Perd¨®n y justicia
Esta semana, la Iglesia cat¨®lica ha celebrado un congreso sobre la pederastia en su seno. Durante d¨¦cadas, estos hechos han sido perpetrados por sacerdotes de distinto rango a ni?as y ni?os en numerosos pa¨ªses. Con total impunidad y ocultados por la propia Iglesia. No s¨¦ si el esp¨ªritu que ha impulsado este congreso es la verg¨¹enza, el arrepentimiento o la presi¨®n que han ejercido v¨ªctimas y medios de comunicaci¨®n. Es bueno y necesario que pidan perd¨®n a las v¨ªctimas, pero es insuficiente. Deben ser puestos ante la justicia todos y cada uno de los responsables de violaciones o abusos. Tambi¨¦n los c¨®mplices que pudieron hacer algo y callaron. Solo pedir perd¨®n no puede borrar el horror y la ignominia de tales actos contra los ni?os. Actos cometidos por quienes dec¨ªan llevar la palabra de Dios para acercarse a sus v¨ªctimas y por quienes deb¨ªan protegerlos y ampararlos.
Luis Maroto Rivero. Navalcarnero (Madrid)
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