Ayuda humanitaria

El intento de la oposici¨®n de introducir 600 toneladas de ayuda humanitaria el s¨¢bado en Venezuela forzando unas fronteras cerradas a cal y canto por el r¨¦gimen se ha saldado con un fracaso aparente. Es cierto que el material, principalmente enviado por EE?UU, no lleg¨® a sus destinatarios, los miles de venezolanos atrapados en un infierno de escasez extrema. Si ese era el objetivo del presidente encargado, Juan Guaid¨®, no se logr¨®. Nicol¨¢s Maduro y sus huestes lograron impedirlo, pero lo hicieron desatando una represi¨®n tan violenta y a unos costes, tanto internos como externos, tan elevados, que no pueden m¨¢s que volverse en su contra con el paso de los d¨ªas.

En el frente interior, los voluntarios que intentaron hacer pasar los convoyes fueron repelidos a balazos y con gases lacrim¨®genos. Hay al menos cuatro muertos y decenas de heridos. Miles de ciudadanos rodearon varios cuarteles para pedir que el Ej¨¦rcito abandone a Maduro. En el frente exterior, Guaid¨® puede presumir de que el r¨¦gimen est¨¢ m¨¢s aislado que antes. La violencia desatada se vio en directo en todo el mundo y despert¨® amplias y contundentes condenas. Maduro rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Colombia. Ello se suma a los m¨¢s de 60 pa¨ªses que han reconocido a los enviados del presidente encargado.

Todo ello se puede ver como un ¨¦xito de Guaid¨®. Y es probable que ese fuera en realidad el objetivo de toda la operaci¨®n, y no entregar de forma efectiva alimentos y medicamentos. Es una estrategia no exenta de riesgos, el principal de los cuales consiste en que la oposici¨®n al chavismo se perciba como un instrumento en manos de EE?UU. En cualquier caso, parece claro que se ha producido un punto de no retorno que habr¨¢ de conducir al final del r¨¦gimen. La reacci¨®n del chavismo va a ser atrincherarse a¨²n m¨¢s en un ciego y violento instinto de supervivencia. La cuesti¨®n es cu¨¢nto da?o m¨¢s est¨¢ dispuesto a infligir Maduro a los venezolanos antes de irse.