Tiempo de balance

Si conseguimos abstraernos del ruido y nos fijamos en los hechos, hay datos que invitan a pensar que no estamos peor que hace un a?o. A pesar de las palabras gruesas que ayer volvimos a escuchar al comienzo del juicio al proc¨¦s en el Supremo, no llegan desde Catalu?a desobediencias institucionales, ni m¨¢s llamadas a la unilateralidad que las de los muy minoritarios CDR y, asombrosamente, las del presidente de la Generalitat. Pero es que Quim Torra ya no representa los intereses de todo el independentismo, ni siquiera los de toda la derecha independentista, sino los de Carles Puigdemont, que s¨®lo en el enfrentamiento encontrar¨¢ sentido a su huida. Y al desastre institucional y social que han provocado a su comunidad.

A pesar de las palabras gruesas que el domingo se escucharon en la plaza de Col¨®n de Madrid, no fue un acto que consiguiera desestabilizar desde la calle al d¨¦bil Gobierno de Espa?a. Albert Rivera pag¨® el precio de hacerse la foto con la extrema derecha nacionalista a cambio de una protesta discreta. Tan discreta y con tanta posverdad en el manifiesto, que han convocado a toda prisa otra manifestaci¨®n para este domingo en Barcelona, a ver si consiguen pasar de pantalla, instalarse en otro frame, como les explicar¨¢n sus asesores de comunicaci¨®n. Y en el PP, ?qu¨¦ estar¨¢ pensando Alberto N¨²?ez Feij¨®o? Al eterno delf¨ªn en la reserva, las fotos inconvenientes ya le han dado alg¨²n disgusto a lo largo de su vida pol¨ªtica. No quiso hac¨¦rsela este domingo, pero all¨ª estuvo, acompa?ando la cabalgada radical en la que est¨¢ embarcado su partido, veremos si para contener o alimentar a Vox.

Los extremos hacen ruido, mucho ruido, dan espect¨¢culo y audiencia pero, en este momento, no parece que haya masas en la calle detr¨¢s de sus pancartas. La mala noticia es que han tenido enfrente un Gobierno muy poco consciente de su debilidad, en el Congreso y en su propio partido, como demostr¨® la gesti¨®n del episodio del relator. Y con un socio preferente, Podemos, con una fractura interna por delimitar a¨²n.

Con este cuadro de situaci¨®n nos dirigiremos a las urnas, siendo plenamente conscientes de que tenemos media docena de asuntos, la crisis constitucional catalana entre ellos, que s¨®lo una mayor¨ªa muy amplia, muy s¨®lida y muy transversal conseguir¨¢ poner en alguna modesta v¨ªa de salida.