado a esa iniciativa de paz en lugar de publicar un desangelado e in¨²til mensaje? ?Se ha impuesto el dicasterio romano?
El vicario del Alt¨ªsimo debiera implicarse en los tanteos de Montevideo aunque puedan parecer m¨²sica celestial y no alteren la hoja de ruta de la Casa Blanca, que hostigar¨¢ a Maduro hasta tumbarle, evitando hacerlo con una intervenci¨®n militar que quiebre la alianza con la UE.
La orquesta del Titanic no impidi¨® su hundimiento, ni las plegarias del pont¨ªfice detendr¨¢n el belicismo de Estados Unidos, pero al menos contribuir¨ªan al sosiego de quienes necesitan creer en milagros, esta vez diplom¨¢ticos.
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