Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh, enfrentados por su hijo
El actor no est¨¢ de acuerdo con los continuos cambios que la inestabilidad de la vida de la hija de Carolina de M¨®naco provoca en el peque?o de cinco a?os
"La ansiedad y la angustia forman parte de la vida de todos. Mi experiencia personal se ha hecho de acontecimientos triste, como la temprana muerte de mi padre, pero estas cosas nos suceden a todos, no importa de d¨®nde vengas", declar¨® Carlota Casiraghi hace unos meses en?l¡¯Observateur?de M¨®naco. Unas palabras que ocurr¨ªan en torno a unos encuentros de filosof¨ªa, disciplina a la que dedica tiempo y esfuerzos, pero que tambi¨¦n retratan sentimientos profundos que han marcado la vida de la hija de la princesa de Carolina de M¨®naco y Stefano Casiraghi, que muri¨® a los 30 a?os, cuando su hija solo ten¨ªa cuatro, mientras disputaba el Campeonato del Mundo de Offshore en aguas del principado de M¨®naco.?
Unos sentimientos ya lejanos pero que se han ido repitiendo en sus relaciones sentimentales. Recientemente Carlota se ha visto obligada a emitir un comunicado para desmentir su separaci¨®n de Dimitri Rassam, el padre de su segundo hijo Balthazar, nacido el 23 de octubre de 2018,?tras anular su boda en un par de ocasiones. Pero ahora el enfrentamiento parece estar centrado en Gad Elmaleh, el c¨®mico franc¨¦s, con el que tuvo en diciembre de 2013 a su primer hijo, Rapha?l. La relaci¨®n que comenz¨® en 2011 y que se confirm¨® finalizada en 2015, ha sido cordial durante los a?os que han pasado desde su separaci¨®n. Pero parece que durante los ¨²ltimos meses el actor y Carlota Casiraghi est¨¢n teniendo duros enfrentamientos a causa de la educaci¨®n de su hijo.
A Gad Elmaleh, que vive en Nueva York donde ha centrado su carrera como actor c¨®mico, parece que no le est¨¢ haciendo mucha gracia la inestabilidad de los estudios de Rapha?l, que cambia de centro en funci¨®n de la residencia de su madre, que a su vez viene determinada por sus vaivenes sentimentales. Las idas y venidas de Carlota Casiraghi entre Par¨ªs y M¨®naco con dos ni?os de corta edad, parecen ser el motivo de las fricciones entre la expareja. Los desencuentros por este motivo parece que han ido subiendo de tono seg¨²n pasan los meses sin que se aclare c¨®mo va a acabar su relaci¨®n con Dimitri Rassam y d¨®nde se instalar¨¢ definitivamente la familia.
Hasta hora la corta edad de Rapha?l ha permitido cambios de residencia sin que estos crearan grandes problemas, pero el ni?o ya ha cumplido cinco a?os y su padre muestra preocupaci¨®n respecto a que tenga una escolarizaci¨®n m¨¢s estable que le permita seguir sus estudios con regularidad y forjarse un entorno de relaciones infantiles en un ¨²nico centro escolar sin estar sometido a continuos cambios de escuela.?
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