La guerra de la pulga
El r¨¦gimen de Maduro tiene una capacidad de resistencia muy superior a la que imagina la comunidad internacional
Salvo que los hechos invaliden la hip¨®tesis, Estados Unidos est¨¢ dando largas a la incertidumbre que desgasta a Juan Guaid¨® porque teme que la reacci¨®n chavista a una intervenci¨®n militar desestabilice la regi¨®n y conduzca al enquistamiento de bolsones de resistencia urbanos o junto a campamentos fronterizos de la guerrilla colombiana ELN. Conviene ponderar el aviso de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en Madrid: el r¨¦gimen tiene una capacidad de resistencia muy superior a la que imagina la comunidad internacional. ¡°S¨¦ de lo que hablo, y lo que est¨¢n dispuestos a hacer¡±. No sabemos si Zapatero habla de o¨ªdas, o si la comunidad internacional ignora el potencial, pero Estados Unidos lo conoce detalladamente y quiz¨¢ por eso no ha atacado todav¨ªa.
La posibilidad de que el Comando Sur se empantane en Venezuela la dejan entrever tambi¨¦n representantes de la oposici¨®n como el profesor universitario Luis Vicente Le¨®n, profesionalmente obligado a repensar. Abundante la secreci¨®n biliar en los an¨¢lisis, el presidente de la encuestadora Datan¨¢lisis recurre a la cabeza en lugar de sobrecargar el h¨ªgado: no es justo, ni f¨¢cil, ni agradable promulgar el perd¨®n y la amnist¨ªa porque es como tragarse un sapo, pero la alternativa al perd¨®n no es el castigo sino la guerra. ¡°Prefiero Espa?a, Chile o Sud¨¢frica perdonando que Ir¨¢n, Siria, Libia y Cuba sin perd¨®n¡±. Y la pregunta clave: ?Hasta qu¨¦ punto los mandos castrenses creen que proteger a Maduro es protegerse ellos mismos?
No es descartable que, si la Casa Blanca decide recurrir al Ej¨¦rcito caso de fracasar la escalada de sanciones diplom¨¢ticas y econ¨®micas, sectores chavistas sobrados de armas, dinero y poder regional se lancen a una guerra no convencional, algo as¨ª como lo ocurrido en Libia o Irak. Un problema por otro. La hip¨®tesis de una anarqu¨ªa a tiros la plante¨® el diputado chavista Pedro Carre?o cuando alert¨® de que Venezuela dispone de fusiles rusos de francotirador Dragunov. ¡°Cada proyectil es un enemigo abatido¡±. La guerra de la pulga, con lobos solitarios abatiendo soldados hasta que los ata¨²des desborden la resistencia de Estados Unidos. Pero ese contrataque exigir¨ªa m¨¦todo y disciplina, y cada venezolano suele ser un int¨¦rprete de la ley; le gusta vivir sin reglas, a no ser que sean las suyas. Prolifera el nacional ca¨®tico, impredecible en el resultado de lo que emprende.
Una ma?ana bastar¨ªa para que el poder de destrucci¨®n del Pent¨¢gono acabe con todas las tropas, aviones, tanques y nav¨ªos de Venezuela. Los estrategas saben que lo f¨¢cil es invadir; lo dif¨ªcil es mantener la ocupaci¨®n. Y algo muy f¨¢cil de entender: cuantos m¨¢s invasores, m¨¢s blancos para los maquis del Orinoco, m¨¢s munici¨®n en los arsenales de la Am¨¦rica Latina imperialista. La soluci¨®n perfecta no existe para Estados Unidos. ?Cu¨¢l le resultar¨¢ menos mala? La conveniente ser¨ªa el desembarco del tridente ¨¢rbitros, negociaci¨®n y pacto; elecciones sin trampas. Pero incluso con algunas, probablemente el chavismo de Nicol¨¢s Maduro ser¨ªa derrotado en las urnas.
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